Ganar protagonismo, mejorar el minuto final y 'atacar' a Rivera: así debe ser el otro debate

El primer debate a cuatro la noche del lunes en RTVE ha copado las portadas de la prensa nacional. En general, hay unanimidad en algunos aspectos: Albert Rivera superó a Pablo Casado en el bloque de la derecha. Pedro Sánchez se mantuvo en un segundo plano empeñado en no cometer errores —como ha ido haciendo durante toda la campaña— y Pablo Iglesias, aunque en un tono sorprendentemente moderado para los suyos, demostró eficacia en el mensaje dirigido a sus votantes y a los indecisos en su bloque. Se da una situación inédita: esta misma noche, los cuatro candidatos tienen una segunda oportunidad en Atresmedia para corregir errores, intentar lucirse y, en algunos casos, dar la vuelta a lo que sucedió ayer. Politólogos y expertos en comunicación política analizan con El Confidencial lo que cada uno debe potenciar o mejorar.

"Casado tiene que ser más agresivo"

Si algo está claro es que Casado necesita urgentemente ganar relevancia. En esto hay consenso total: “Rivera le robó la agenda y el protagonismo. Consiguió erigirse como el líder natural de la derecha”, explica José Manuel Sánchez Duarte, profesor de Comunicación Política de la URJC. “El líder del PP, intentando ser moderado, acabó siendo ausente”, afirma. Coincide el politólogo y asesor Ignacio Martín Granados: “Estuvo más moderado de lo que no tiene acostumbrados y eso, sumado al efectismo de Rivera, hizo que pareciera un fantasma”, asegura. “Soltaba mensajes con frases hechas más propias de tuits o titulares, sin ir al cuerpo a cuerpo”. Por eso, esta noche, “debe ser más agresivo para neutralizar la imagen de Rivera”.

El politólogo y profesor de la Universidad Carlos III Pablo Simón añade que el líder del PP debe plantearse la manera de “dar más apariencia presidencial” y mostrarse “algo más propositivo, aportando alguna medida adicional y clara” como, de hecho, hizo Rivera trasladando medidas concretas de bajada de impuestos y repasando su programa electoral para los autónomos.

TE PUEDE INTERESAR

Rivera asedia a Sánchez y roba el plano a Casado en un debate sin gancho

Rafael Méndez

Rivera, "demasiado cursi" al final

En el caso de Rivera, a pesar de que todos los expertos consultados coinciden —también la prensa— en que tuvo todo el protagonismo en comparación con Casado y supo confrontar directamente con Pedro Sánchez, hay aspectos que puede mejorar. Primero, “aflojar la agresividad”, que le dio un buen resultando en el primer debate, “sobre todo al ir contra los independentistas”, apunta Pablo Simón, pero que debe modular en esta segunda vuelta en la que los demás también subirán los decibelios. Si algo remarcan todos los analistas es que Rivera debe cambiar el estilo del minuto final, que no fue coherente con el tono y el mensaje mantenido a lo largo del debate.

“Fue excesivamente cursi. La escenografía en sí, con música de fondo mientras él decía lo del silencio no pegaba con el tono de los mensajes. Demasiado teatral y fuera de contexto”, indica José Manuel Sánchez Duarte. También César Calderón, politólogo y CEO de Redlines, recuerda que el minuto de oro “puede llegar a destrozar a un candidato que ha debatido muy bien” con “marcianadas” como la del silencio del líder de Ciudadanos. “En este de Atresmedia deberían plantearse todos intentar emocionar, pero de verdad, no de forma tan impostada”, insiste.

Además, como explica Julio César Herrero, director del Centro de Estudios Superiores en Comunicación y Marketing Político, Rivera debe intentar "parecer más creíble", interiorizando los discursos preparados y evitando una "sobreactuación" excesiva.

TE PUEDE INTERESAR

Del zasca a Rosa María Mateo al detector de la verdad: los seis momentos clave del debate

Paloma Esteban

Iglesias: "Usar menos la Constitución"

En cuanto a Pablo Iglesias, hay algo más de división en las opiniones. En general, los expertos apuntan que consiguió ser eficaz “fijando a los suyos”, en palabras de Sánchez Duarte, que considera que debe seguir en esa línea para ‘robar’ votos al Partido Socialista. También Pablo Simón cree que el candidato de Unidas Podemos, igual que Rivera, “logró ser efectista”, ya que ambos iban “a por los indecisos de su bloque de manera clara”. Eso sí, el profesor de la Carlos III considera que Iglesias “debería incidir más en la política de alianzas y polarizar tanto con Casado como con el líder de Ciudadanos”. Frente a los que le vieron tan efectista, algunos analistas consideran que mostró ciertas incoherencias abusando de las referencias a la Constitución.

“Sus intervenciones no eran coherentes con la oposición al régimen del 78, una de las claves que dio nacimiento a Podemos”, explica Sánchez Duarte. En la misma línea se sitúa Ignacio Martín Granados, que considera “excesivas” las veces que echó mano de la Carta Magna, “aunque buscaban moderarle y ser didáctico, le restó frescura”. También Rubén Rodríguez, socio de Mas Consulting, considera que “abusó” al hablar de la Constitución hasta el punto de “convertirse en carne de 'meme”. “En ocasiones, daba la sensación de que era un convidado de piedra en el debate”, asegura. "Si quiere referirse a algunos artículos, que los memorice. Pero no tiene ningún sentido leerla", concluye Julio César Herrero.

Que Iglesias buscara un perfil más moderado tiene sus pros y sus contras. Por un lado, “se presentó como una opción más sensata, perdiendo el tono mitinero al que nos tiene acostumbrados y consiguiendo una posición bastante neutral”, apunta Sánchez Duarte. En cambio, Martín Granados insiste en que esa excesiva búsqueda de moderación pudo hacerle perder gancho para muchos de sus fieles, aunque también “representó en muchas ocasiones la voz de la sensatez y el sentido común de la gente”. Algo que sí puede funcionar con los indecisos que duden entre él y Sánchez. La mayoría de analistas recomienda a Iglesias seguir la línea que mostró ayer en la segunda vuelta de esta noche.

Sánchez: "Improvisar más con sus rivales"

Sobre el presidente del Gobierno, también hay una cierta unanimidad en que su posición fue “inteligente” para “quedarse en un segundo plano” y “evitar cometer errores”. Sánchez Duarte insiste en que “aunque fuera excesivamente conservador en sus exposiciones, siempre es mejor quedarse ahí que ganar protagonismo, porque así puede evitar “meteduras de pata”. Sí considera que debe insistir en la unificación de la derecha y seguir tratando a Casado y Rivera como un único interlocutor. Eso sí, como apunta Julio César Herrero, "si quiere evidenciar un bloque de derecha arrastrado por Vox, solo puede hacerlo obligando a PP y a Ciudadanos a que se pronuncien sobre las propuestas de esa formación".

No haber cometido errores es lo que, según Martín Granados, hizo a Sánchez salvar el primer ‘match ball’, aunque no se luciera especialmente. “Creo que en el debate de hoy le veremos en la misma línea presidencialista, intentando mostrarse solvente y defendiendo el relato de su paso por Moncloa”. También, para César Calderón Sánchez, debe apostar por repetir la misma jugada: “Debe salir vivo de nuevo colocando su marco cuando le sea posible, que siempre es o la derecha o él, apoyándose en el formato de Atresmedia, que será menos rígido, e interrumpiendo a sus rivales con temas distintos a los que se estén abordando cuando el debate no le convenga”. Así lo hizo ayer también, por ejemplo, al recordar que era el Día Mundial de la Tierra, para sorpresa de todos.

Pablo Simón sí considera que el presidente debe “entrar en alguna réplica”, especialmente con Casado y Rivera, “no solo por apariencia presidencial, sino para desenvolverse con ellos mejor”. Rubén Rodríguez apoya esta teoría, recordando que Sánchez “abusó de las cifras sin utilizar ejemplos que resultaran comprensibles para el votante”, y se le vio nervioso, sobre todo al principio, “faltándole capacidad de improvisación a la hora de responder a los ataques”. De nuevo, insiste el socio de Mas Consulting, debe ser capaz de confrontar mejor con sus contrincantes.