Sánchez pasa página del lío de los debates y llama al voto útil en el esprint final del 28-A

Es un clásico de todas las campañas del PSOE. Sucede en la recta final. El llamamiento al voto útil. Y en esta, también. Que los ciudadanos no se despisten y no voten a "intermediarios" para desahogarse porque lo que está en juego es que vuelva "la derecha de tres siglas", el "retroceso" a una España de 40 años atrás. Era el mensaje esperable de un Pedro Sánchez que necesita que los suyos no se confíen, a los que pide que "aprieten" y mucho en el último aliento de este largo camino hacia las generales. El presidente pasa así también página del lío de los debates, que ha dominado el primer tramo de esta trayectoria hacia las urnas y que en buena medida generó su partido con las idas y venidas por cálculo estratégico. Sánchez pisa el acelerador y demanda todo el voto de la izquierda pero también del centro.

El candidato socialista alcanza el ecuador de la campaña del 28-A con todas las encuestas a favor (al menos hasta ahora), y ve la victoria, que sería la primera de su partido en 11 años, muy cerca. Pero es consciente de que el esprint es clave y todo puede saltar por los aires. De ahí las alertas que envía a sus bases. Y las que repitió este sábado desde Alicante, desde el pabellón Florida Babel, junto al 'president' y aspirante a la reelección, Ximo Puig, y el cabeza de cartel al Congreso por la provincia, el ministro de Ciencia, Pedro Duque. Todo a una semana de la cita con las urnas y antes de desaparecer de escena para prepararse a fondo para los dos debates que marcarán un hito central en este 28-A, el del lunes en RTVE y el del martes en Atresmedia.

De nuevo, Sánchez calzó el discurso que está llevando a toda España en las últimas semanas. Pero introdujo como novedad ese llamamiento al voto útil. Hizo especial hincapié en esa idea ante los 1.500 simpatizantes y militantes que, según la organización, llenaban el pabellón alicantino (cifra considerable dado el temporal de gota fría que azota con fuerza la costa levantina): "Queremos que España mire al futuro y el futuro no tiene intermediarios. Quien quiera futuro tiene que votar al PSOE porque si se vota a otras formaciones políticas, mayores opciones tendrá el bloque de la involución de sumar y gobernar a partir del próximo 28 de abril".

Queremos que España mire al futuro y el futuro no tiene intermediarios. Quien quiera futuro tiene que votar al PSOE

"La única manera de que las tres derechas no sumen", insistió, es "la opción que representa el PSOE". Aún lo formuló de una tercera forma: "Cualquier otro voto que vaya a otra formación aumenta las posibilidades de que las tres derechas sumen". El candidato no perdió la ocasión de revivir la foto de Colón, de subrayar que los líderes de PP, Ciudadanos y Vox, Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal, "van juntos a todos lados", hasta "comparten mesa y mantel con copita de vino" y ahora se irán "juntitos a la oposición".

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"No retrocedamos, no volvamos al pasado"

En ese llamamiento al voto útil, el presidente del Gobierno estaba aludiendo implícitamente a Unidas Podemos, su principal competidor por la izquierda y al que nunca cita en sus mítines. Pero no solo. Las encuestas dicen que habría recibido ya un caudal masivo de votos de los morados: un cuarto de los electores de Pablo Iglesias en 2016 tendrían ya decidido pasarse al PSOE. Sánchez ambiciona también la confianza de los votantes de centro, también de los que "nunca" han elegido al PSOE pero creen que ahora es la alternativa que representa la "moderación", la España "cabal" y "sensata".

Sánchez pide la confianza de quienes en el pasado votaron "otras opciones que pensaban que eran de centro [Cs] y ahora se ha visto dónde están"

Este sábado aún fue más claro respecto a aquellos que apostaron antes por Ciudadanos, los que en el pasado votaron "otras opciones que pensaban que eran de centro y ahora se ha visto perfectamente dónde están". Y si ahora vuelven a votarles, avisó, "mayores opciones tendrá el bloque de la involución".

"No retrocedamos, no volvamos al pasado. España se merece el mejor de los futuros. España es un gran país que siempre merecerá avanzar, caminar hacia delante, avanzar y caminar hacia el futuro. Hoy más que nunca debe ganar el PSOE", sostuvo. Como siempre, Sánchez situó la disyuntiva de esta campaña en "avanzar o retroceder", progresar en "justicia social, convivencia y regeneración democrática" o ir hacia atrás, con el retorno de las derechas, que significará "más recortes, desigualdad, corrupción y enquistamiento de la confrontación territorial". Se trata, pues, de que no vuelvan "los malos hábitos" que se enterraron, a su juicio, hace diez meses. Entonces también acabaron "las cloacas del Estado". "Se fueron por el desagüe de la moción de censura", expresó.

Sánchez pidió a los suyos que no se confíen. Que hay precedentes. Se refirió a las autonómicas andaluzas del pasado 2 de diciembre, en las que los sondeos concedían la victoria al PSOE. Ganó, sí, pero no gobernó. Y en Finlandia, las encuestas colocaban a la ultraderecha más atrás y se quedó a solo 6.000 sufragios y dos décimas de los socialdemócratas, que vencieron en las generales del pasado 14 de abril.

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"Quedan muy pocos días —alertó Sánchez— y cuando uno corre no puede aflojar, hay que apretar el ritmo. Nada está escrito. Lo importante es cómo acaba la competición", y él espera que concluya con "una gran victoria del PSOE en España y en la Comunidad Valenciana", que también celebra sus autonómicas y en las que Ximo Puig se juega su continuidad en el poder.

Puig arremete contra Álvarez de Toledo: "De Cayetana qué os voy a decir: ¡no se puede ser más facha, de verdad! ¡Ya no se puede!"

"¡Tenemos que darlo todo!". Ese llamamiento a un triunfo y holgado rotundo del PSOE también lo demandó el 'president', quien recordó que en su región el partido puede volver a ser primera fuerza después de 30 años. "Yo prefiero que las encuestas vayan bien, pero no votan las encuestas, sino los ciudadanos. Tenemos que salir de aquí a ganar, ganar, no a ganar por un poquito, porque si ganamos nosotros, gana la gente, gana la racionalidad y el progreso". Puig pidió el voto con el objetivo de "parar la coalición contra el progreso", la que forman PP, Cs y Vox.

Fue entonces cuando el líder autonómico socialista lanzó un duro ataque contra Cayetana Álvarez de Toledo, la número uno por Barcelona del PP, que el pasado martes, en el debate a seis en RTVE se enredó con sus oponentes a cuenta de la tipificación de los delitos sexuales. El PSOE lleva en su programa que se considere violación cuando no hay consentimiento expreso de la mujer. "¿Un silencio es un no? ¿De verdad van diciendo ustedes sí, sí, sí, hasta el final?", espetó la candidata. "De Cayetana qué os voy a decir: ¡no se puede ser más facha, de verdad! ¡Ya no se puede!", exclamó este sábado Puig. "Quieren blanquear lo imblanqueable".

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Sánchez no salió de su traje presidencial —ha prometido "guante blanco" y "perfil zen" incluso en los debates—, pero sí criticó las palabras de Álvarez de Toledo. "¿Qué es esto de frivolizar con las agresiones sexuales?", inquirió, señalando que "por supuesto" que hay que cambiar el Código Penal, para que quede claro que cuando una mujer dice "no es no, y todo lo que no sea un sí es un no".

El presidente no volverá a reaparecer hasta el lunes, en el debate de RTVE. El domingo y lunes los dedica a la preparación de las citas en televisión, y para el martes tampoco tiene agenda hasta el programa en Atresmedia por la noche. El candidato no volverá a la carretera, pues, hasta el miércoles. Le tocará entonces Badajoz y Asturias. Jueves y viernes últimos de campaña estará en Granada y Barcelona y Toledo, Madrid y Valencia.