Sánchez busca a los indecisos: "Hay un riesgo real de que sumen las derechas"
Arranca en el fortín de Dos Hermanas la recta final con la advertencia de que no pueden confiarse con las encuestas, en un acto donde Díaz tuvo que lidiar en territorio hostil
Desde 2008 el PSOE no arrancaba una campaña electoral como favorito en las encuestas. Pedro Sánchez eligió Dos Hermanas, su reducto en el PSOE de Sevilla, su sitio talismán desde que hace dos años anunció aquí que no se rendía y volvería para enfrentarse a Susana Díaz en unas primarias que finalmente ganó. Pese al maquillaje de campaña, el ambiente de división era palpable.
Entonces, enero de 2017, sentenció: "Será un honor liderar vuestro proyecto político". Lo dijo en un espacio conocido como el Lago de la Vida. Este jueves proclamó en el recinto ferial ante 2.500 asistentes, según la organización: "Tenemos que teñir de rojo España y que el PSOE vuelva a ganar después de 11 años".
Sánchez insistió en pedir a los suyos que no se relajen, que convenzan a quienes van a quedarse en casa de que tienen que ir a votar, porque "hay un riesgo real, evidente". "No nos relajemos", "no nos confiemos", reclamó a cuatro horas del inicio oficial de la campaña. Si las tres derechas suman, sostuvo, se aliarán como en Andalucía. Si eso ocurre, advirtió, "si las derechas suman", volverá "la confrontación territorial", "la corrupción volverá a las instituciones" y volverán "los recortes".
El candidato socialista pidió a los suyos que le digan a cada vecino que el PSOE nunca ha dejado de defender la Constitución. "Nunca hemos cambiado de posición, siempre hemos estado en el mismo lugar", subrayó, negando cualquier alianza con el independentismo. "En diez meses no hemos podido cambiar España, pero hemos puesto rumbo a otra España", dijo el candidato socialista, repasando no solo lo logrado, sobre todo los decretos sociales de los últimos viernes, sino también todo lo que se les "ha quedado en el tintero". "No faltamos a esa cita", animó una vez más pidiendo el voto de los indecisos. Un niño subió al atril donde Sánchez daba el mitin para sorprenderlo dándole un dibujo de sus adversarios políticos.
El PSOE se sabe favorito pero también admite que es importante la movilización y no oculta preocupación por la bolsa del 41% de indecisos
El PSOE se sabe favorito pero también admite que es importante la movilización y no oculta preocupación por la bolsa de indecisos, un 41,6%, según el CIS. Además en Andalucía se vivió la experiencia de diciembre, donde todas las encuestas daban ganadora a Susana Díaz, que venció en las autonómicas pero fue desalojada por la suma de PP y Cs con la alianza de Vox desde el Parlamento andaluz.
Los socialistas cuentan con que la campaña será decisiva para que la izquierda no se quede en casa ni se abone a la abstención. Ya la precampaña ha llevado a Sánchez desde enero a recorrer todo el país y por delante le quedan, según su equipo, más de 15.000 kilómetros en dos semanas. Lo advirtió Susana Díaz: "A mí las encuestas de estos días me recuerdan mucho a lo que pasó en diciembre", alertando del efecto desmovilizador de dar por segura una victoria.
El alcalde de Dos Hermanas, Quico Toscano, está al frente de un fortín socialista que desde 1983 no conoce otro regidor. Él fue desde el principio uno de los grandes valedores de Sánchez y de los pocos en el PSOE andaluz capaz de plantar cara a Susana Díaz. Así que pese a ser tierra andaluza, esta vez era a la expresidenta a la que le tocaba lidiar en territorio hostil.
"Celebraremos aquí la victoria de Pedro", proclamó Toscano, que habló 32 minutos, arrancando el primer aplauso en el recinto ferial de Dos Hermanas, junto a la "avenida de España", defendió. Dos Hermanas, de sangre socialista, está entre las 12 ciudades más pobladas de la comunidad, con 140.000 habitantes, y es donde más glorietas posiblemente haya de todo el país. Unas 200, dijo el alcalde. Solo en las cercanías del recinto ferial donde se celebró el mitin 17, una por comunidad autónoma.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue presentada por Toscano: "Has sido consejera de Salud, consejera de Hacienda, hoy eres ministra y mañana serás lo que quieras". Quizás líder del PSOE andaluz y sucesora de Susana Díaz, leerían muchos entre líneas mientras la derrotada y supuesta sustituida escuchaba atenta en la primera fila junto a Sánchez. Montero suena como la apuesta de Ferraz para relevar a la líder socialista como candidata en la Junta. Ella se dedicó a alabar a Pedro Sánchez y a desplegar las medidas de su Gobierno, desde el salario mínimo a su apuesta por el feminismo y la agenda social. "Los de las derechas son unos tristes, no se enteran, están un poquito desesperados y no dan pie con bola", proclamó, convencida de que la victoria de Sánchez vendrá desde el Sur.
Susana Díaz rememora los 140 años del partido y advirtió de que estas son las elecciones más importantes "en los últimos 40 años"
"Aquí está Susana Díaz, no necesita presentación", dijo Montero, mientras sonaba la sintonía y subía al escenario. La líder del PSOE andaluz rememoró los 140 años del partido y advirtió de que estas son las elecciones más importantes "en los últimos 40 años" con una sola ecuación: "Pedro o el resto".
"Pensé que las listas negras eran las historias de los abuelos", dijo Díaz sobre la petición de Vox, denegada por el Gobierno, de tener datos de los trabajadores de violencia de género. Advirtió de "la derecha más cruel, egoísta, xenófoba", advirtió de supuestos retrocesos en educación, dependencia o sanidad pública. "Si no vamos a votar vuelve el peor rostro de la derecha, esta derecha no es a la que se presentó Felipe [González] en los 80, ni la de los 90, ni siquiera la de guerra de Irak", dijo la expresidenta andaluza. De momento el PSOE hace un esfuerzo por no dejarse arrastrar por la euforia de las encuestas. Va con el viento a favor pero teme la abstención y los indecisos.
Desde 2008 el PSOE no arrancaba una campaña electoral como favorito en las encuestas. Pedro Sánchez eligió Dos Hermanas, su reducto en el PSOE de Sevilla, su sitio talismán desde que hace dos años anunció aquí que no se rendía y volvería para enfrentarse a Susana Díaz en unas primarias que finalmente ganó. Pese al maquillaje de campaña, el ambiente de división era palpable.
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