Ciudadanos confía a Arrimadas el 28-A y prepara su relevo en Cataluña

"Caminemos juntos hasta el gobierno de España". Siete palabras. Fueron las últimas que pronunció Inés Arrimadas este sábado en Madrid, al confirmar lo que llevaba días en el aire: que encabezará la lista por Barcelona al Congreso en las elecciones del próximo 28 de abril. El lunes se presentará a las primarias del partido y, en cuanto la votación lo confirme, será oficialmente parte del cartel a las generales. Habló emocionada, con la voz entrecortada. Tras el anuncio, Albert Rivera subió a la tarima para acompañarla y repitió la misma frase. "Vamos a gobernar este país juntos, vamos a hacerlo de la mano".

El tándem está ya claro. Y el mensaje de la campaña, también. El candidato a la presidencia será Rivera, pero los votantes deben tener claro que votarle a él, es votarle a ella. Es la carta que Ciudadanos se guardó hasta este fin de semana, la del caballo ganador, la apuesta definitiva. En sendos discursos quedó clara esa intención: "Hay que luchar por la España de verdad, por la que nos merecemos", dijo Arrimadas. "Y si no lo hace Ciudadanos y no lo hace ahora, ¿cuándo?", concluyó. El partido naranja tiene claro que su gran lema de campaña será ese: el de ahora o nunca. El de ofrecer el máximo posible —incluyendo a su máximo referente después de Rivera en las listas— para escenificar la alternativa. Primero a Pablo Casado y, después, a Pedro Sánchez.

La decisión de que Arrimadas se presentara a las generales fue conjunta y llevaba cocinándose a fuego lento bastante tiempo. El runrún era inevitable en las filas del partido, igual que en los medios de comunicación. "Tiene todo el sentido del mundo", se escuchaba a todas horas. Pero nadie de la dirección, tampoco la protagonista, dieron señas de ese anuncio hasta esta misma semana. De hecho, hasta hace apenas unos días, Arrimadas seguía insistiendo en que su objetivo era ser presidenta de Cataluña.

La cúpula naranja tenía claro que se necesitaba un golpe de efecto para el 28-A. Primero, para dar la vuelta a las encuestas recientes que apuntan a una mejora notable para el Partido Socialista, aupado en estos meses en el gobierno. Y, segundo, para demostrar que Rivera irá acompañado del mejor cartel posible y batir al mismo tiempo a su rival en el espectro de la derecha. La formación naranja considera que el liderazgo de Pablo Casado "no está consolidado", cuestión que se agrava "ante la evidente falta de equipo", según explican algunos dirigentes. Ciudadanos quiere hacer ver que no es solo Rivera. Que está Arrimadas y que habrá más novedades. El propio líder del partido lo avanzó en la plaza de la Villa lo que anticipa que habrá independientes conocidos en las listas.

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Pero la incorporación de la líder de Cataluña es la clara apuesta del partido para el 28-A. Que protagonizara la campaña andaluza, al mismo nivel que el propio candidato, Juan Marín, (hoy vicepresidente de la Junta), también lo fue. Y funcionó. En el partido son conscientes de que Arrimadas "suma siempre", y que lo hace en toda España. Y en abril "hay que sumar más que nunca", dicen.

El nuevo liderazgo catalán

La consecuencia directa de la marcha de Arrimadas al Congreso será su relevo en Cataluña. Este es uno de los principales miedos dentro del partido, en distintos sectores más allá de la dirección. La formación inicia a partir de ahora una tarea clave: preparar un nuevo liderazgo que permita a Ciudadanos seguir como el primer partido en Cataluña tras la histórica victoria de diciembre de 2017. Arrimadas llevó a la formación naranja a ganar las elecciones, por encima de los partidos independentistas, siendo la primera fuerza y logrando 36 escaños.

Y no solo eso. Ciudadanos es ya el gran referente constitucionalista en la comunidad que lo vio nacer, y su fuerza en este territorio, sumada al discurso contra el nacionalismo, es la piedra angular que sostiene al partido. De ahí que el relevo de Arrimadas es además de delicado, un asunto capital.

En todo caso, fuentes de la dirección insisten en que no será algo inmediato. Arrimadas puede mantener su escaño hasta que sea diputada electa en las Cortes o puede dejarlo antes. Pero la formación es partidaria de que ella capitanee la transición en estos próximos dos o tres meses. Como viene alertando este diario, la diputada autonómica y senadora, Lorena Roldán, se está consolidando como talento emergente dentro del partido.

La dirección confía en ella y desde hace meses su proyección es indiscutible. Aparece en medios nacionales todas las semanas y acude a debates espinosos en televisión. Sus intervenciones en el Senado han sido premiadas por la cúpula y los principales dirigentes reconocen que tiene una dialéctica política muy similar a la de Arrimadas. Algo que le hace ganar enteros por momentos. No son pocos los que en el partido señalan otras semejanzas. "Es trabajadora, meticulosa e incisiva, exactamente igual que Inés", insisten.

Carlos Carrizosa, número dos en el Parlament, será la otra pieza esencial en el nuevo liderazgo. La tarea desempeñada hasta el momento, su conocimiento de los entresijos jurídicos de la Cámara autonómica y del propio 'procés' separatista, sumado al día a día del grupo parlamentario le convierten directamente en el otro capitán de la nave. Al terminar su intervención y antes de tomar asiento, Arrimadas y él se abrazaron. "Siempre que he dudado, he decidido dar un paso al frente", comentaba la dirigente pocos minutos antes. El paso tiene consecuencias y efectos para el resto también.