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Rivera afronta su sí a Rajoy más complicado en pleno juicio de la Gürtel
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el líder naranja MANTIENE PERFIL BAJO

Rivera afronta su sí a Rajoy más complicado en pleno juicio de la Gürtel

La formación de centro saca pecho por los compromisos que arrancó al PP el pasado agosto, aunque reconoce que el juicio de la trama complica su imagen mientra sigue apoyando a Rajoy

Foto: Los diputados de Ciudadanos Albert Rivera, Juan Carlos Girauta y Melisa Rodríguez, esta tarde durante el pleno del Congreso. (EFE)
Los diputados de Ciudadanos Albert Rivera, Juan Carlos Girauta y Melisa Rodríguez, esta tarde durante el pleno del Congreso. (EFE)

Ciudadanos se mantiene a la espera, como el resto de formaciones, a los acontecimientos que surjan en el seno del Partido Socialista. El partido de centro también reconoce un cierto optimismo con el cambio de interlocutor en Ferraz, pero mantendrá la prudencia hasta el comité federal. La prioridad sigue siendo el desbloqueo del país y evitar las terceras elecciones y, tras el pacto de investidura alcanzado con el PP el pasado agosto —que se mantiene—, la única condición que Rivera y los suyos ponen a Rajoy para volver a darle el sí es la garantía de que tendrá los apoyos suficientes. Es decir, 11 abstenciones que, 'a priori', han de salir de las filas socialistas. Sin embargo, mantener su postura es ahora más complicado que nunca para la imagen de los centristas, en pleno juicio de la trama Gürtel, con titulares continuos como el que Francisco Correa dio este jueves: "Génova era como mi casa".

Foto: El presunto cabecilla de la trama Gürtel, Paco Correa, a su salida de la Audiencia Nacional, este 13 de octubre en San Fernando de Henares, Madrid. (EFE)
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El partido naranja no endurecerá su posición con los populares, al entender que la lista de condiciones de regeneración y lucha contra la corrupción impuestas al PP el pasado verano cumple con esa tarea holgadamente, y el objetivo ahora es trasladar ese éxito a la sociedad. "Son medidas suficientemente duras y gracias a nosotros va a haber una comisión de investigación en el Congreso sobre todos estos casos", insisten dirigentes de centro. De hecho, en la formación liderada por Albert Rivera afirman que ya sabían que este juicio arrancaría en otoño y, aunque reconocen que "no ayuda" en absoluto de cara a la futura investidura de Rajoy, entienden que lo mejor que podían hacer desde su posición era conseguir que los populares se comprometieran con esas medidas.

A pesar de ello, el líder naranja evitó ayer hacer cualquier declaración sobre el asunto, y todo apunta a que mantendrá un perfil bajo en los próximos días durante la lluvia de informaciones que pondrían de manifiesto el funcionamiento de la mayor trama corrupta dentro del Partido Popular. En su lugar, el vicesecretario general, José Manuel Villegas, sacó pecho por el trabajo realizado en su partido al colocar a los conservadores un "corsé anticorrupción" con la firma de las seis condiciones. "Si lo dejaráramos a la voluntad del PP, lo seguirían haciendo", apuntó, tras reconocer que las declaraciones de los primeros imputados como el cabecilla de la trama "son graves, pero no nuevas".

En ese sentido, el partido centrista considera que sus pasos han sido los correctos, especialmente tras el 26 de junio, cuando perdieron ocho escaños con respecto a diciembre, quedándose en 32 diputados nacionales. Como explicó Villegas y se reafirman otros dirigentes, la estrategia de haber exigido al PP firmar un documento con esas seis medidas antes de empezar la verdadera negociación para votar afirmativamente en la investidura fue el primer logro. Y después, decidir no formar parte de un Gobierno "que no sea de regeneración" y que siga presidido por Rajoy, y forzar a los conservadores a crear una comisión de investigación parlamentaria sobre la presunta financiación ilegal de su partido.

Foto: El portavoz de la comisión gestora del PSOE, Mario Jiménez, el pasado 10 de octubre en Ferraz. (EFE)

Aun así, los próximos días serán complicados porque seguirán las comparecencias de los principales actores del caso Gürtel en la Audiencia Nacional. El partido de centro espera que el mayor coste lo deba soportar el Partido Popular, pese a que en los últimos comicios autonómicos en Galicia y País Vasco la corrupción no le pasó factura una vez más. Por otro lado, los socialistas continúan acaparando toda la atención y en Ciudadanos esperan que el foco siga encima del PSOE hasta el comité federal que se celebrará casi con toda seguridad el 23 de febrero. La formación centrista insiste en que la pelota está en el tejado del PSOE, que es la "única clave" para desbloquear la situación. Mientras tanto, Ciudadanos tratará de recordar a la opinión pública las exigencias interpuestas al PP para que casos como el actual "no se puedan volver a repetir".

Los socialistas, por su parte, se encuentran inmersos en contactos internos para determinar si se abstendrán o no en la investidura, y en caso afirmativo cómo lo articularán. Eso sí, la abstención está sobre la mesa gracias al apoyo que Ciudadanos sigue garantizando a Rajoy, que acudirá de nuevo a la Cámara Baja en la última semana de octubre con 170 apoyos —los 137 del PP, 32 de C's y uno de Coalición Canaria—.

A la espera de la última semana del mes

Felipe VI recibirá a los distintos representantes parlamentarios en el Palacio de la Zarzuela los días 24 y 25 y designará a Mariano Rajoy como candidato con refrendo de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, si confirma que cuenta con los avales necesarios. Lo que parece claro ya, según el calendario que manejan tanto en el PP como en el PSOE, es que la primera votación será el jueves 27. Lo que está por determinar es si la intervención del candidato como en anteriores ocasiones será la tarde del miércoles o si, por el contrario, todos los turnos de palabra se condensarán el mismo día 27, empezando por Rajoy. Una segunda votación será necesaria, ya que en la primera el candidato popular no obtendrá mayoría absoluta. La Constitución establece entonces que a las 48 horas se producirá una nueva votación, el sábado, en que la mayoría simple será suficiente.

Y el debate de investidura no será la única cita clave para España en esos días. El viernes 28 y sábado 29, Felipe VI y Rajoy están citados en la XXV Cumbre Iberoamericana en Cartagena de Indias, a la que acudirá el monarca acompañado casi con toda seguridad del ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos. Si Rajoy resultara investido en la votación del sábado, la firma del decreto con la estampa del Rey podría ser el lunes 31, precisamente la fecha en que vencen los plazos constitucionales para un acuerdo antes de convocarse elecciones.

Ciudadanos se mantiene a la espera, como el resto de formaciones, a los acontecimientos que surjan en el seno del Partido Socialista. El partido de centro también reconoce un cierto optimismo con el cambio de interlocutor en Ferraz, pero mantendrá la prudencia hasta el comité federal. La prioridad sigue siendo el desbloqueo del país y evitar las terceras elecciones y, tras el pacto de investidura alcanzado con el PP el pasado agosto —que se mantiene—, la única condición que Rivera y los suyos ponen a Rajoy para volver a darle el sí es la garantía de que tendrá los apoyos suficientes. Es decir, 11 abstenciones que, 'a priori', han de salir de las filas socialistas. Sin embargo, mantener su postura es ahora más complicado que nunca para la imagen de los centristas, en pleno juicio de la trama Gürtel, con titulares continuos como el que Francisco Correa dio este jueves: "Génova era como mi casa".

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