Podemos emplaza a Sánchez para abrir una negociación en la que levantaría el veto a C's

Podemos sigue esperando la llamada de Pedro Sánchez para iniciar negociaciones de cara a la conformación de un Gobierno alternativo a Mariano Rajoy. Unas negociaciones libres de vetos, ya que la formación está dispuesta a sentarse junto a Ciudadanos, como ha propuesto en público el secretario general de los socialistas. Por falta de voluntad de Podemos no será. Este ha sido el mensaje que ha transmitido el secretario de Organización, Pablo Echenique, sin dejar de esconder su "sorpresa" por la inacción del PSOE, a quien "corresponde la iniciativa", tras la reunión de la ejecutiva del partido.

El "trío" PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos que pretende formar Sánchez es casi "imposible" para Echenique, pero no debido a sus reticencias, sino a las de Albert Rivera, según ha asegurado, porque "una de esas tres patas ya dijo mil veces que no". El dirigente de Podemos ha vinculado el proyecto político de Ciudadanos con el del PP, lo cual convierte las posibilidades de entendimiento entre las tres formaciones en una "especulación de ciencia ficción", pero al mismo tiempo ha negado vetos y se muestra dispuesto a formar parte de una mesa negociadora a tres. "La única vez que ha habido vetos ha sido por parte de Ciudadanos, no de Podemos", afirmó el secretario de Organización en referencia al acuerdo entre PSOE y C's de la pasada legislatura, pues "llegamos a la mesa con un documento cerrado del que no se podía mover ni una línea".

El propio Echenique fue el encargado de anunciar la pasada semana que se estaban cerrando los flecos para celebrar una reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, a instancias del líder socialista. Sin embargo, nadie levantó el teléfono en Ferraz y el esperado encuentro se quedó en una mera declaración de intenciones. El cruce de reproches entre ambos líderes a través de los medios de comunicación y la guerra interna recrudecida en el PSOE, con varios barones empujando a su secretario general, de forma nada clara, hacia la abstención, y advirtiéndole de que su sueño de un Gobierno transversal es imposible, acabó por enterrar la posibilidad de una foto entre Iglesias y Sánchez.

En Princesa 2 se niegan a la resignación y han vuelto a emplazar públicamente a Sánchez para que mueva ficha cuanto antes. Esperan que este movimiento se produzca antes del 25-S, fecha de celebración de los comicios vascos y gallegos, y no han dejado de apuntar las "dos posiciones en disputa en el PSOE" como posible motivo para que el secretario general de los socialistas "diga unas cosas en público y haga lo contrario en privado". Con ello se refieren al emplazamiento tanto a Podemos como a Ciudadanos para sentarse a negociar, como ha repetido durante los últimos días en los mítines electorales, a lo cual estarían dispuestos desde la formación morada, compartiendo incluso mesa con Ciudadanos.

Gobierno de coalición

Desde Podemos, sigue defendiéndose como primera opción para desbloquear la actual situación política la formación de un Gobierno de coalición junto al PSOE. La única certeza ante una nueva sesión de investidura es que votarían que no si se vuelve a presentar Mariano Rajoy y apoyarían a Sánchez si forman parte de su Gobierno. En caso de que el líder del PSOE se presentase sin pactos de gobierno, "habría que ver los detalles".

La ejecutiva del partido no ha abordado todavía cuáles serían los ejes programáticos que defenderían en la hipotética negociación, pues sin antes descolgar el teléfono lo consideran prematuro, aunque entienden que lo primordial es "sacar a nuestro país de la crisis y la emergencia social mediante un Gobierno de PSOE y Unidos Podemos, pero los detalles solo pueden decidirse negociando", ha indicado Echenique.

Desde Ferraz, confirmaron a finales de la pasada semana que "no hay nada previsto" en los próximos días, y ni siquiera se atreven a asegurar si ese encuentro con Iglesias se producirá a lo largo de esta semana. En el PSOE no sentaron bien las formas de Podemos, y molestó que Echenique airease la disposición de Sánchez a una entrevista más larga cuando la idea era canalizar los contactos con más discreción. El secretario de Organización se negó a hacer autocrítica a este respecto afeando que "una llamada telefónica es lo suficientemente discreta y ni siquiera se produce".