Barberá, Bárcenas, Matas: el horizonte penal del PP arruina la negociación de Rajoy
La inminente imputación de Rita Barberá se suma al resto de escándalos recientes —Soria, Bárcenas, Matas...—, que pueden perjudicar seriamente a Rajoy en su camino a otra investidura
El otoño será difícil para el Partido Popular. La inminente imputación de Rita Barberá y el desfile de miembros de la formación y exdirigentes por distintos juzgados los próximos meses sitúan una vez más a Mariano Rajoy en una posición muy complicada mientras se intenta reanudar el proceso de formación de Gobierno o, si no hay fumata blanca, se confirman unas terceras elecciones generales. Precisamente el frente judicial que espera a los conservadores fue el mayor escollo entre los equipos negociadores de PP y Ciudadanos durante el mes de agosto, que tuvo final feliz días antes de que se produjera el debate de investidura. Eso sí, el preacuerdo con las seis exigencias de regeneración ahora está a punto de cobrarse su primera víctima: lasenadora y exalcaldesa de Valencia.
El documento con sello naranja era claro al respecto: apartar a cualquier imputado por corrupción política de su escaño o cargo público. Tras la apertura de causa por parte del Tribunal Supremo, es cuestión de días que la senadorasea formalmente imputada —ahora investigada—, siguiendo los pasos habituales. En Génova preparan ya la renuncia de la que ha sido una pieza clave en el partido por su trayectoria y relación con el presidente del mismo y del Gobierno en funciones, y que, sin embargo, ha propiciado grandes quebraderos de cabeza al PP en los últimos tiempos. Más allá del alivio que pueda suponer la marcha de Barberá, el camino de Rajoy hacia otra investidura se puede ver muy perjudicado a causa del chorreo de escándalos. De hecho, fuentes del PSOE confirmaron este martes que la abstención del grupo liderado por Pedro Sánchez queda todavía más lejos a causa de estas noticias.
Lanotificación del Supremo, que considera necesario seguir investigando a la senadora por indicios que apuntan a un delito de blanqueo, se conoció este martes horas antes de queLuis de Guindoscompareciera en comisiónpor el denominadocaso Soria. El cargo frustrado para el exministro de Industria en el Banco Mundial tras las informacionespublicadaspor El Confidencial, que probarían irregularidades en el nombramiento, protagonizó la última polémica dentro del partido conservador y despertó un importantemalestar internoentre miembros significativos del PP, poco dados a mostrar disensiones en público. El Gobierno en funciones trató dedar carpetazoal asunto pidiendo a Soria la renuncia, nombrando al exsecretario de Estado de Economía Fernando JiménezLatorre en su lugar y enviando a Guindos al Congreso a dar explicaciones.
Pero la propuesta del 'ministro de los papeles de Panamá' para la institución financiera, como publicaron prestigiosos medios internacionales comoBloomberg, no se salvó de portadas que traspasaron las fronteras, y todos los grupos políticos de la oposición —incluidoCiudadanos— se ocuparon de recordar al Ejecutivo la mala imagen que supuso para España en el exterior. Lo hizo en varias ocasiones Albert Rivera, que también advirtió de que en cuanto Barberá sea imputada, el PP “deberá hacerla dimitir” si espera seguir contando con los 32 diputados de centro en caso de que se produzca un segundo debate de investidura con Rajoy a la cabeza.
Bárcenas, Matas, tarjetas opacas, Gürtel...
Y por si Barberá y Soria no hubieran acaparado suficiente controversia, este martes el diario ‘El Mundo’ publicó el supuesto acuerdoque el expresidente de BalearesJaume Matashabría alcanzado con el fiscal Pedro Horrach para,a cambio de confesar sus delitos, no volver a ingresar en prisión. En concreto, el fiscal rebajará sus acusaciones si el exdirigente del PPreconoce haber recogido un sobre en la sede popularcon instrucciones para amañar la adjudicación del Hospital de Son Espases. Una afirmación que, fuera de toda duda,dejaría al partido en un escenario muy delicado. No sería la primera vez que el expresidente balear colabora con la Justicia. Ya hace unos meses, Matas ponía a disposición de la Audiencia Provincial de Baleares el palacete que tiene en Palma de Mallorca a fin de reparar el daño causado en el marco del caso Nóos, que implica también a Iñaki Urdangarin. En esta otra causa, el exdirigente está implicado por un presunto desvío de 2,3 millones de euros públicos en dos foros sobre turismo y deporte organizados en la isla.
Antes de que termine este mes, los tribunales se convertirán en grandes protagonistas. El próximo 26de septiembre arranca el juicio de las tarjetas opacas de Caja Madrid y el último día del mes comenzarán los interrogatorios a los 65 usuarios de las ‘black’, que afectarán a distintos partidos y organizaciones sindicales. Previsiblemente,inaugurarán la vista los dos expresidentes de la entidad, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, para quienes Anticorrupción solicitó seis y cuatro años y medio de cárcel, respectivamente.
Y en octubre llegará el plato fuerte para el PP, uno de los juicios más esperados y mediáticos de los últimos años: el de latrama Gürtel.Se trata de la mayor red corrupta que afecta a la formación liderada por Mariano Rajoy y que incluye peticiones de penas de cárcel que alcanzan los 125 años para el cabecilla de la trama, Francisco Correa, 85 años y medio para el que fuera secretario de Organización del PP gallegoPablo Crespo, o más de 42 años para elextesorero Luis Bárcenas. Entre los testigos más sonados que deberán acudir, hay varios exministros del PP, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja y Ana Mato. También desfilarán por los pasillos del juzgado para prestar su testimonio Esperanza Aguirre y miembros de su Gobierno en la Comunidad de Madrid, como Alberto López Viejo y Carlos Clemente.
Encima de la mesa continúan casos como el de la supuesta financiación ilegal del PP dentro de los conocidos como papeles de Bárcenas o el denominado caso Púnica, que afecta de lleno a los conservadores madrileños ycuya instrucción todavía no ha concluido. Un aluvión de casos que mirarán directamente a Génova 13 y su presidente, Mariano Rajoy, que mientras tanto intentará recabar los suficientes apoyos parlamentarios para volver a ser investido presidente del Gobierno o, en otro de los escenarios posibles, luchará por mejorar los resultados del PP en las terceras elecciones que España podría enfrentar en un solo año.
El otoño será difícil para el Partido Popular. La inminente imputación de Rita Barberá y el desfile de miembros de la formación y exdirigentes por distintos juzgados los próximos meses sitúan una vez más a Mariano Rajoy en una posición muy complicada mientras se intenta reanudar el proceso de formación de Gobierno o, si no hay fumata blanca, se confirman unas terceras elecciones generales. Precisamente el frente judicial que espera a los conservadores fue el mayor escollo entre los equipos negociadores de PP y Ciudadanos durante el mes de agosto, que tuvo final feliz días antes de que se produjera el debate de investidura. Eso sí, el preacuerdo con las seis exigencias de regeneración ahora está a punto de cobrarse su primera víctima: lasenadora y exalcaldesa de Valencia.
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