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Lo que no se vio en la investidura: la madre de Iglesias, Viri y la ausencia de Espe
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LOS INVITADOS de las tribunas al debate

Lo que no se vio en la investidura: la madre de Iglesias, Viri y la ausencia de Espe

Pablo Iglesias invitó a su madre a seguir el debate de investidura desde la tribuna, mientras que Cifuentes desplegó poder regional para arropar a Mariano Rajoy

Foto: Elvira Fernández, Cristina Cifuentes y Juan Vicente Herrera, en la tribuna del Congreso, ayer. (EFE)
Elvira Fernández, Cristina Cifuentes y Juan Vicente Herrera, en la tribuna del Congreso, ayer. (EFE)

Carolina Bescansa no se llevó a su bebé, como hiciera en el estreno de la anterior legislatura, y en una jornada de perfil mucho más bajo para los diputados de Podemos sí llamó la atención que Pablo Iglesias invitase a su madre, Luisa Turrión, a seguir desde la tribuna el discurso de Mariano Rajoy. Estará también este miércoles para escuchar en directo la intervención de su hijo, según explican desde el partido. Fue, quizás, una de las pocas anécdotas de la tarde en una sesión de investidura en la que, al igual que el aburrido discurso del candidato, las tribunas tampoco reflejaron ni una afluencia masiva de caras populares ni la sensación de estar viviendo otra jornada histórica. No hubo más familia presente. Ni por parte de Rajoy ni de Albert Rivera o Pedro Sánchez, mudo tanto a su entrada como a su salida de la Carrera de San Jerónimo.

[Sigue en directo la sesión de investidura de Mariano Rajoy]

Un día de trámite en el que Cristina Cifuentes llegó al Congreso acompañada de los catalanes Xavier García Albiol y Alicia Sánchez Camacho, que ocupa ahora la secretaria primera de la Cámara a las órdenes de Ana Pastor y que dio pie a la jura o promesa de dos nuevos diputados antes de dar paso a la tribuna a Mariano Rajoy. Entre los recién llegados, el eterno Ciprià Císcar, que suma trienios en la Cámara Baja desde los tiempos de Felipe González.

Pero si alguien hizo ayer un despliegue de fuerza y de músculo, fue la propia Cifuentes, que se rodeó de una buena cohorte de alcaldes y dirigentes regionales tanto en las tribunas como en las filas del hemiciclo. A excepción, eso sí, de la desaparecida Esperanza Aguirre, que ni estaba ni se la esperaba, por lo que se ve.

La presidenta madrileña ocupó una de las tribunas anexas a la reservada, en solitario, para el presidente del Senado, Pío García-Escudero, y tomó asiento junto a la esposa del candidato, Viri Fernández, con gafas por primera vez en público y un 'look' poco habitual en ella. A su alrededor, arriba en las tribunas o abajo en las gradas, el alcalde de Alcobendas, Ignacio García de Vinuesa; el exalcalde de Getafe, Juan Soler; la presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados, y la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa.

Fue tal la afluencia de senadores que decidieron no perderse la primera sesión del debate en esta calurosa tarde de agosto, que el pleno del hemiciclo se quedó muy pequeño y con unas cuantas diputadas teniendo que echar mano de sus abanicos para soportar el calor y la pesadez del discurso. Los que no cabían en los escaños, o bien optaban por quedarse de pie en el gallinero de la última fila o acababan apoltronados en las escaleras y otros huecos de la Cámara.

Hubo también una buena representación, casi al completo, de todos los delfines del PP con rango de barón, a excepción del gallego Alberto Núñez Feijóo, que anda centrado en los comicios de su tierra. Entre otros, se pudo ver a María Luisa Fernanda Rudi, expresidenta del Congreso y de la Comunidad de Aragón; Juan Vicente Herrera, de Castilla y León; el citado Albiol; Pedro Sanz, expresidente riojano y ahora senador, o el andaluz Juanma Moreno.

La fila de autoridades y otros invitados deparó alguna que otra sorpresa más, como la presencia del padre Ángel, que es siempre el perejil de todas las salsas, o el líder de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, sentado al lado del director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa.

Carolina Bescansa no se llevó a su bebé, como hiciera en el estreno de la anterior legislatura, y en una jornada de perfil mucho más bajo para los diputados de Podemos sí llamó la atención que Pablo Iglesias invitase a su madre, Luisa Turrión, a seguir desde la tribuna el discurso de Mariano Rajoy. Estará también este miércoles para escuchar en directo la intervención de su hijo, según explican desde el partido. Fue, quizás, una de las pocas anécdotas de la tarde en una sesión de investidura en la que, al igual que el aburrido discurso del candidato, las tribunas tampoco reflejaron ni una afluencia masiva de caras populares ni la sensación de estar viviendo otra jornada histórica. No hubo más familia presente. Ni por parte de Rajoy ni de Albert Rivera o Pedro Sánchez, mudo tanto a su entrada como a su salida de la Carrera de San Jerónimo.

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