Ferraz minimiza las diferencias internas y remacha que no hay cambios en su no al PP

"Una opinión personal, sólo una opinión personal". Era la disculpa oficial que salía este domingo del cuartel general de Ferraz para intentar cerrar la puerta a la abstención abierta por uno de los suyos, el secretario de Economía de la ejecutiva federal. La posición, repetía el núcleo duro de Pedro Sánchez, no ha cambiado: voto en contra a la investidura de Mariano Rajoy. Que se busque sus apoyos, que los socialistas no se lo proporcionarán.

La 'grieta' que la dirección se vio obligada a taponar no procedía de Felipe González o de José Luis Rodríguez Zapatero, o de Alfonso Guerra o de Pepe Bono. Llegaba de Manuel de la Rocha Vázquez, miembro del equipo de Sánchez aunque no de su núcleo duro. "A día de hoy, nuestra posición es firme y clara. Si las circunstancias cambiaran, quizás podríamos reexaminarlo, pero en este momento nuestro voto es no a las políticas del señor Rajoy y del PP", contestó el responsable de Economía de la ejecutiva en una entrevista en la Cope. Palabras que posteriormente matizó y aclaró, realineándose con el voto contrario, "ahora y en el futuro", a los populares.

Ese "si las circunstancias cambiaran" que De la Rocha dijo en la radio por la mañana es lo que de forma privada los socialistas interpretan que haría cambiar las cosas y aumentar realmente la presión hacia la abstención. Es decir, que el PP lograra sumar apoyos: que a sus 137 escaños consiguiera añadir los 32 diputados de Ciudadanos y la representante de Coalición Canaria. O sea, que alcanzara la frontera de los 169 o 170 parlamentarios, a solo seis de la mayoría absoluta.

"A día de hoy, nuestra posición es firme y clara. Si las circunstancias cambiaran, quizás podríamos reexaminarlo", aseguró De la Rocha en la Cope

De la Rocha verbalizó lo que opina una parte de la dirección federal: que si el PP logra aliados, el PSOE, a la postre, puede no tener otro remedio que abstenerse para no conducir al país a unas terceras elecciones. Y es también lo que juzgan inevitable algunos barones. Pero también es cierto que la presión al alza del PP y de Ciudadanos -e incluso "de los medios y del Ibex 35", como se quejaba el jueves el expresidente del Congreso Patxi López- están reafirmando a la ejecutiva, haciendo que el partido vaya cerrando filas en torno al no.

La posición la fijan Hernando y López

Distintos responsables del gabinete y del núcleo duro de Sánchez apuntaban este domingo que la posición del PSOE no se ha alterado ni un ápice y que es la que expresó el pasado viernes el portavoz en la Cámara Baja, Antonio Hernando -que los populares "pierdan la esperanza" de "quebrar" la voluntad de los socialistas porque estos están "unidos" en el no-, y la que también explicaba el responsable de la formación en el Senado, Óscar López, en una entrevista en El Confidencial publicada ayer. En ella, López insistía en que la postura del partido es "muy firme en el no", aunque también reconocía que si el escenario cambia, como por ejemplo por una renuncia del candidato y presidente en funciones, entonces el PSOE "debatirá qué hacer". Lo que está sobre la mesa, incidía, es un PP "solo, aislado", con 137 escaños, y si todo sigue igual, el rechazo a su reelección está claro.

Los miembros de ejecutiva de De la Rocha lamentaban el "patinazo" de su compañero, porque hacía visualizar el escenario b que una parte contempla pero que oficialmente no está sobre la mesa ni toca aún verbalizar. "Respondió eso en la Cope tras varias preguntas insistiéndole en lo mismo, y de todas formas Manolo habla por sí mismo, no tiene peso orgánico", "es sólo su opinión", "las declaraciones de Antonio [Hernando] del viernes fueron contundentes y siguen vigentes", manifestaban distintas fuentes, siempre en tono condescendiente y nada áspero hacia De la Rocha Vázquez, porque no forma parte además del grupo crítico (que lo hay) dentro de la dirección, ya que es uno de los responsables leales al líder, aunque no perteneciente a su núcleo duro. Tampoco es uno de los portavoces autorizados y habituales, que son más rocosos en sus respuestas a la prensa y que repiten una y otra vez el no a Rajoy. Por eso comprendían el "agobio" que De la Rocha sentía ayer.

Un dirigente de la confianza de Sánchez avisa de que es "absurdo e infantil" perseguir renuncios. "Cuanto más tonteen con nosotros, más nos reafirmaremos"

"Este juego de a ver a quién pillan hoy en un renuncio es absurdo e infantil -apuntaba uno de los colaboradores de confianza del secretario general, de toda solvencia-. No tiene sentido presionarnos ahora porque el PP no tiene más que 137 escaños. Y sí que es verdad que si reúne 170 es más fácil. Aun así, si Rajoy llegara a esa marca, ya veríamos. No está nada claro que nos fuéramos a la abstención. Cuanto más tonteen con nosotros, peor, porque nos reafirman en nuestro no. Así que por ahora el PSOE tiene una posición, y es no, y de ahí no nos vamos a mover. El PSOE es una roca en el no".

De la Rocha Vázquez, por su parte, se mostró "muy sorprendido" por una "polémica" que coleó durante el día. "La posición del PSOE que yo comparto total y absolutamente es la de votar no a Rajoy y no al PP, ahora y en el futuro, sin matices, ni fisuras. Si no me expresé cien por cien claro en la Cope o no se me interpretó bien, lo aclaro. Es una polémica que no existe", apuntó a El Confidencial, ya por la noche, el responsable económico socialista, visiblemente apurado. A De la Rocha le pilló fuera de juego toda la polvareda que se fue levantando durante el día: estaba volando al otro lado del Atlántico.

"Un ejército de opinadores y tertulianos"

Otra integrante de la ejecutiva, aunque no miembro de la guardia pretoriana de Sánchez, reconocía que la postura de rechazo a Rajoy se está fortaleciendo a medida que se escapan las voces barajando la abstención de forma prematura. "Cada vez me parece más horrible que dejemos a un PP y a un presidente podrido [por la corrupción]. Mucha gente no entendería que los dejásemos gobernar. Nos estamos haciendo fuertes siendo coherentes y fieles a la palabra dada", manifestaba esta fuente, que hace unas semanas sí tenía más claro que la abstención se abriría paso como una salida inevitable". La complicada agenda judicial del PP prevista para el otoño y el temor a "resucitar" a Podemos, que utilizaría como argumento que el PSOE facilitase el Ejecutivo al PP para erigirse como líder de la oposición, explican las crecientes reticencias.

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Quien sí trasladó ese sentir oficial fue la secretaria de Bienestar de la ejecutiva, Luisa Carcedo, en el acto político de La Camperona, en la cuenca del río Nalón. La dirigente, una de las integrantes del comité negociador de la pasada legislatura, pidió que se abandonen los "chantajes" al PSOE para que se ponga el foco en el PP, no en su partido, que ya lo tuvo "cuando Rajoy se echó a un lado" al declinar en enero la encomienda del Rey. Desde las generales del 26-J, añadió, la estrategia de los populares se ampara en "un ejército de opinadores y tertulianos", en lugar de "elaborar una propuesta clara" para ofrecer a sus aliados naturales.

De la Rocha se muestra "sorprendido" por la polémica y aclara que comparte "total y absolutamente el votar no a Rajoy y al PP, ahora y en el futuro, sin fisuras"

Pero el sostenimiento del voto contrario al PP no sólo obedece a las molestias por las presiones propias y ajenas. En Ferraz también se percibe que el giro de Ciudadanos hacia el sí no va a ser nada fácil, y si no culmina, la eventual abstención no podrá llegar. Este mismo domingo, el secretario general del grupo de Ciudadanos en el Congreso, Miguel Gutiérrez, dio muestras de que el viraje de su partido no será, como poco, inminente. El dirigente desmintió "categóricamente" las "elucubraciones" en torno a que su formación pase de "la abstención técnica al sí" en la reelección de Rajoy.

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Más aún, Gutiérrez pidió al PSOE y al resto de partidos que tengan "el mismo gesto" que C's para "desbloquear España". La reunión que esta semana mantengan Albert Rivera y el presidente en funciones "no cambiará la posición" del partido emergente: la negociación basculará sobre "lo más urgente", que es el techo de gasto y el "déficit presupuestario". Pero "si no hay un presidente, ni un proceso de investidura, todo esto no vale para nada". Rivera trasladará a Rajoy la necesidad de que fije una fecha para el debate, que "no debe ser más tarde de la última semana de agosto", informa Efe.

En el universo de los barones, mientras, todo permanece estable, y ninguno de ellos ha levantado la voz estos días. Ni siquiera el extremeño Guillermo Fernández Vara, que sí explicitó su apuesta por la abstención. No tienen previsto hacerlo, como tampoco de forzar la convocatoria de un comité federal que revise la postura del PSOE. Los notables del partido, en cambio, sí han sido más claros: González reclama la abstención, Zapatero pide que se abra el "diálogo interno en el PSOE" -o sea, que se reabra el debate, cosa que Ferraz no quiere ahora, ni mucho menos-, el exvicepresidente Alfonso Guerra habla ahora de una abstención colectiva.

Miguel Gutiérrez desmiente "categóricamente" las "elucubraciones" en torno a que la formación naranja pase de la abstención técnica al sí a Rajoy

La dirección federal quiere acallar las voces, que se perciba hacia fuera su firmeza para que Rajoy no cuente con los socialistas, pero no siempre lo tiene fácil. No sólo por la ofensiva del PP, sino porque dentro de su casa hay disparidad de criterios en torno a qué hacer. Pero, de momento, el no se mantiene. Y fortaleciéndose.

Más de 130 iniciativas en lo que va de legislatura

Este lunes, el Grupo Socialista llevará al registro del Congreso otras 15 iniciativas parlamentarias. Con este nuevo paquete, el PSOE habrá presentado "más de 130 textos" en los 20 primeros días de esta XII Legislatura, según recordaban este domingo desde la cúpula del grupo, sobre todo para evidenciar la distancia con su directo rival en el frente izquierdo, Podemos, que aún no ha trasladado a registro ninguna iniciativa. 

Las nuevas 15 medidas serán llevadas este lunes por el secretario general del grupo, Miguel Ángel Heredia, y la portavoz adjunta Meritxell Batet, aunque también acudirán los miembros de la dirección parlamentaria Sofía Hernanz, José Luis Ábalos y Marisol Pérez.