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Rivera rechazó la presidencia del Congreso a cambio del sí a la investidura de Rajoy
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rajoy amaga con aplazar su candidatura

Rivera rechazó la presidencia del Congreso a cambio del sí a la investidura de Rajoy

El líder de Ciudadanos no se apea, y ha rechazado en las negociaciones con el PP la presidencia del Congreso para él o para Prendes a cambio de apoyar la investidura

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (i), y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (i), y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. (EFE)

El acuerdo para que Ana Pastor sea la presidenta del Congreso con los votos del PP y Ciudadanos no acaba de despejar la investidura de Mariano Rajoy. Albert Rivera sigue sin dar el sí para desbloquear la situación política, y la última vez que se cerró en banda fue en el cierre de la misma negociación sobre la Mesa de la Cámara, cuando los emisarios del presidente del Gobierno le ofrecieron la tercera magistratura del Estado para él mismo o su segundo en las Cortes, Ignacio Prendes. A cambio, le pedían el compromiso de apoyar la formación del próximo Ejecutivo y un acuerdo de gobernabilidad para el arranque de la legislatura.

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En fuentes de la dirección del PP reconocen que la negociación con Ciudadanos, culminada en conversación por teléfono entre Rajoy y Rivera, fue complicada pese a la generosidad -aseguran- de las propuestas de los populares, desde la presidencia a dos puestos en la Mesa, vicepresidencia y secretaría, pese a que con sus 32 diputados no tenían opción a ocupar ninguno.

El presidente del Gobierno en funciones quiere formar Ejecutivo cuanto antes y con la fórmula que sea, incluso en minoría y sin pactos de legislatura previos, y considera fundamental que Rivera y Pedro Sánchez dejen de mirarse entre ellos "para ver quién se moja menos y más tarde".

Pastor, candidata del PP a la presidencia del Congreso

Pese a que el presidente de Ciudadanos se resiste a pasar de la abstención al sí en la investidura, que rechazó la presidencia del Congreso y que puso pegas a los nombres de los candidatos de Rajoy a la misma, en el PP intentan ver la parte positiva del acuerdo: pierden un puesto en la Cámara, pero siembran para próximas negociaciones.

De momento, en el Grupo Popular admiten sus escasos avances en "el cortejo" a los riveristas, más proclives, dicen, a ceder por las presiones externas del mundo empresarial que le exigen apoyo a la gobernabilidad del Estado que por las ofertas de Rajoy.

El hecho de que Ciudadanos presuma de haber vetado a varios dirigentes de los populares, como María Dolores de Cospedal, para la presidencia de la Cámara tampoco ha sentado bien en la sede de Génova ni en La Moncloa. En medios del PP insisten en que Ana Pastor era la candidata primera de Rajoy por motivos obvios: confianza personal absoluta, conocimiento de la Cámara en la que ya fue vicepresidenta y "mano izquierda" para lidiar con un Congreso que requerirá pactos para todo.

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En las mismas fuentes atribuyen la especie de Rivera y Villegas sobre sus presuntos vetos a que el líder de C's pudo rechazar los nombres que había visto en 'las quinielas' de la prensa: la secretaria general del partido y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

A Rivera le va a costar pasar del sí al PSOE de hace solo cuatro meses a dárselo al PP este agosto. Le va costar tiempo y trabajo de escenografía, admiten en el PP. Faltan dos semanas para la fecha que se ha fijado Rajoy para el pleno de investidura (del 2 al 5 de agosto), y el líder de Ciudadanos, como Sánchez, sigue empeñado en asegurar una primera derrota para el candidato de los populares; primero con su no y luego con la abstención.

En el Grupo Popular se temen que socialistas y riveristas insistan en forzar una segunda investidura hasta entrado agosto, en la cual ya tendrían a bien facilitar que Rajoy formara Gobierno, los de Sánchez con su abstención y los de Rivera con un sí. Al jefe del Ejecutivo en funciones siempre le quedará el recurso de negarse a ir a la sesión hasta que no se cierre el acuerdo entre los tres.

Es la fórmula que viene anunciando: la de convocar a los interesados para hacer una reflexión conjunta sobre el bloqueo institucional, porque el tiempo se agota y el mes próximo tienen que estar aprobados el techo de gasto presupuestario y la senda para el control del déficit de las administraciones.

El acuerdo para que Ana Pastor sea la presidenta del Congreso con los votos del PP y Ciudadanos no acaba de despejar la investidura de Mariano Rajoy. Albert Rivera sigue sin dar el sí para desbloquear la situación política, y la última vez que se cerró en banda fue en el cierre de la misma negociación sobre la Mesa de la Cámara, cuando los emisarios del presidente del Gobierno le ofrecieron la tercera magistratura del Estado para él mismo o su segundo en las Cortes, Ignacio Prendes. A cambio, le pedían el compromiso de apoyar la formación del próximo Ejecutivo y un acuerdo de gobernabilidad para el arranque de la legislatura.

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