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Sánchez llega a su cita con Rajoy con el PSOE partido y sin descartar terceras elecciones
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LA DIFÍCIL FORMACIÓN DE GOBIERNO

Sánchez llega a su cita con Rajoy con el PSOE partido y sin descartar terceras elecciones

El líder socialista no ha aclarado qué pasos seguirá en caso de que al PP no le den los números. El proceso de investidura no es ajeno a la pugna por el liderazgo que se ventilará en el congreso

Foto: Pedro Sánchez escucha a su número dos, César Luena, durante la reunión del comité federal del PSOE del pasado 9 de julio. (EFE)
Pedro Sánchez escucha a su número dos, César Luena, durante la reunión del comité federal del PSOE del pasado 9 de julio. (EFE)

No es un día cualquiera para Pedro Sánchez. Hace justo dos años que fue elegido secretario general por la militancia, con un 48,67% de los votos. Han pasado unas andaluzas, unas autonómicas y municipales, unas catalanas y dos generales. Pero él no está en La Moncloa, como soñaba, sino tragando la cicuta por haber obtenido, por dos veces, los peores resultados de la historia del PSOE. Y hoy, justo hoy, cuando celebra su segundo aniversario como comandante jefe de los socialistas, acude como último invitado a la ronda de consultas abierta por Mariano Rajoy para propiciar su investidura. Entonces le dirá no. No a su investidura y no a facilitarle la gobernabilidad.

El propio portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, habló este miércoles en la misma línea, después de asegurar que el voto contrario de su partido a la investidura de Mariano Rajoy es "definitivo", por lo que no estimó preciso convocar de nuevo al comité federal, ni consultar a la militancia para estudiar una posible abstención.

Hernando transmitió este mensaje poco antes del encuentro de Rajoy y Sánchez."No vamos a cambiar de opinión. Por tanto, no hay necesidad de un nuevo comité federal, ni de una consulta a nadie. La decisión es definitiva", afirmó Hernando en declaraciones en 'Espejo público' de Antena 3.

La posición, en efecto, está clara desde el comité federal del pasado sábado. Y Sánchez lo expresó con total contundencia: no a Rajoy, no a una gran coalición, no a apoyarle desde fuera, desde el Parlamento. Un no sin ambages ni florituras. Pero no aclaró cómo impedir que España se vea abocada a unas terceras elecciones. Sus fieles no descartan esa posibilidad incluso. Los barones críticos, en cambio, hacen hincapié en que esa eventualidad, la de unos nuevos comicios, es la única vía que hay que tachar del panorama. Serían una "catástrofe", en palabras de la andaluza Susana Díaz.

Pero hay que contar con que toda la dinámica de la investidura está condenada irremisiblemente por el proceso congresual, el capítulo siguiente, el escenario de la batalla (¿definitiva?) entre el secretario general y quienes le hostigan desde sus propias filas, y nadie quiere aparecer como el defensor de una abstención que puede ser censurada por las bases.

Los socialistas aguantan la presión: que el PP no haya sumado al sí a C's, alcanzando la cota de los 170 escaños con CC, no les hace revisar su no inicial

Tras la entrevista de Rajoy con Albert Rivera, la hipótesis de unas terceras elecciones no se ha disipado. Con la diferencia, además, de que el hecho de que el presidente del Gobierno en funciones no haya conseguido de partida un sí de Ciudadanos no provee de argumentos a los que sí son más proclives a la abstención de última hora. Porque, como explican tanto en Ferraz como en el sector crítico, el PP aún no ha sumado un escaño más a los 137 que ya tiene, por lo que la investidura sigue quedando lejos y, además, no hay un acuerdo de gobierno ni nada que asegure la estabilidad del nuevo Ejecutivo.

Albert Rivera abre la puerta a una abstención para un Gobierno en minoría de Mariano Rajoy

"Debe perseguir el sí de Rivera"

Es decir, que la presión sobre el PSOE, pese a la intención que se adivina en la actitud de los populares y de la formación naranja -que tomará la decisión sobre el sentido de su voto este miércoles en la reunión de la ejecutiva-, no ha aumentado. Porque, de apostar Rivera por la abstención, no se da el escenario que, por ejemplo, explicitaba el extremeño Guillermo Fernández Vara. El presidente de la Junta razonaba el domingo en una entrevista en Onda Cero que si Rajoy lograba el apoyo de 170 diputados -sus 137 más los 32 de Ciudadanos y el sí de la parlamentaria de Coalición Canaria-, "¿quién va a ser el guapo que diga que no?".

Incluso los más proclives a la abstención juzgan que la respuesta de C's no facilita las cosas. Ferraz continúa anclado en el no en todas las votaciones que haya

"Rajoy tiene que seguir persiguiendo el sí de Rivera. Se tiene que mover más. Formar Gobierno no es tan fácil como ventilarlo en una reunión de una hora. Es algo más serio", indicaban fuentes próximas a uno de los presidentes autonómicos que, de soslayo, dejó en días atrás las puertas abiertas a una futura abstención. Y es que dirigentes como Vara o el manchego Emiliano García-Page o el valenciano Ximo Puig, por poner tres ejemplos, han venido insistiendo en que el líder de los populares ha de trabajarse su investidura y garantizar su gobernabilidad, un mensaje que también asume Sánchez, aunque en su caso sin dejar en el aire una posible abstención. Rajoy, señaló Puig este martes, "está muy lejos de la mayoría absoluta", y por eso necesita un acuerdo de gobierno con los partidos "más cercanos a su órbita ideológica" para luego formalizar su investidura. "Ahí veremos qué quiere hacer, y ese es el espacio del debate parlamentario", concluyó el 'president' valenciano.

Ximo Puig: "Queremos escuchar al señor Mariano Rajoy, que se manifieste"

Como en otras ocasiones, quien llevó la voz de la cúpula federal este martes fue Antonio Hernando, que en declaraciones en 'Al rojo vivo' subrayó que la opinión de su partido no cambiará: defenderá el no ahora y después. Si tras las dos primeras votaciones de investidura, separadas por 48 horas, el Rey volviera a encargar a Rajoy formar Gobierno, el PSOE, dijo, seguiría votando lo mismo: no. El lunes, el portavoz socialista en el Congreso lo expresaba con la misma contundencia: si el partido cambiara de idea, perdería su "credibilidad", señaló. Esa rotundidad, remachada una y otra vez y difícil de rebobinar, hace pensar a los críticos que Sánchez no ve con disgusto que haya unas terceras elecciones o incluso intentar liderar una alternativa en caso de que el presidente en funciones se estampe contra la pared. "Si votamos dos veces no, ya estamos en otro escenario. No en el de defender la abstención, ya no cabría, porque Mariano ya pararía", advierte una veterana dirigente que observa también con preocupación cómo el no repetido y taxativo del secretario general y su núcleo duro puede conducir a ese callejón sin salida al que apuntaba el presidente asturiano, Javier Fernández, durante la reunión del comité federal.

Antonio Hernando: "El desprecio del PP al resto ha provocado que nadie quiera apoyar a Mariano Rajoy"

Recado a Iglesias

Sánchez no ha respondido a preguntas desde el 26-J. Intervino ante sus compañeros el sábado, pero nada más. Este miércoles sí está previsto que atienda a los medios tras su entrevista con Rajoy. Entonces se comprobará si anticipa algún escenario o prefiere no desvelar sus cartas. Su número dos, César Luena, ha sido menos contundente que Hernando. "Cada cosa en su momento", apuntó este martes cuando fue preguntado por la posibilidad de terceras elecciones o abstención in extremis.

"Si nosotros somos socios, ¿cómo se llama entonces aquel que votó lo mismo que el PP en contra de un presidente socialista?", responde Ferraz a Podemos

En el entorno del secretario general, ni mucho menos descartan la opción de unos nuevos comicios, aunque subrayan que no será su responsabilidad: "Si hay unas terceras generales, será por la incapacidad de Rajoy para tejer acuerdos". Las mismas fuentes mostraron su "sorpresa" por que, tras su ronda de contactos con diversos grupos -CC, PNV y ERC la semana pasada; Ciudadanos, Podemos y Convergència, ayer-, no haya logrado "sumar ni un solo diputado", situación fruto del "aislamiento del PP" y de una legislatura en la que gobernó "solo y frente a todos". "Este país necesita diálogo y Rajoy sigue hibernando. Debe tomar la iniciativa y anunciar si acepta públicamente la encomienda del Rey", insistían fuentes cercanas a Sánchez.

Foto: Antonio Hernando, durante su intervención en un curso de verano de la UCM en San Lorenzo de El Escorial, este 11 de julio. (EFE)

El jefe de los socialistas está dispuesto a "escuchar" al presidente en funciones, pero no a "negociar", y le exigirá que explique la orientación de su programa de gobierno, y cómo quiere sacar adelante la investidura y la gobernabilidad. En Ferraz también se dirigían ayer a la yugular de Pablo Iglesias, quien afirmó que si el PSOE finalmente se abstiene, se convertirá en "socio" del PP, y así se postuló como futuro jefe de la oposición. "Si nosotros somos socios, ¿cómo se llama entonces aquel que votó lo mismo que el PP en contra de un presidente socialista?", indicaban en el círculo de confianza de Sánchez.

Pablo Iglesias: el PSOE será "socio" del PP si permite que gobierne Mariano Rajoy

Un dilema imposible

La hoja de ruta futura del PSOE sigue siendo una incógnita. Nadie sabe con certeza qué va a pasar, porque de camino se mezcla con un factor nada menor: la pugna por el liderazgo del partido, en la que cualquier paso en falso puede ser reprobado por la militancia, que es la que a la postre tiene el poder de investir a un nuevo secretario general. Ningún dirigente con mando en plaza se atreve a pedir activamente la abstención a Rajoy. Vara lo hizo nada más abrirse las urnas del 26-J, pero luego ha ido modulando su discurso para acoplarlo al del resto de barones críticos, dejando ver que esa es la apuesta, pero sin dar tantas señales al PP. Susana Díaz, en la reunión del comité director -máximo órgano entre congresos del PSOE-A-, volvió a defender este martes el no al presidente en funciones y fue incluso más allá: "Si el PSOE tiene motivos para decir no a la investidura de Rajoy, ya no os cuento los motivos del PSOE de Andalucía ante la discriminación y el maltrato a esta comunidad". Ese rechazo, por tanto, está más "justificado".

Díaz: "Si el PSOE tiene motivos para decir no a la investidura de Rajoy, ya no os cuento los motivos del PSOE-A ante el maltrato a esta comunidad"

Los críticos saben que Ferraz quiere dibujarlos como la facción más a la derecha del partido, igual que Ferraz sabe que los críticos quieren endosarle a Sánchez la decisión de qué hacer en caso de que la investidura de Rajoy encalle. Lo han venido advirtiendo tanto Page como Díaz: debe ser él quien, a la vista del escenario, proponga una solución. Los sanchistas responden que se trata de aguantar el pulso, y son conscientes de que los barones pueden no levantar la mano para pedir la abstención, porque correrían el riesgo de enfrentarse a las bases cuando, teóricamente, quedan pocos meses para el 39º Congreso Federal. Son tiempos en los que "se confunde el electorado", más templado, "con los militantes", como razona un conocedor de las tripas de Ferraz.

Susana Díaz cree que los socialistas andaluces tienen aún más justificado votar no a Rajoy

Los que no se juegan el pellejo son quienes quizá pueden hablar con más claridad. Igual que el expresidente Felipe González recomendaba al PSOE no "obstaculizar" la reelección de Rajoy si este se la trabajaba, quien fuera su número dos, Alfonso Guerra, recordada que es "contradictorio" afirmar al mismo tiempo que no se quieren terceras elecciones y que no se apoyará de ninguna manera al PP. Al final, aseguró, tendrán que elegir entre "lo uno o lo otro". Pero por ahora no ha llegado el momento de mostrar todos los naipes. Ni al PP ni a los de dentro.

Las distintas opciones que se abren tras el no

Pedro Sánchez se enfrentará este miércoles a la primera rueda de prensa tras el 26-J, y en el mismo escenario en el que dio una de las últimas antes de los comicios. Y sabe que será preguntado por su estrategia. 

Las distintas alternativas las han ido apuntando barones de distintos bandos en los últimos días. Seis de los siete presidentes autonómicos -todos menos la balear Francina Armengol- podrían respaldar una revisión del no inicial si Mariano Rajoy roza la mayoría absoluta.

Los más próximos a Sánchez subrayan que el no es definitivo y no habrá cambio, y algunos de ellos (Francina Armengol, Baleares; Luis Tudanca, Castilla y León, y Miquel Iceta, PSC) defienden que el secretario general puede o debe intentarlo si el líder del PP fracasa. El secretario general no ha mentado esa vía, y en su discurso enfatizó que el PSOE asumirá el papel de oposición, pero dirigentes que han hablado con él en los últimos días indican que no desdeña del todo la 'vía Armengol'. Los críticos recalcan que no dan los números, y Susana Díaz llegó a advertir de que ese debate puede convertirse en "pesadilla" para el partido. Dirigentes del núcleo duro de Sánchez, como Antonio Hernando u Óscar López han rechazado la fórmula de PSOE más Podemos e independentistas porque ya se desechó después del 20-D, y no ven viable un Gobierno transversal con Podemos y C's porque los dos emergentes se vetaron. 

No son las únicas alternativas. El mismo Iceta o el murciano Rafa González Tovar apuestan por presionar para una abstención consensuada de varios grupos. Una "abstención sindicada", como glosó este martes el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, para rechazarla categóricamente. 

Asimismo, podría abrirse en algún momento la opción de pedir la cabeza de Rajoy o plantear un candidato independiente

No es un día cualquiera para Pedro Sánchez. Hace justo dos años que fue elegido secretario general por la militancia, con un 48,67% de los votos. Han pasado unas andaluzas, unas autonómicas y municipales, unas catalanas y dos generales. Pero él no está en La Moncloa, como soñaba, sino tragando la cicuta por haber obtenido, por dos veces, los peores resultados de la historia del PSOE. Y hoy, justo hoy, cuando celebra su segundo aniversario como comandante jefe de los socialistas, acude como último invitado a la ronda de consultas abierta por Mariano Rajoy para propiciar su investidura. Entonces le dirá no. No a su investidura y no a facilitarle la gobernabilidad.

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