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Los abrazos rotos de Sánchez y Bono en la tierra cuna de las navajas
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LA RECTA FINAL HACIA EL 26-J

Los abrazos rotos de Sánchez y Bono en la tierra cuna de las navajas

El candidato socialista y el expresidente manchego coinciden en un mitin en Albacete, pero no comparten tarima ni se prodigan en afectos. Sánchez pide "votar limpio y seguro" el 26-J

Foto: Emiliano García-Page, Pedro Sánchez, Manuel González Ramos y Pepe Bono, este 22 de junio en la Caseta de los Jardinillos de Albacete. (EFE)
Emiliano García-Page, Pedro Sánchez, Manuel González Ramos y Pepe Bono, este 22 de junio en la Caseta de los Jardinillos de Albacete. (EFE)

No, no tiene el interés de una peli de Pedro Almodóvar. Ni está Penélope Cruz por medio. Todo es mucho más prosaico y menos elevado. Pero baste el título de la cinta del cineasta manchego para pintar de un brochazo una de esas relaciones políticas rotas, la de Pedro Sánchez y José Bono.

Los dos coincidieron este miércoles en Albacete, en la Caseta de los Jardinillos, donde el secretario general hizo parada -la única en Castilla-La Mancha- en esta recta final de la campaña del 26-J. Y no hicieron demasiado para disimular sus diferencias en público. Cortesía, sí. Pero afectos, los justos. No se les vio a ambos subidos a la tarima, abrazados para la foto de arranque o de cierre del acto. Tampoco estaban juntos, sentados el uno al lado del otro, en primera fila, porque a ambos les separaba a ratos el secretario provincial y candidato al Congreso, Manuel González Ramos, y a ratos la cabeza de lista por el Senado, Matilde Valentín. Pepe Bono, que no intervino en el mitin (no estaba previsto), no se sintió tampoco impelido a aplaudir cuando el líder del PSOE le cumplimentó de pasada durante su discurso. Sánchez subrayó que el PSOE es "el partido del cambio", y lo fue "ayer" con Bono con "un gran presidente socialista" de Castilla-La Mancha y "hoy" con el actual jefe del Ejecutivo regional, Emiliano García-Page. El expresidente del Congreso a veces palmeaba lánguidamente. No podía forzar más muestras de entusiasmo: el discurso del aspirante presidencial también sonaba repetitivo y falto de garra.

El expresidente del Congreso fue uno de los dirigentes en quienes se apoyó Sánchez para su ascenso en Ferraz, pero como otros acabó desengañado

Bono es uno de los miembros del club de decepcionados con Sánchez. Como tantos otros que le ayudaron a encaramarse a la cima de Ferraz y que después fueron desertando poco a poco. Como José Luis Rodríguez Zapatero, como Pepe Blanco. Como la propia Susana Díaz. El exministro de Defensa está ya retirado de la primera línea y mide sus intervenciones públicas, y hoy mismo prefirió no atrapar focos ni cámaras ni convertirse en protagonista. Pero no oculta a sus compañeros la desazón por la marcha del partido y su pérdida de confianza en Sánchez, proporcional al aumento del entusiasmo con la presidenta andaluza, a quien él, como otros notables del PSOE y barones con mando en plaza ven como el único posible futuro del partido si el domingo se confirma el descalabro que pronostican las encuestas y que nadie desea.

Pero aún estamos oficialmente de campaña y no caben ni los reproches ni los malos gestos contra el secretario general. No aún. No hubo abrazos ante las cámaras entre Bono y Sánchez -sí "antes de salir" al escenario, recordaban fuentes del PSOE manchego-, tampoco descortesía. Pero sí cierta frialdad en la tierra cuna de las navajas. Al exlíder del Ejecutivo manchego no le emociona el candidato. Y se nota. Y a la inversa. En el memorial de agravios figura asimismo la cena en casa del exministro con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón a finales de 2014, y a la que asistió Zapatero, nuevo icono del jefe de Podemos.

El PSOE pide a los españoles "hacer dimitir en bloque" al Gobierno de Rajoy

"Dimitir en bloque"

Más allá del morbo de las fotos y los gestos, es evidente que la campaña se ha empantanado por la difusión de las grabaciones de las reuniones entre el ministro Jorge Fernández Díaz, y el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. Sánchez pidió desde el primer minuto la dimisión del titular de Interior o que Mariano Rajoy le cese. Pero el PSOE asume que no pasará antes del 26-J. "Os propongo que con nuestros votos, le hagamos dimitir en bloque y cambiar este país". El presidente del Gobierno en funciones, señaló, es "un problema para la democracia". Así que "en defensa de nuestros derechos, en defensa de nuestras libertades, en defensa de la democracia, os pido que votéis limpio, que votéis seguro, que votéis al PSOE", dijo a los más de 2.000 simpatizantes -3.000, según la organización- congregados en la Caseta de los Jardinillos, informa Efe.

El candidato subraya que "Rajoy es un problema para la democracia" y reclama el voto para el PSOE "en defensa de los derechos y libertades"

Sánchez subrayó que utilizar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para "perseguir al que piensa distinto, por muy distinto que piensen a los socialistas, es corrupción, y en un país democrático el ministro del Interior habría dimitido". Las "únicas palabras" que los españoles esperan de Rajoy, añadió, no es un 'Jorge, sé fuerte', sino un 'Jorge, estás cesado".

Sánchez: “Lo que esperan los españoles de su presidente frente al ministro del Interior es 'Jorge, estás cesado'”

En el comité electoral no se tiene cien por cien claro a quién beneficiará el estallido de un escándalo en Interior a cuatro días de las elecciones. El damnificado, señala un miembro del equipo de campaña, es claramente el PP. Las grabaciones "dan munición al independentismo catalán" -se pretendía incriminar a políticos de CDC y ERC- y "lo usarán para victimizarse". "Pero también podemos salir beneficiados nosotros y Ciudadanos", agrega esta fuente, que recuerda que según el estudio preelectoral del CIS había un 9,4% que dudaba entre PP y PSOE, otro 10% entre PP y C's y un 8,9% entre PSOE y C's. "No tendría que salirle rentable a Podemos y En Comú Podem, porque no se disputa votos con Rajoy".

'Spot' del PSOE: 'Las cosas como son, #AseguraElCambio'

Page pide "apoyo cerrado" para Sánchez

Sánchez también contestó a la confesión del presidente en funciones de que repetirá su estrategia: no irá a la investidura si no tiene los apoyos suficientes. Se preguntó qué "utilidad" tiene votarlo entonces. "Rajoy sigue instalado en el no. Yo siempre estaré en el sí a los españoles y me volveré a presentar a la investidura para que los socialistas sepan que hay un candidato que va a responder a la voluntdad de los españoles", prometió. El candidato se postuló como la única opción útil, frente a un PP "con quien nadie quiere pactar" y un Pablo Iglesias "que se ha demostrado incapaz de dialogar". El PSOE representa, pues, "el cambio" que "suma", que "dialoga" y negocia sobre "soluciones y no sillones". Y el término medio, porque "que los extremos ataquen al PSOE significa que está en el lugar adecuado".

Antes que Sánchez intervino el presidente regional, Emiliano García-Page, quien nada más arrancar pidió el "apoyo cerrado" al candidato, que encarna "el voto responsable de quien ha demostrado que quiere y sabe construir puentes". El jefe del Ejecutivo autonómico arengó a la tropa: recordó que a él también le miraban mal las encuestas, pero no se arrugó, y ahora está al frente del Gobierno (gracias al apoyo de dos diputados de Podemos): "No va a haber 'sorpasso', va a haber sorpresa", presagió.

Me volveré a presentar a la investidura para que los socialistas sepan que hay un candidato que va a responder a la voluntad de los españoles

García-Page defendió que antes del 26-J caben dos preguntas. La primera, qué quieren los españoles. La respuesta: las prestaciones sociales, el empleo, el sostenimiento del Estado del bienestar. Se dirigió entonces a los que votaron "de buena fe" a la formación morada en diciembre. También apeló a los electores de IU "que decían que no cabía la absorción". A ambos grupos les dijo que el "cambio real y posible", "la alternativa real" al PP es la del PSOE. El presidente se dirigió asimismo a los votantes del PP que tienen un "concepto moderado de la vida": deben echar a la derecha "radical" de Rajoy, igual que hace un año los manchegos sacaron del poder a la "extremista" de María Dolores de Cospedal.

Segunda pregunta: quién debe ser el presidente. Page defendió que no puede estar en La Moncloa quienes generan un mayor rechazo -Rajoy e Iglesias- entre los ciudadanos o quienes tiran de soberbia. Ese cambio "con cabeza", señaló, lo representa Sánchez.

Bono, que sí se saludó con Sánchez a la entrada, fue aclamado por el público cuando le citó el candidato al Congreso, Manuel González Ramos

Y antes que Page, los dos candidatos, Manuel González Ramos y Matilde Valentín. El aspirante al Congreso fue quien promovió la ovación "al presidente de toda la vida", a Pepe Bono. Aplauso inmediato de la grada (también de Sánchez) y gritos de "¡Bono, Bono!". El exministro se levantó y saludó sonriente al público. Estaba en su tierra. Y en una "plaza talismán", que dio suerte a Page. El domingo se verá si también a Sánchez.

No, no tiene el interés de una peli de Pedro Almodóvar. Ni está Penélope Cruz por medio. Todo es mucho más prosaico y menos elevado. Pero baste el título de la cinta del cineasta manchego para pintar de un brochazo una de esas relaciones políticas rotas, la de Pedro Sánchez y José Bono.

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