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Expertos dan una inesperada bala a Sánchez: la polémica racista le victimiza y refuerza
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EL "JUEGO SUCIO" DE SUS RIVALES, EN SU FAVOR

Expertos dan una inesperada bala a Sánchez: la polémica racista le victimiza y refuerza

Politólogos y expertos en comunicación respaldan el "no todo vale" y aseguran que los ataques "ridículos" de PP y Unidos Podemos al líder socialista refuerzan su imagen

Foto:  El candidato a la Presidencia del Gobierno del PSOE, Pedro Sánchez, a su llegada a Vitoria para pedir el voto en un "puerta a puerta". (EFE)
El candidato a la Presidencia del Gobierno del PSOE, Pedro Sánchez, a su llegada a Vitoria para pedir el voto en un "puerta a puerta". (EFE)

No existen dudas. La imagen de Pedro Sánchez no sólo no sale perjudicada, sino que se ha visto reforzada tras la polémica desatada por Cristina Cifuentes y otras cuentas de Twitter vinculadas a Podemos como el grupo activista 'Guerrilla', tras señalar al candidato socialista por limpiarse las manos después de saludar a un grupo de personas de raza negra, dando a entender que Sánchez tuvo un comportamiento racista. Según los expertos y politólogos consultados por El Confidencial, el intento por desprestigiar a un rival político con una cuestión de ese tipo es "ridículo" y, en todo caso, beneficiará a Sánchez en la recta final del 26-J, al que sus contrincantes "victimizaron" y "lo situaron como objeto de la pinza entre PP y Unidos Podemos" una vez más.

Luis Arroyo, presidente de Asesores en Comunicación Política, es contundente sobre este punto. "Está claro, como muestra el vídeo, que no hubo un gesto racista. Los tuits fueron un juego sucio tan evidente que convirtieron a Sánchez en víctima y se retrataron los demás", afirma. Al experto en comunicación política le sorprende el comportamiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid, "una mujer moderada, tranquila y nada dada a este tipo de actitudes", explica, "que la situó en el lado del juego sucio y encima con prejuicios". Los expertos insisten en que los riesgos de las redes sociales son precisamente los que desataron esta crisis: "La inmediatez puede jugar una mala pasada. Y en estos casos lo correcto es parar y pensar bien lo que uno quiere transmitir. Todo lo contrario a lo que hizo Cifuentes", concluye Arroyo.

Ignacio Martín Granados, politólogo y miembro del consejo directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), pone el acento a que la polémica está condicionada por la campaña electoral, "donde todo se magnifica". Según el politólogo, se trata de un hecho "que pasaría totalmente desapercibido en otro contexto" y, sin embargo, "se agranda y magnifica en periodo electoral", ayudado por las redes sociales, donde "es fácil lanzar la piedra (la acusación) y que su viralización haga el resto" -siendo un contenido que se presta muy bien a ello- "sin preocuparse de la pura objetividad de los hechos".

En todo caso, Sánchez salió reforzado porque su reacción fue acertada, como explica Cristina Hernández, socia-directora de MAS Consulting Group, al conseguir "no sólo neutralizar la polémica, sino poner el foco en quienes utilizaron en Twitter el vídeo para atacarle". A sólo seis días de que se celebren las elecciones generales llamadas a ser las definitivas, el vídeo de Sánchez se ha convertido en el epicentro de la campaña. Martín Granados asegura que lo ocurrido es lo que se denomina una "campaña de ataque o negativa" que puede volverse en contra de quienes la han difundido (el PP, incluso desde perfiles oficiales, y cuentas vinculadas a Podemos), poniendo de manifiesto "que no todo vale en política" y la opinión pública puede entender que hay asuntos donde la rivalidad política no debe entrar, "penalizando a sus impulsores".

Pese a que para la mayoría de los expertos la situación a la que se enfrentó Sánchez proporcionó cierto oxígeno al líder socialista en la recta final del 26-J, dando la respuesta justa a todos los ataques recibidos, la politóloga Cristina Hernández considera que la controversia será más o menos "estéril" y no debería tener "un gran impacto en la propia campaña", más allá de empañarla, como ocurrió en diciembre con la agresión de Mariano Rajoy, "que no tuvo especial repercusión en los resultados finales".

El papel de Cifuentes, la indignación del PSOE

Que Cifuentes no pidiera disculpas con la misma inmediatez con la que comentó el vídeo perjudicó la situación todavía más. La presidenta del ejecutivo regional madrileño reprochó a Sánchez incluso "tener la piel demasiado fina" asegurando este lunes durante un acto de campaña en Huelva junto a Fátima Báñez que el hecho "se sobredimensionó" adquiriendo una trascendencia "que no tiene". De la misma forma, el dirigente popular catalán, Xavier García Albiol, se retrató en un tuit junto al vídeo de la polémica con unas declaraciones que decían "una imagen vale más que mil palabras".

La reacción de Cifuentes sorprendió porque ella sufrió en sus propias carnes lo que es la jauría humana de Twitter abalanzada sobre una misma persona. Ocurrió cuando en el verano de 2013 la entonces delegada del Gobierno en Madrid sufrió un durísimo accidente en un peligroso tramo de la Castellana y fue arrollada por un BMW mientras circulaba en moto. Cuando todavía seguía sedada, intubada y con siete costillas rotas, los hirientes comentarios que incluso deseaban la muerte de Cifuentes no cesaban.

El PSOE reaccionó al poco tiempo de surgir la polémica de Sánchez el domingo. El partido se reconoció "indignado", igual que el propio jefe de Ferraz, que no podía escapar del estado de ira contra los conservadores y los de Podemos. Oscar López, vicecoordinador de Estrategia y Comunicación del comité electoral socialista, tildó la situación provocada de "infumable" con claras "intenciones de manipular" y lo resumió en una idea muy presente de la campaña: la pinza. El propio secretario general del PSOE fue contundente en sus explicaciones el lunes: "De verdad, no recuerdo que pasó. Doy tantas manos y besos...", ha reconocido el líder socialista, que ha explicado que el gesto que muchos maltinterpretan como racista es "muy mío", confesó.

No existen dudas. La imagen de Pedro Sánchez no sólo no sale perjudicada, sino que se ha visto reforzada tras la polémica desatada por Cristina Cifuentes y otras cuentas de Twitter vinculadas a Podemos como el grupo activista 'Guerrilla', tras señalar al candidato socialista por limpiarse las manos después de saludar a un grupo de personas de raza negra, dando a entender que Sánchez tuvo un comportamiento racista. Según los expertos y politólogos consultados por El Confidencial, el intento por desprestigiar a un rival político con una cuestión de ese tipo es "ridículo" y, en todo caso, beneficiará a Sánchez en la recta final del 26-J, al que sus contrincantes "victimizaron" y "lo situaron como objeto de la pinza entre PP y Unidos Podemos" una vez más.

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