Rajoy y Sánchez se cruzan en la cuna del presidente a la caza del escaño pontevedrés

Los caminos de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se cruzan este jueves en la provincia de Pontevedra. Van a la guerra del escaño más codiciado, el que está cogido con pinzas, decidido en diciembre por unos pocos miles de votos y que, según el CIS, podría cambiar de manos el día 26. Solo 24 horas después pedirá el voto en la misma circunscripción Albert Rivera, y dejará a Pablo Iglesias, que no ha programado ningún acto en Galicia en esta campaña, como el único candidato a La Moncloa que prescindirá de Pontevedra.

La provincia de A Coruña ejerce tradicionalmente de núcleo político de Galicia. En Santiago, la capital autonómica, y en la propia A Coruña, están las delegaciones ministeriales y el Tribunal de Justicia de Galicia. Por ella se presentan, con muy escasas excepciones, los candidatos a presidir la Xunta, y es la que suelen elegir los aspirantes a presidente del Gobierno para la mayoría de sus actos centrales. Pero esta vez Pontevedra le resta todo el protagonismo. Rajoy, Sánchez y Rivera acuden a luchar por ese séptimo escaño que el 20-D se quedaron los socialistas por apenas 8.000 votos de un censo de menos de 775.000.

Las caravanas de PSOE y Ciudadanos programan sus actos centrales directamente en el corazón del voto: la ciudad de Vigo. Aunque Vigo triplica holgadamente en población a Pontevedra, y por lo tanto en censo, Rajoy ha preferido volver a la capital provincial, la ciudad que considera su casa, y con la que le une una relación más especial desde sucesos como el puñetazo que le propinó un joven en la campaña del 20-D o la declaración de 'persona non grata' por la Corporación municipal. La cuarta formación en liza es En Marea, la coalición de Podemos, Esquerda Unida y Anova, en la que, a falta de Iglesias, el veterano nacionalista Xosé Manuel Beiras soporta un notable peso en una campaña también orientada hacia Pontevedra.

El escaño, del PSOE a En Marea

El CIS pronostica que la pontevedresa será una de las 30 circunscripciones en las que se moverán escaños en estas generales, la única en Galicia. Es el dato que faltaba para que los partidos acaben de diseñar unas campañas que pasan por amarrar en A Coruña, Ourense y Lugo y arriesgar en Pontevedra. De acuerdo con la macroencuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas anunciada la pasada semana, el partido de Pedro Sánchez confirmaría la pérdida de ese escaño cogido con alfileres. Pero no sería para Ciudadanos, que estuvo a punto de llevárselo hace seis meses, sino para En Marea, que pasaría así del empate a seis de las últimas generales en Galicia a superar a los socialistas por siete puestos frente a cinco en el Congreso. Sería la consolidación de un 'sorpasso' que el 20-D se produjo en votos, pero no en escaños.

En las generales de diciembre, el PP se llevó en Pontevedra tres escaños con 195.802 votos. En Marea superó al PSOE en 40.524 apoyos (158.824 frente a 118.300), pero logró los mismos dos asientos en el Congreso que los socialistas. Y Ciudadanos rozó su segundo escaño gallego -el otro lo consiguió en A Coruña- con 51.149 papeletas. Por tanto, la del séptimo escaño pontevedrés se presenta como una lucha entre el PSOE y las dos formaciones emergentes, lo que según los estrategas de campaña explicaría la apuesta de Rajoy por la capital provincial, una visita de carácter más simbólico que práctico.

El del viernes será el primer acto electoral de Albert Rivera en Galicia, después de que cancelara a última hora el mitin que tenía previsto el pasado diciembre en A Coruña. En su caso, el cambio de objetivo le evita pasar por un lugar donde puso de uñas a múltiples agrupaciones, al cambiar al primero de la lista por un ex de UPYD sin mediar primarias pese a que había logrado sitio en el Congreso, lo que provocó una oleada de dimisiones. En Pontevedra, las aguas bajan más tranquilas, aunque también se cambió al cabeza de lista sin elecciones internas, en una decisión que una parte del partido consideró “un dedazo”.

Abel Caballero echa el resto para el PSOE

El PSOE, mientras, trata de exportar a la provincia un dominio que Abel Caballero implantó con autoridad en las últimas municipales, pero que no evitó que en las generales En Marea superase en Vigo al PSOE en casi 20.000 votos (59.690 frente a 38.701), para convertirse en la formación más votada en la mayor ciudad de Galicia. En esta ocasión, los socialistas y su cabeza de lista, la jueza Dolores Galovart, cuentan con el apoyo de Pedro Sánchez en la batalla para retener el séptimo escaño provincial. Y aunque ninguna de las dos formaciones es ajena a problemas internos en Galicia, algunos socialistas admiten en privado que, tal y como pronostica el CIS, el castigo puede ser mayor para ellos, en beneficio de la alianza de Podemos, Anova y Esquerda Unida, que apuesta por Alexandra Fernández al frente de la candidatura.

Rajoy pelea en Pontevedra con una ministra, Ana Pastor, y con la ventaja que da el 34,46% de votos que obtuvo en la provincia en las pasadas generales, casi seis puntos más que la media estatal, aunque por debajo del 37,10% de Galicia. Este jueves, tras un encuentro con colectivos sociales en Santiago, el presidente del PP, Pastor y Alberto Núñez Feijóo se desplazarán al Teatro Principal de Pontevedra a luchar por el escaño en liza.

Encuestas y resultados del 20-D trasladan así hacia el sur el eje de la política gallega. Una situación muy distinta a la de la última campaña, en la que, aunque finalmente Rivera canceló su acto, los cuatro aspirantes a La Moncloa programaban sus únicos mítines gallegos de campaña en la ciudad de A Coruña.