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Aznar y Rajoy rompen su último vínculo con el arrinconamiento de Faes
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la fundación del expresidente cierra su campus

Aznar y Rajoy rompen su último vínculo con el arrinconamiento de Faes

Para la campaña del 26-J solo hubo un amago de tanteo desde una dirección provincial para conocer la disponibilidad de Aznar pero se quedó en eso y el compromiso de no difundirlo

Foto: Mariano Rajoy y José María Aznar durante la clausura del campus de verano de FAES en julio de 2015. (EFE)
Mariano Rajoy y José María Aznar durante la clausura del campus de verano de FAES en julio de 2015. (EFE)

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (Faes) deja de ser lugar de encuentro, el último que quedaba, entre José María Aznar y Mariano Rajoy. La gran fundación creada por el expresidente del Gobierno para el debate y asistencia de ideas del centroderecha español, se había convertido en un referente molesto para la dirección del PP en la medida que su antiguo patrón se volvía abiertamente crítico con el presidente del Gobierno. La ruptura partido-fundación se consuma por la vía de los hechos: ni aportación programática ni debates de dirigentes. Tampoco fotos conjuntas del refundador del PP y su heredero.

Arrinconada a la hora de hacer el último programa electoral, el del 20-D, Faes también suspende su Campus anual que reunía a lo más florido del marianismo en el poder en el PP y/o el Gobierno y abre una nueva etapa, calificada de "académica" por sus responsables. La fundación tiene que adaptarse a la pérdida de casi dos tercios de su financiación pública en cinco años: de cinco millones de euros en 2011 (tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero) a menos de dos para este ejercicio con el Ejecutivo del PP en funciones.

De un Campus autónomo que cada año impartía varios cursos en paralelo, pasa a un solo curso integrado en los ciclos que cada verano organiza la Universidad Complutense en El Escorial. Faes se ahorra así el 80% de lo que costaba realizar el Campus en Guadarrama, y aún más sobre el presupuesto que tenía en los tiempos más boyantes para hacerlo en Navacerrada.

En la sede del PP en Génova, en La Moncloa y en los distintos ministerios no tendrán que discutir este mes de mayo quién va y quién no al Campus para quedar bien con su exjefe, un complicado dilema en los últimos años. José María Aznar se encargará de nuevo de inaugurar el curso, esta vez único y sobre "presente y futuro del debate político", pero sin estrellas del centroderecha europeo como Nicolás Sarkozy (Campus 2015) ni ministros de Economía, Justicia o Asuntos Exteriores. Tampoco acudirá Rajoy a clausurar, como siempre hizo en los últimos 12 años como presidente del PP o del Ejecutivo, porque ahora es un acto docente, no político.

Ante la próxima campaña electoral, los dirigentes nacionales y regionales del PP ya no preguntan si Aznar va a participar en ella, sino si va a abrir o reabrir alguna controversia pública con Rajoy o algún ministro en especial como Cristóbal Montoro en los próximos días o semanas. Ya se desmarcó ante los comicios del 20-D: ni le convocaron, ni quería que lo hicieran.

Ante la próxima campaña, los dirigentes del PP ya no preguntan si Aznar va a participar, sino si va a abrir o reabrir alguna controversia pública con Rajoy

Después del nuevo fiasco de su partido en las urnas, el exjefe del Ejecutivo se presentó en la reunión del comité ejecutivo para tomar la palabra, recordar que era el quinto revés electoral y pedir un congreso "abierto". Pero expresó su apoyo al intento de Rajoy de formar Gobierno con la idea de la gran coalición y nadie le secundó en las críticas. Desde entonces la ruptura de relaciones entre la dirección del partido y su antiguo presidente es completa. La última discusión a cuenta de quién redujo más el déficit del Estado lo demuestra.

Para la campaña del 26-J solo hubo un amago de tanteo desde una dirección provincial para conocer la disponibilidad de Aznar pero se quedó en eso y el compromiso de no difundirlo. Fue antes de la conferencia del expresidente en el foro del colegio de economistas. De lo que están pendientes en el PP ahora es de las próximas apariciones públicas de su presidente de honor. El próximo jueves le toca inaugurar un curso en su Foro Atlántico de Gobierno.

Pese a la práctica ruptura de relaciones, en el patronato de Faes que preside José María Aznar, la vicepresidenta es la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. Y entre el centenar de vocales está el grueso de la vieja guardia del PP, entre retirados y activos, sin que falten destacados marianistas, críticos y hasta exmiembros del partido. No se juntan desde diciembre pasado y les toca volver a hacerlo antes de las vacaciones del verano, probablemente después de que el 26-J dicte sentencia sobre el futuro del PP en el poder.

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (Faes) deja de ser lugar de encuentro, el último que quedaba, entre José María Aznar y Mariano Rajoy. La gran fundación creada por el expresidente del Gobierno para el debate y asistencia de ideas del centroderecha español, se había convertido en un referente molesto para la dirección del PP en la medida que su antiguo patrón se volvía abiertamente crítico con el presidente del Gobierno. La ruptura partido-fundación se consuma por la vía de los hechos: ni aportación programática ni debates de dirigentes. Tampoco fotos conjuntas del refundador del PP y su heredero.

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