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Los debates del 26-J, a la espera de Rajoy
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RUMBO A LA REPETICIÓN DE LAS GENERALES

Los debates del 26-J, a la espera de Rajoy

PSOE, Podemos y C's redoblan la presión sobre el líder del PP para que no se escape esta vez. Los populares se muestran dispuestos a que el presidente vaya a una cita a cuatro, pero piden tiempo

Foto: Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría, minutos antes del debate de Atresmedia celebrado el pasado 7 de diciembre. (EFE)
Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría, minutos antes del debate de Atresmedia celebrado el pasado 7 de diciembre. (EFE)

Otra campaña electoral de generales y otra vez el debate sobre los debates. Un clásico. Y de cara al 26-J, con más sentido que nunca, habida cuenta de que los partidos tienen en mente organizar una campaña más austera y más centrada en la presencia en los medios. Además, en esta ocasión el elemento diferenciador puede ser la participación de Mariano Rajoy. El PP asume que ahora no podrá esquivar tan fácilmente la presión para que el presidente en funciones acuda a los platós, porque ya no puede argumentar que las dos formaciones emergentes, Ciudadanos y Podemos, son extraparlamentarias. Mientras los populares afinan su estrategia, el resto de partidos urgen al jefe del Ejecutivo a que no rehúya el choque con sus oponentes en televisión. Y ya hay ofertas concretas sobre la mesa: dos debates a cuatro -uno planteado por Atresmedia el 16 de junio y otro por TVE el 20- más otro a siete el 13 solicitado por la cadena pública. Ambos en plena campaña. Un momento decisivo, a juzgar por el último estudio postelectoral del CIS: hasta un 35,9% decantó su voto a lo largo de las dos semanas de campaña.

Rajoy "no tiene temor a ningún tipo de debate", dijo este miércoles el portavoz parlamentario del PP, Rafa Hernando, aunque se remitió a las directrices que marque el director de campaña, Jorge Moragas. Fuentes del PP reconocen que esta vez tienen que plantear al presidente en funciones la conveniencia de que se someta a un debate con los principales candidatos de los demás partidos, no solo con el jefe de la oposición, como admitió ante el 20-D, y en un careo organizado por la Academia de Televisión y retransmitido por TVE y Atresmedia -el conglomerado audiovisual que agrupa a Antena 3 y La Sexta-. En Génova asumen que ya no pueden alegar las mismas razones que en la anterior campaña: que el presidente del Gobierno no podía medirse en pie de igualdad con quienes las encuestas señalaban como partidos emergentes. Ahora, Podemos y sus confluencias -69 escaños- y Ciudadanos (40) son una realidad.

Génova reconoce que ya no puede alegar que los emergentes son extraparlamentarios y que Rajoy ya es solo el candidato del partido más votado el 20-D

Además, Rajoy ya no tiene la condición de jefe del Ejecutivo electo por el Congreso. Sigue en funciones porque en la XI Legislatura los partidos no han sido capaces de investir a un presidente del Gobierno. Ahora, a efectos de negociar los debates, solo es el candidato del partido más votado en los últimos comicios.

Al jefe del Ejecutivo no le apetece demasiado

En la sede de Génova se reconocen desbordados por la peticiones de todas las cadenas de televisión, más alguna universidad como la Carlos III de Madrid, para enviar representantes a sus debates, con Rajoy por delante. Advierten fuentes de la dirección de que necesitarán tiempo para pensarlo, más detalles sobre los formatos propuestos, y que las televisiones se pongan de acuerdo entre ellas. No obstante, dan a entender que Rajoy tendrá que medirse personalmente con Iglesias y Rivera en vez de debatir solo con Sánchez.

El mismo presidente del Gobierno en funciones, que prefiere siempre los debates en el Congreso antes que en cualquier televisión, reconoció ayer en la cadena Ser que acudirá ante las cámaras frente a sus rivales solo por obligación, no porque le apetezca, porque requieren una "gran responsabilidad", "mucha preparación y esfuerzo" y no son "algo cómodo". Dijo, en fin, que le gustaría que hubiera "una cosa razonable".

"No vale esconderse, Rajoy. No vale mandar a Soraya, Rajoy. Hay que dar la cara", le lanzó poco después el secretario de Organización de los socialistas y coordinador general de la campaña de Sánchez, César Luena. El PSOE quiere poner toda la presión sobre el presidente en funciones antes de despejar una incógnita fundamental: si acudirá su candidato a los platós en caso de que el líder del PP rehúse el envite o decida enviar, como ocurrió con el debate organizado por Atresmedia el 7 de diciembre, a su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría.

"No vale esconderse, Rajoy. No vale mandar a Soraya. Hay que dar la cara", azuza Luena. El PSOE no quiere anticipar qué hará porque quiere apremiar al PP

Por ahora, Ferraz no se va a mover de su baldosa, la de redoblar la presión sobre Rajoy. Este mismo jueves, cuando todos los partidos se reúnen en el Congreso para hablar de una posible reducción de los gastos electorales, tiene previsto apretar más las tuercas al PP.

César Luena exige a Mariano Rajoy que "dé la cara" y acuda a todos los debates electorales

El PSOE defiende los nuevos formatos

Los socialistas no quieren adelantar el siguiente capítulo. No quieren anticipar qué harán. Lo único que garantizan es que Sánchez estará en los debates en los que participe Rajoy. Dicho de otra forma, no descarta que su candidato se salte la cita si el presidente falta. La decisión, según explican varios altos mandos del comité de campaña, no está tomada al cien por cien, aunque Ferraz se inclina por sacar a Sánchez de todos aquellos encuentros en televisión que el jefe del Ejecutivo borre de su agenda. "Parece lógico que no vayamos a hacer la ola a quien quiera mandar el PP. El PSOE sí estará presente en cualquier caso, otra cosa es que vaya Pedro. Pero en todo caso lo que no podemos hacer es dejar escapar a Rajoy, permitir que Rajoy permanezca escondido en la campaña. Debe dar la cara", explica una integrante del equipo de campaña a este periódico.

Los socialistas han cambiado de criterio respecto al 20-D: entonces el candidato dijo que debatiría "con todos, de todo y sin cortapisas"

En el análisis que siguió al 20-D, varios dirigentes explicaban que quizá no había sido tan buena idea mandar a Sánchez al debate de Atresmedia, porque Santamaría no es un objetivo tan fácil a batir y una dirigente a la que se pueda endosar toda la gestión del Gobierno y del PP, especialmente en los casos de corrupción, ni su imagen es la misma que la de su jefe. Además, esa cita fue la que salió menos rentable al candidato socialista. En aquel momento, los medios dieron como ganador a Pablo Iglesias, y así también lo reflejó el sondeo poselectoral que el martes publicó el CIS. El jefe de Ferraz quedó cuarto -solo un 8,9% le vio más convincente-, por detrás del líder de Podemos (31,3%), la vicepresidenta del Ejecutivo (18,3%) y Albert Rivera (12%). Por lo tanto, hay un cambio de postura respecto al 20-D. En la pasada convocatoria, el propio Sánchez prometió debatir "con todos, de todo y sin cortapisas".

En el comité socialista creen que esta vez Rajoy "no podrá soportar la presión" de los debates, y también anticipan que no podrá rescatar formatos más rígidos y antiguos. El de Atresmedia, justifican, "fue bastante abierto", porque los presentadores, los periodistas Ana Pastor y Vicente Vallés, no eran meros bustos parlantes, árbitros, y no había un control taxativo de los tiempos. El resultado fue un espacio más dinámico, "y no tendría sentido volver atrás", señalan en Ferraz. En cualquier caso, Óscar López, vicecoordinador de comunicación y estrategia del equipo socialista, aún no ha hablado con su homólogo del PP ni con el resto de partidos. "Cada fuerza política debe poder fijar su posición de forma autónoma, pero sí nos gustaría que esta cuestión se resolviera pronto. El debate sobre el debate es un lío y aburre", apuntan desde el corazón del comité electoral.

El duelo a dos se verá

¿Y habrá cara a cara? Atresmedia y RTVE no han formulado una petición en ese sentido. "En lo que estamos ahora mismo es en que se garantice un debate con los cuatro candidatos, o cinco si Alberto Garzón [Izquierda Unida] no fuera con Podemos. Luego ya veremos", añaden las mismas fuentes a este diario. La dirección de Sánchez, no obstante, se felicitó del resultado del duelo con Rajoy, porque salió bien parado (pese a su tono agresivo) y porque enchufó a sus bases. El CIS apunta que el socialista sí sonó más convincente, pero por poco (26,9%-26,1%).

Ciudadanos y Podemos confirman que sus líderes, Rivera e Iglesias, acudirán al debate organizado por la Carlos III para el próximo 6 de junio

Ciudadanos también apremió al presidente en funciones. Rajoy, señaló este miércoles el número dos de Rivera, José Manuel Villegas, "no se siente cómodo" en los debates ni en una mesa de negociación porque "no se siente cómodo en una nueva etapa democrática". Desde la formación naranja reconocen que su intención inicial es asistir a todos "dentro de un orden" que, entienden, debería pasar por que el líder del PP asistiera, a diferencia de lo que ocurrió el 20-D. El partido emergente esperará a las propuestas formales de los grupos de comunicación que vayan llegando para estudiar los formatos de las ofertas. Aun así, Rivera acudirá a los principales encuentros sin mayores dudas.

El jefe de C's ya ha confirmado su asistencia al debate propuesto por la asociación de estudiantes Demos de la Universidad Carlos III, programado para el lunes 6 de junio. Y en él tendrá enfrente, y ya es seguro porque así lo ha ratificado Podemos, a Iglesias.

La formación morada también exige que acuda Rajoy a los platós, según indican desde el entorno del secretario general. La idea inicial de Podemos es que su jefe vaya a todos los debates posibles a los que asistan los demás cabezas de lista, pero podría pensárselo si faltan los candidatos de PP y PSOE, porque entonces se enfrentaría a Rivera, y ya está fijada la cita en la Carlos III.

Es más que evidente: Rajoy está en el centro de la discusión. De él dependerán los cambios en la campaña mediática, tan importante o más que la que se desarrolle a pie de calle.

Otra campaña electoral de generales y otra vez el debate sobre los debates. Un clásico. Y de cara al 26-J, con más sentido que nunca, habida cuenta de que los partidos tienen en mente organizar una campaña más austera y más centrada en la presencia en los medios. Además, en esta ocasión el elemento diferenciador puede ser la participación de Mariano Rajoy. El PP asume que ahora no podrá esquivar tan fácilmente la presión para que el presidente en funciones acuda a los platós, porque ya no puede argumentar que las dos formaciones emergentes, Ciudadanos y Podemos, son extraparlamentarias. Mientras los populares afinan su estrategia, el resto de partidos urgen al jefe del Ejecutivo a que no rehúya el choque con sus oponentes en televisión. Y ya hay ofertas concretas sobre la mesa: dos debates a cuatro -uno planteado por Atresmedia el 16 de junio y otro por TVE el 20- más otro a siete el 13 solicitado por la cadena pública. Ambos en plena campaña. Un momento decisivo, a juzgar por el último estudio postelectoral del CIS: hasta un 35,9% decantó su voto a lo largo de las dos semanas de campaña.

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