Podemos busca al PSOE con la oferta de un pacto basado en el programa socialista

Vuelta al tono conciliador y a la mano tendida, incluso con rebajas. La convocatoria de una nueva ronda de consultas por parte del Rey, los días 25 y 26, ha generado un espejismo de desbloqueo para la formación de Gobierno, hasta el punto de que Podemos quiere "pactar con el programa electoral del PSOE". Pedro Sánchez también vuelve sobre sus pasos y pide ahora a Podemos que "desbloquee" la situación para que "juntos", también con Ciudadanos, pongan "fin" al "Gobierno de la vergüenza". El portavoz parlamentario de la formación emergente, Íñigo Errejón, mantiene su optimismo, aun vetando a los centristas, porque entienden que lo fundamental es que "el PSOE no cierre la puerta".

Durante los siguientes 15 días, que marcan la recta final para la formación de Gobierno, Podemos tratará de empujar a los socialistas hacia la socialdemocracia, asumiendo para ello el programa con que el PSOE se presentó a las elecciones del 20-D. "Con el PSOE es más sencillo entenderse, somos más ambiciosos [que el programa del PSOE], pero es un buen punto de partida" para buscar el entendimiento.

A estas alturas, Podemos solo valora dos opciones, la de la gran coalición o la del Gobierno de cambio. Esta última vía, que saca de la ecuación a Ciudadanos, es la que buscará "hasta el final" la formación emergente. La patata caliente de la responsabilidad por el fracaso de las negociaciones sigue pasando de partido en partido, y para el número dos de Podemos, "la pieza clave para un Gobierno de cambio es el PSOE". Dispuesto a volver a la mesa de negociación con el PSOE, Errejón ha evitado la crispación y se ha limitado a poner en duda los vetos de Ferraz a Pedro Sánchez para no explorar vías de entendimiento con ellos y los grupos catalanes y vascos.

El fracaso de las negociaciones desde que el pasado 2 de febrero el Rey postuló a Sánchez como candidato a la investidura, primero en la mesa a cuatro (PSOE, Podemos, IU, Compromís) y más recientemente en la mesa a tres (PSOE, Podemos y Ciudadanos), ha tenido que ver, según Errejón, con un "problema de definición política" del PSOE. Desde su punto de vista, la formación fue "honesta", pero dentro de los "rígidos límites" fijados por Ferraz. Unos bloqueos internos que espera que desaparezcan para desbloquear la situación, poniendo como ejemplo los acuerdos parlamentarios entre socialistas, Podemos y grupos nacionalistas para paralizar el calendario de la LOMCE o aprobar otro tipo de cuestiones que no recibieron el voto favorable de Ciudadanos. "Esos números y esos grupos son el dibujo del Gobierno del cambio. Señalan el camino", sentenció el segundo de Podemos.

Errejón cierra la puerta a IU

El debate sobre la confluencia estatal entre Podemos e IU, en caso de que se repitan elecciones, volvió a la agenda política de la izquierda de la mano de Ada Colau. La alcaldesa de Barcelona apostó este lunes por esta opción, la cual calificó de "positiva" porque, añadió, "el momento nos pide a todos que juntemos fuerzas". A pesar de reconocer las diferentes posturas en el seno de Podemos sobre esta posibilidad, Errejón zanjó el debate asegurando que en sus listas "caben más personas", pero que estas no se van a configurar "amontonando sillas". La coalición de ambos proyectos de cara al 26-J, por tanto, no es una opción.

Ni suma de siglas ni coaliciones más allá de los tres territorios en los que estas se produjeron el pasado 20-D (Cataluña, Galicia y Valencia). "Vamos a seguir construyendo nuestro proyecto, y en ese camino nos podemos encontrar con más actores, son cosas perfectamente compatibles", explicó el secretario político. Al mismo tiempo, rechazó la complementariedad de su proyecto con el de Alberto Garzón, el cual evitaría la transversalidad buscada por la formación emergente, es decir, "las mayorías sociales" que vienen de votar cosas diferentes.