López diseña cuatro plenos de control anti-PP en apoyo de otro intento de Sánchez
El choque institucional entre el Congreso y el Gobierno en funciones sirve para favorecer la investidura del aspirante socialista y de precampaña por si se repiten los comicios
El choque institucional entre el nuevo Congreso y el Gobierno en funciones es también el terreno elegido por el PSOE para hacer un último intento de convertir a Pedro Sánchez en jefe del Ejecutivo y, en el peor de los casos, empezar la precampaña ante la previsible repetición de los comicios. El presidente de la Cámara, Patxi López, ha diseñado un calendario de cuatro plenos durante abril, con sesión de control incluida contra Mariano Rajoy y sus ministros, para que los socialistas y su aspirante se promocionen como la alternativa del resto del Parlamento frente a un gabinete que acusarán de estar "en rebeldía".
En el conflicto abierto por el empeño de López por conseguir que el Gobierno en funciones se someta a los trámites ordinarios de control de la Cámara y la negativa de Rajoy a aceptarlo, no se dirime sólo una cuestión de competencias o atribuciones, sino el marco de la etapa decisiva para saber si la legislatura puede arrancar de verdad o no. El PSOE quiere que parezca que hay un Gobierno que derribar y una oposición que tiene a Sánchez como ariete principal.
El PSOE, Podemos y Ciudadanos comparten la táctica de ir contra el adversario común aunque esté 'en funciones' y sin capacidad de actuación política
Después del mes que el aspirante socialista se tomó en la búsqueda de apoyos para su investidura y una vez que hubo fracasado en la misión el pasado día 4 de marzo, López puso en marcha los mecanismos para rellenar la actividad parlamentaria pese al 'inconveniente' de que seguía sin haber Gobierno que controlar ni proyectos de ley que tramitar. El PSOE, Podemos y Ciudadanos, con mayoría en la Mesa del Congreso y en la Junta de Portavoces, comparten la táctica de ir contra el adversario común aunque esté 'en funciones' y sin capacidad de actuación política más allá de los trámites de tipo administrativo.
El presidente del Congreso ha dejado para después de Semana Santa el siguiente capítulo del culebrón del "choque institucional". El día 29 la junta de portavoces fijará el orden del día para el primer pleno diseñado contra Rajoy y los ministros, con preguntas e interpelaciones sobre los más variados asuntos, para la semana siguiente. Como el Grupo Popular se opondrá, los socialistas ya preparan su iniciativa para llevar el caso del "conflicto de atribuciones" ante el Tribunal Constitucional, propuesta que sería llevada al mismo pleno del día 6 de abril para que fuera aprobada.
Además, para el día siguiente la comisión de Fomento tiene citada a la ministra del ramo, Ana Pastor, para que dé explicaciones sobre la dimisión del ex director general de Vivienda, Juan Van-Halen. El objetivo último es sacar a colación los casos de corrupción en Madrid, Púnica y Gürtel, aunque procedan de una etapa anterior incluso a la legislatura en que Pastor llegó al ministerio.
Pastor, como Morenés antes, no irá a la comisión por considerar que no puede ni debe someterse a ese control político, según la conocida posición gubernamental de que, al estar cesada desde el día 21 de diciembre, su mandato ha caducado. Desde 1978 ningún ministro en funciones ha sido fiscalizado por una Cámara de la que no procedía su nombramiento.
El PSOE aprovechará la negativa del Gobierno para cargar contra el PP y ofrecerse como alternativa "de cambio y de progreso" al gabinete 'insumiso'
El PSOE aprovechará la negativa del Gobierno en funciones a someterse al control ordinario en pleno y comisiones para cargar contra el PP y ofrecerse como alternativa "de cambio y de progreso" al gabinete 'insumiso'. La operación favorece el aislamiento de los populares, deja evidencia del rechazo de Sánchez a la oferta de Rajoy para la formación de un Ejecutivo constitucionalista (PP y PSOE más Ciudadanos) y anima al acercamiento a Podemos y el resto de los grupos de izquierda que sí suman una mayoría de poder.
Después de ese pleno, a Sánchez sólo le quedarán tres semanas para intentar una nueva sesión de investidura. López también le ha asegurado para ese periodo nuevos choques institucionales por el pleno de control. En el peor de los casos para el aspirante socialista, el conflicto le servirá de precampaña.
El choque institucional entre el nuevo Congreso y el Gobierno en funciones es también el terreno elegido por el PSOE para hacer un último intento de convertir a Pedro Sánchez en jefe del Ejecutivo y, en el peor de los casos, empezar la precampaña ante la previsible repetición de los comicios. El presidente de la Cámara, Patxi López, ha diseñado un calendario de cuatro plenos durante abril, con sesión de control incluida contra Mariano Rajoy y sus ministros, para que los socialistas y su aspirante se promocionen como la alternativa del resto del Parlamento frente a un gabinete que acusarán de estar "en rebeldía".