Cospedal se reactiva como escudera de Rajoy para que siga en el poder y como candidato

María Dolores de Cospedal, como secretaria general del Partido Popular, se ha reactivado en su papel de escudera del presidente, Mariano Rajoy. Es el principal movimiento interno registrado en el PP en medio de la incertidumbre provocada por los resultados de las elecciones del 20-D, al no saber todavía si seguirá en el poder, si tendrá que pasar a la oposición o si habrá repetición de comicios el próximo 26 de junio. La expresidenta de la Junta de Castilla-La Mancha encabeza además la defensa de su jefe frente al cuestionamiento, al menos externo, de Rajoy como candidato.

“Ejerce con plenos poderes, ha recuperado influencia y goza de toda la confianza del presidente”, comentan en fuentes de los populares ante el protagonismo de Cospedal en la ofensiva del PP para mantener sus opciones a seguir en el Gobierno. Desde esta semana, es la primera en acudir a los medios de comunicación para repetir que Rajoy será “por supuesto” el candidato del partido en las próximas elecciones si hay que repetirlas, además de responder a las peticiones de retirada de su jefe con el “no” más rotundo y despectivo dirigido a Ciudadanos y sus promotores.

Después de un final de legislatura y primer periodo poselectoral en que prefirió quedar en segundo plano mientras los vicesecretarios del partido (principalmente, Fernando Martínez-Maillo y Pablo Casado) daban cuenta de las decisiones y posiciones de la formación, Cospedal vuelve a ejercer de número dos de Génova a todos los efectos, ante la opinión pública y a la hora de dar doctrina. En el último mes, se ha encargado de dar continuidad todos los domingos a los actos y mensajes que Rajoy lanzaba los sábados en el intento de mantener la actividad mientras Pedro Sánchez intentaba ensayar algún pacto de Gobierno.

Después de que el aspirante socialista registró el primer fracaso en el Congreso, la secretaria general de los populares encabezó por la noche el despliegue de dirigentes del PP en las emisoras de radio para retomar la iniciativa, criticar a Sánchez y responder a Albert Rivera por exigir a los populares que echaran a Rajoy. Y lo mismo hizo a la mañana siguiente en las televisiones.

Cospedal no hace más que cumplir con el papel tradicional de todos los secretarios generales que el PP ha tenido desde los tiempos de José María Aznar. Como Francisco Álvarez-Cascos primero y después Ángel Acebes, se vuelca como escudera del presidente. Primero por su doble función como presidenta autonómica en Castilla-La Mancha y también por los desencuentros con Rajoy al ser desautorizada en algunos nombramientos de dirigentes regionales (Andalucía o el País Vasco), no había desempeñado las mismas funciones, al menos en el orden externo.

En fuentes del PP, apuntan además que el hecho de que Cospedal sea la primera defensora de Rajoy tiene una clave sucesoria. La secretaria general ya no aspira a la presidencia del partido, sabe que tendrá que dejar su actual cargo en el próximo congreso nacional (cuando haya Gobierno) y considera que lo mejor para la organización es que siga su actual jefe al frente en el caso de que haya que repetir los comicios. Pero también admiten en los mismos medios que si el PP pasa a la oposición y queda obligado a una renovación completa, la secretaria general "no querrá que Soraya Sáenz de Santamaría juegue el papel de heredera".