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Sánchez redobla la presión sobre Podemos y agita la idea de la pinza con el PP
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EL DIFÍCIL CAMINO HACIA LA INVESTIDURA

Sánchez redobla la presión sobre Podemos y agita la idea de la pinza con el PP

El candidato llama a la participación en la consulta a las bases que finaliza este sábado e insiste en que el acuerdo firmado con Ciudadanos es "de izquierdas" y está "abierto" a todas las fuerzas del cambio

Foto: Pedro Sánchez presenta el acuerdo firmado con Ciudadanos en una asamblea abierta con militantes socialistas, este 26 de febrero en Alcalá de Henares, Madrid. (EFE)
Pedro Sánchez presenta el acuerdo firmado con Ciudadanos en una asamblea abierta con militantes socialistas, este 26 de febrero en Alcalá de Henares, Madrid. (EFE)

Los días se agotan, la investidura se aleja y la única herramienta que el PSOE cree poderosa para presionar a su izquierda y que le queda, si no prosiguen las negociaciones, es grabar a sangre y fuego la idea de la pinza con el PP. Insistir en que el acuerdo que firmó con Albert Rivera el miércoles está "abierto" y es "de izquierdas" y que no hay motivos para decir no. Votar en contra supone, según el razonamiento socialista, mantener a Mariano Rajoy en La Moncloa. Tan simple como eso. Y como ha dejado hasta por escrito en argumentarios.

La dirección ya había manejado ese mensaje en pleno proceso de negociación en las últimas semanas. Pero una vez sellado el pacto con Ciudadanos, se levantó de la mesa no sólo Podemos, sino también Izquierda Unida y Compromís. Así que ese mensaje ha ido adquiriendo un carácter central. Lo fue también este viernes, en el único acto de campaña informativa a sus militantes protagonizado por Pedro Sánchez. En Alcalá de Henares, ciudad madrileña que gobierna el partido desde el pasado 13 de junio, y cuya cúpula local es totalmente leal a él. "Dijimos que no íbamos a votar a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y a ningún candidato del PP. Otros dijeron: 'El PSOE se abstendrá para que Rajoy sea presidente'. Algunos que nos dan lecciones de izquierdas. Son tan de izquierdas, tan de izquierdas, tan de izquierdas que son capaces de votar en contra un candidato socialista para que siga gobernando el PP", sostuvo Sánchez, sin citar en ningún momento a la formación de Pablo Iglesias durante su intervención ante unos 200 afiliados y simpatizantes en una asamblea abierta... hasta que llegó el turno de preguntas y la organización sacó a la prensa.

Este viernes arrancó el referéndum, al que están llamados 189.167 militantes, de los que 13.697 se inscribieron para poder votar a través de Internet

Este viernes arrancó la votación, entre la militancia socialista, del acuerdo firmado con Ciudadanos. A medianoche comenzó el plazo para poder emitir el sufragio online para todos aquellos que se inscribieron previamente en la web miPSOE (un total de 13.697, el 7,24% del total de 189.167 afiliados al partido). Una consulta que, en principio, no traerá sustos por el resultado -se cuenta con que vencerá el sí-, pero sí por la participación, si se constata, como todo hace presumir, que será baja y, desde luego, inferior al 66,76% de las primarias de 2014, en las que Sánchez se impuso a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.

El bloque de izquierdas pesa menos

Sánchez quiso por eso defender el acuerdo de Gobierno ante los suyos. Recordó que las urnas arrojaron un resultado "muy complejo" y que los socialistas entendieron el mensaje, que había que liderar un "cambio progresista y reformista", contando tanto con la izquierda como con la derecha, porque "desgraciadamente el bloque de izquierdas no suma una mayoría", dijo a Podemos, IU y Compromís. Todos agrupan a 161 escaños, por los 163 de PP y Ciudadanos. "Si el bloque de izquierdas es menor", la "única opción" que le cabía era o contar también con Rivera "o hacer descansar la gobernabilidad en partidos que quieren romper España", ERC y Democràcia i Llibertat.

El acuerdo con C's está hecho, y "Rajoy e Iglesias han coincidido" en su pronóstico, dijo: que "no suma". "No han entendido nada", subrayó, como hiciera el pasado miércoles. El líder socialista defendió que la alianza de PSOE (90 diputados) y la formación naranja (40) sí suma porque es una "salida al atasco político", porque se hace "realidad el mandato de los españoles". Explicó que votar no el 2 de marzo (primera votación) y el 5 (en segunda) es votar en contra de algunas medidas comprendidas en el pacto, como el ingreso mínimo vital, la paralización de la Lomce, la "recuperación de derechos y libertades", la "creación de las becas como un derecho", la "derogación de la reforma laboral", la subida del salario mínimo o la "revisión" de los Acuerdos con la Santa Sede (que no denuncia del Concordato). Los que votan no, concluyó, "votan sí a la continuidad de Rajoy como presidente del Gobierno". En cambio, "la única línea roja" que esgrimía y esgrime el PSOE es que el líder del PP no se quede en La Moncloa.

Pensar "en el bien común"

Sánchez aprovechó para hacer una caricatura del PP, y para advertir a todos aquellos que voten en su contra que estarán dando carta blanca a la corrupción que acorrala al presidente en funciones. El PP, señaló, ha pasado de ocupar las páginas de Nacional de los periódicos a "la crónica de sucesos". Sostuvo que es urgente "cerrar" para siempre la forma de hacer política de "Rita Barberá y de su amigo Mariano Rajoy". No sólo eso. El candidato presumió de haber dado "un paso al frente, valiente, con coraje", frente al ejercicio de "escapismo" del líder del PP, que declinó la propuesta del Rey de acudir a la investidura. Y ha sido "coherente" desde el principio, añadió, intentando propiciar el cambio y la salida de los populares del poder.

Sánchez: "Barberá como su amigo Rajoy son un tiempo que queremos cerrar en la vida política española"

Ahora llega el momento de la verdad. Pero los 130 escaños son insuficientes. Sánchez volvió a invitar a "las fuerzas del cambio" a que se sumen, a que piensen "en el bien común" y no en los intereses partidistas, y a que recuerden que el pacto, que es "de izquierdas", "progresista", está "abierto al resto de formaciones políticas".

"Un sí al cambio al cambio, al progreso y a la reforma, y un no a Mariano Rajoy. Eso es lo que tenemos que votar", apremia el candidato socialista

El mensaje también iba para la militancia, a quien Sánchez pidió "participar" y votar "sí al acuerdo" con Ciudadanos. "Un sí al cambio al cambio, al progreso y a la reforma, y un no a Mariano Rajoy. Eso es lo que tenemos que votar mañana [este sábado es el sufragio presencial y en urna]". El candidato recordó que la consulta es un "ejercicio de auténtica democracia interna histórico" para una organización "centenaria" como el PSOE.

Un hombre le entrega a Sánchez una carta para denunciar su mala situación personal

Sara Hernández, la líder del PSOE-M, agradeció a su jefe de filas el pacto con C's, la forma en la que se han conducido las negociaciones y que los militantes hayan "recuperado la centralidad" del proyecto. "Es un acuerdo que no me chirría, me gusta la música, dejando claros los principios y valores socialistas", aplaudió. Ella forma parte del club de barones totalmente afines a Sánchez, igual que es leal el alcalde de Alcalá, Javier Rodríguez, vicesecretario general del partido en Madrid, que también intervino para avalar la entente con Rivera. El secretario general, en cambio, sí tiene problemas en las federaciones más grandes, en donde se ha visto con poco entusiasmo el texto acordado con Ciudadanos o donde se ha cuestionado la supresión de las diputaciones provinciales., hasta el punto de que la dirección ha tenido que defender su postura en un documento [aquí en PDF].

Y la anécdota de la jornada: durante el acto en la ciudad complutense, un hombre entregó una carta a Sánchez para quejarse por su situación personal. "Lo que no puede ser es que una familia entera pase hambre", estalló mientras mitineaba Rodríguez. El líder guardó la misiva y la bancada respondió con pitos y aplausos al espontáneo.

Los días se agotan, la investidura se aleja y la única herramienta que el PSOE cree poderosa para presionar a su izquierda y que le queda, si no prosiguen las negociaciones, es grabar a sangre y fuego la idea de la pinza con el PP. Insistir en que el acuerdo que firmó con Albert Rivera el miércoles está "abierto" y es "de izquierdas" y que no hay motivos para decir no. Votar en contra supone, según el razonamiento socialista, mantener a Mariano Rajoy en La Moncloa. Tan simple como eso. Y como ha dejado hasta por escrito en argumentarios.

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