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La corrupción del PP y la intransigencia de Podemos atan a Sánchez y Rivera
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EL PANORAMA LOS CONVIERTE EN SOCIOS NECESARIOS

La corrupción del PP y la intransigencia de Podemos atan a Sánchez y Rivera

Los últimos casos de corrupción que han estallado en el seno del PP y la oferta imposible de Iglesias a Sánchez acercan todavía más a los líderes del PSOE y C's a un acuerdo

Foto: El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se reunieron la pasada semana en el Congreso. (EFE)
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se reunieron la pasada semana en el Congreso. (EFE)

El 2 de marzo, Pedro Sánchez se someterá al pleno de investidura donde tratará de conseguir los apoyos parlamentarios necesarios para ser el próximo presidente del Gobierno. Las negociaciones con el grupo de Ciudadanos siguen avanzando -esta semana, se celebra una tercera reunión programática entre los equipos negociadores designados-, mientras que con Podemos, que apenas iniciaron, se encuentran ya estancadas. El documento que Pablo Iglesias presentó este lunes con la exigencia explícita de un referéndum para Cataluña es a ojos de los socialistas "decepcionante y preocupante" pero, sobre todo, inasumible.

La intransigencia de las propuestas de Iglesias, que comenzaron pidiendo públicamente la Vicepresidencia del Gobierno en un pacto con el PSOE y varias carteras ministeriales, y terminan con la inclusión de la consulta catalana en su hoja de ruta, aumentan notablemente la tensión entre ambas formaciones de izquierda y acercan todavía más a Pedro Sánchez y Albert Rivera, que ya se ven respectivamente como socios necesarios para alcanzar un acuerdo.

De la misma forma, y a pesar de que Ciudadanos pretende arrancar en los próximos días una ronda de contactos con miembros del Partido Popular en una mesa específica de negociación, los últimos casos de corrupción que han estallado en el seno de Génova hacen prácticamente imposible que el acuerdo de partidos constitucionalistas que Albert Rivera persigue esté liderado por Rajoy, aunque Pedro Sánchez fracase. Miembros de la ejecutiva naranja reconocen que los votantes no comprenderían el apoyo al candidato popular tras reventar la operación Taula en Valencia y los nuevos registros en el marco de la trama Púnica, que se saldaron incluso con la dimisión de Esperanza Aguirre. Rivera se encuentra ahora con una doble linea roja: Iglesias y Rajoy.

Por otro lado, tanto las ofertas inasumibles de Iglesias como los escándalos de corrupción del PP podrían beneficiar en clave electoral a Ciudadanos, como muestran las últimas encuestas publicadas. Según la de GAD3, por ejemplo, la formación naranja subiría un punto y medio y ganaría cuatro escaños con respecto a los resultados del 20-D, sumando en total 44 diputados. El PP, afectado por las noticias que implican a icónicos dirigentes como Rita Barberá, se quedaría en 119 escaños tras la cesión al grupo de Rivera. Aun así, la otra premisa que confirman todos los sondeos es que el panorama no variaría tanto con respecto al de diciembre y serían necesarias de nuevo tres fuerzas para formar Gobierno.

Según explica Narciso Michavila, presidente de GAD3, los cuatro grandes partidos "están jugando una partida de póquer y todos van de farol". Es decir, "ninguno tiene buenas cartas" y por eso el sociólogo apuesta por que finalmente habrá un acuerdo. "En realidad, visto que la situación sería muy parecida a la actual, a ninguno le convienen nuevas elecciones". El PP se desangra poco a poco por los escándalos, Ciudadanos no conseguiría obtener un gran número de escaños como para ser realmente relevante, el PSOE sigue perdiendo votos en favor de Podemos a pesar de tener en estos momentos la iniciativa, y los de Pablo Iglesias, pese a estar supuestamente forzando los nuevos comicios con su polémico documento, se podrían enfrentar a una tensión interna con sus candidaturas territoriales.

Precisamente en ese contexto, Rivera continúa su ofensiva de seducción a Rajoy. El objetivo sigue siendo conseguir 'in extremis' la abstención de los populares facilitando la investidura de Sánchez, que podría salir adelante con voto favorable o abstención también de Ciudadanos. El resultado final es una incógnita, pero dirigentes del partido naranja aseguran que podría haber "cesiones" de última hora a medida que el tiempo siga corriendo y los plazos empiecen a apretar con el fantasma de Podemos cada vez más activo. Especialmente, si los problemas del PP no se acaban. La marcha de Aguirre provocó la imposición de una gestora en Madrid presidida por Cristina Cifuentes, igual que en Valencia, las dos joyas de la corona de Génova, y, aunque el liderazgo del candidato popular parece ser indiscutible, igual de indiscutible es también que Rajoy no pueda abanderar la nueva etapa política española, en opinión del candidato barcelonés.

Los tiempos comienzan a correr

Al menos la situación de bloqueo institucional ha terminado. Con la fecha de la investidura sobre la mesa, los tiempos ya están establecidos. El día 2 de marzo Sánchez deberá defender ante el Congreso su programa de gobierno en el pleno. Dado que el debate suele durar dos días, la primera votación tendrá lugar previsiblemente el jueves 3. Si Sánchez no logra mayoría absoluta (176 apoyos parlamentarios), a las 48 horas se celebrará una segunda votación. Es decir, el sábado 5 de marzo.

Desde la primera votación, tal y como establece el artículo 99 de la Constitución, comienza la cuenta atrás de dos meses para que haya nuevas elecciones. En caso de que el líder socialista no lo consiguiera en la segunda jornada, otro candidato nombrado por el Rey podría intentarlo, y así sucesivamente hasta que el tiempo se agote. Si ninguna investidura fructifica, las Cámaras se disolverían el 2 de mayo, fecha en que Felipe VI firmaría el decreto de repetición de elecciones. Y los nuevos comicios se celebrarían el domingo 26 de junio.

El 2 de marzo, Pedro Sánchez se someterá al pleno de investidura donde tratará de conseguir los apoyos parlamentarios necesarios para ser el próximo presidente del Gobierno. Las negociaciones con el grupo de Ciudadanos siguen avanzando -esta semana, se celebra una tercera reunión programática entre los equipos negociadores designados-, mientras que con Podemos, que apenas iniciaron, se encuentran ya estancadas. El documento que Pablo Iglesias presentó este lunes con la exigencia explícita de un referéndum para Cataluña es a ojos de los socialistas "decepcionante y preocupante" pero, sobre todo, inasumible.

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