Rajoy trasladará a Sanchez que sólo la coalición PP-PSOE-C's es lo democrático

Mariano Rajoy ha reunido a sus senadores para arengarles en defensa de la victoria electoral del PP el 20-D y su derecho a encabezar un Gobierno constitucionalista. El presidente del Gobierno en funciones ha insistido en que Pedro Sánchez en persona, por encima incluso de los intereses del PSOE, es el culpable de la incertidumbre política actual y que su 'no' al diálogo con los populares amenaza con traer a España un Ejecutivo con "populistas y separatistas" que iría en contra del marco constitucional de convivencia y solidaridad vigente.

El presidente del PP acudió a confortar a los suyos en el Senado, la Cámara en la que su partido, con mayoría absoluta, podrá rechazar cualquier reforma constitucional que no cuente con su visto bueno y retrasar durante periodos de sesiones completos cualquier proyecto de ley que venga del Congreso en el caso de que Sánchez logre ser investido jefe del Ejecutivo.

Rajoy repitió su conocido discurso en favor de las virtudes de un Gobierno "de amplia base" respaldado por el PSOE y Ciudadanos para arrancar la legislatura con un gabinete fuerte, capacitado para acometer reformas de calado y dar respuesta al desafío separatista en Cataluña y apuntalar la recuperación económica y la creación de empleo.

El dirigente de los populares ha aprovechado para adelantar los cinco grandes objetivos que pretende plantear a Sánchez, si le deja, en su entrevista concertada para el viernes en el Congreso: la defensa de la nación y su unidad amenazada por los separatistas catalanes, el crecimiento económico y de puestos de trabajo, el mantenimiento de los pilares del llamado "estado del bienestar" (pensiones, educación, sanidad y dependencia), la lucha contra el terrorismo ("el de aquí y el de fuera") y la lucha contra la corrupción.

Rajoy ha atacado al dirigente socialista por no haberse molestado en incluir en su guión para negociar su investidura con Podemos, Ciudadanos, PNV y los grupos independentistas (todos menos el PP) la cuestión del separatismo en Cataluña.

El presidente del Gobierno se ha volcado en descalificar el empeño de Sánchez en formar un gobierno de izquierdas con apoyos o abstenciones de los nacionalistas que, de todas formas, no suman una mayoría absoluta que le permitiría gobernar. Ha calificado de "comedias de enredo" las fórmulas más "originales", como la de que basta con un acuerdo entre socialistas y Ciudadanos (130 escaños) en la que el PP se abstenga para facilitar la investidura. "Necesitamos un Gobierno serio, no una broma, que es lo que están apoyando algunos con gran irresponsabilidad", ha remachado.