Sánchez e Iglesias se sentarán en la misma fila tras sacar a Podemos del gallinero

La Mesa del Congreso dio este martes marcha atrás en su decisión de ubicar a los 65 diputados de Podemos en el gallinero, una propuesta del PSOE apoyada con los votos de PP y Ciudadanos. Finalmente aceptó por unanimidad una propuesta alternativa presentada por la formación emergente para situar a parte de sus diputados en la zona baja de la Cámara, evitando que todos se queden en el gallinero, según anunció la popular Celia Villalobos, vicepresidenta primera del órgano rector del Congreso.

Pedro Sánchez se sentará en la misma fila que Pablo Iglesias, a quien acompañarían el portavoz Íñigo Errejón y la secretaria del grupo parlamentario, Carolina Bescansa. Los tres recolocados a tiro de cámara, tras el banco azul de los ministros, y al lado del jefe de Ferraz. Siempre y cuando, claro, ambos sigan en la oposición, porque si el líder socialista consigue la investidura, saltaría a la bancada azul... y si Iglesias fuera su vicepresidente, como desea, estaría físicamente a su vera, a su izquierda. En todo caso, la nueva ubicación es fruto del acuerdo y se aprobó por unanimidad de la Mesa. Incluido el PP, lógicamente, que con sus tres miembros y los dos de Ciudadanos dispone de mayoría en el órgano rector de la Cámara Baja.

Villalobos recordó que se le había concedido un tiempo extra a Podemos para que pudiera negociar con los demás grupos una ubicación diferente a la inicial, validada por PSOE, PP y C's (con la abstención del presidente, Patxi López) el pasado 26 de enero. Y este martes la vicepresidenta tercera, Gloria Elizo, de la formación morada, llevó el nuevo diagrama, que fue respaldado por los nueve representantes de la Mesa. Elizo se congratuló de que sus compañeros respaldaran un diseño del hemiciclo mucho más representativo de la proporcionalidad de los distintos grupos. Iglesias, que se enteró de la decisión durante una entrevista de radio, aplaudió el cambio: "Es una buena noticia y normaliza lo que tiene que ser una convivencia razonable y sensata" del Congreso, "que todas las formaciones tengan una visibilidad en función de los resultados obtenidos", informa Europa Press.

En el gajo central se sentarán, en primera fila, C's y PNV, y detrás, DiL, ERC y Mixto. A la derecha, el PP, que tiene de vecino a los diputados naranjas

La propuesta aprobada definitivamente corrige algo la presentada anteriormente por Podemos (y que no fue validada), ya que aleja a los diputados de ERC de los de Ciudadanos, como el partido de Albert Rivera quería. Los parlamentarios del PSOE se ubicarán en el ala izquierda del hemiciclo y compartirán ese quesito con parte del grupo de Podemos. En el gajo central, compartirán las dos primeras filas PNV y Ciudadanos -ahí no hay cambios respecto de la propuesta original-. En la tercera fila, C's quedará al lado de los ocho diputados de Democràcia i Llibertat (DiL, la antigua Convergència). Los nueve parlamentarios de ERC se empotrarán dentro del grupo de Podemos -su situación es igual a la de la pasada legislatura, dijo Villalobos-, y los 14 del Mixto se interponen entre estos y los de Podemos en las últimas hileras del gajo central.

El PP es el único grupo al que no afecta directamente el cambio, puesto que sus escaños se mantendrán en la parte derecha y seguirán teniendo como vecinos a los diputados naranjas. El portavoz del grupo popular en el Congreso, Rafael Hernando, ya había adelantado que la propuesta inicial para la distribución de escaños no había sido una iniciativa de su partido y que los suyos estarían dispuestos a valorar propuestas alternativas. También Ciudadanos se había mostrado proclive al cambio, si obtenía un respaldo igual o mayor al anterior, como finalmente ha ocurrido.

Villalobos admitió que en esta ocasión ha habido una mayor disponibilidad de la Mesa para aceptar la propuesta del partido de Pablo Iglesias, y "seguramente" más disposición al diálogo de los representantes de Podemos, informa EFE. Como Elizo, también el secretario cuarto, Marcelo Expósito, de En Comú Podem, celebró la nueva distribución aprobada por unanimidad, mucho más "respetuosa" con la "pluralidad" de la Cámara.

"Si se quiere, se puede"

Fuentes socialistas indicaron que "cuando hay voluntad de diálogo y acuerdo, se llega a acuerdos". "Ya dijo Pedro Sánchez que el PSOE tenía voluntad de que Podemos estuviera situado en un lugar donde no se sintiera desplazado del hemiciclo. Y este martes se llegó al acuerdo. Si se quiere, se puede", abundaron.

La Mesa publicará previamente el orden del día y los informes que reciba. López intentará llevar la semana próxima la fecha del debate de investidura

Poco después, valoró el giro aprobado por la Mesa Isabel Rodríguez, portavoz adjunta del Grupo Socialista. La diputada expresó su "satisfacción" por que se haya resuelto una controversia "anecdótica y poco importante". Y emplazó a Iglesias a sentarse a negociar. "Pedimos a Podemos que nos pongamos a hablar en serio de lo que preocupa a la gente y nos dejemos de hablar de nuestras cosas, de los sillones y de los espacios, porque ahí fuera hay gente que sigue precisando de un cambio de Gobierno con urgencia".

Villalobos también informó de que desde la semana que viene el Congreso informará con carácter previo de los puntos del orden del día de la Mesa y de los informes que reciba de los letrados, que hasta ahora solo estaban a disposición de los grupos y no se publicaban. El nuevo gesto de transparencia de la Cámara Baja ha sido aprobado a instancias de Podemos.

Por su parte, el presidente del Congreso se comprometió ante sus compañeros del órgano rector a "intentar llevar" la próxima semana a la Mesa la fecha del debate de investidura al que se someterá Sánchez. El PP quería que tuviera lugar el próximo 22 de febrero, idea que rechazaban los socialistas y López. Este recordó que la competencia para fijar el pleno de investidura es suya "en exclusiva", pero adoptó el compromiso "ante la petición de los diferentes grupos de buscar unas ciertas certezas". En todo caso, señaló que tiene que haber "un acuerdo con el candidato" para una fecha "razonable". Por el momento, el PSOE mantiene su idea de respetar el tiempo que Sánchez pidió, en torno a tres o cuatro semanas después de recibir el encargo de Felipe VI, que fue hace justo siete días.