Los independentistas plantan al partido de Colau y no apoyan la investidura de Sánchez
En Comú, encargado de mediar con ERC y Democràcia i Llibertat para conseguir su apoyo en una investidura de PSOE y Podemos, había arrancado un principio de acuerdo que hoy se ha roto
El rechazo de los partidos independentistas catalanes a una coalición de Gobierno entre PSOE y Podemos ha cogido por sorpresa a los socios catalanes de Pablo Iglesias, a quienes les habían asegurado que “no veían con malos ojos” un Ejecutivo que reconociese la soberanía de Cataluña, tras la celebración de un referéndum. En Comú, la candidatura de confluencia impulsada por Ada Colau en Cataluña, actúa como interlocutora directa con ERC y Democràcia i Llibertat, de quienes se necesitarían al menos tres votos de entre los 17 escaños que suman para sacar adelante una hipotética investidura de Pedro Sánchez, contando con las abstenciones.
La oferta del referéndum catalán encajaría en las reclamaciones de ambas formaciones, sin embargo han hecho saber al Rey que no apoyarán ningún candidato para presidir un Gobierno de coalición formado por PSOE y Podemos.La formación heredera de Convergència (DiL) plantó en la tarde de ayer a Xavier Domènech, portavoz de En Comú. La reunión entre ambas formaciones para profundizar en la propuesta de Podemos y exponer la demanda del referéndum fue anulada por DiL, alegando motivos de agenda. Esta misma mañana Francesc Homs avanzaba su voto negativo, en lalínea ya expresada un día antes por Joan Tardá, el portavoz parlamentario de ERC que declinó asistir al encuentro con Felipe VI.
Desde En Comú reconocen que les “sorprendey extraña” este giro de guión porque en un principio “estarían a favor del referéndum”. En el caso de DiL, lamentan que“nisiquiera han querido escuchar la propuesta, por lo que difícilmente pueden posicionarse sobre ella porque lo único que conocen sería por los medios”, explican fuentes de la coalición. Los plazos para la investidura todavía no han empezado a correr, y desde la formación impulsada por la alcaldesa de Barcelona confían en acabar provocándoles uncambio de opinión.
"No veían con malos ojos un Gobierno que impulsase o garantizase un referéndum en Cataluña"
Sin haber llegado a concretar los términos, el punto de partida para el entendimiento expresado por ERC es que mientras se impulsase o se garantizase un referéndum en Cataluña no se opondrían al pacto. A partir de ahí habría que seguir matizando plazos y otras cuestiones, por lo que desde En Comú no se entiende la nitidez en la negativa de ERC, que obtuvo tres escaños menos que la coalición catalana. Máxime, después de que el 'president' de la Generalitat, CarlesPuigdemont, haya abandonado la vía de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI).
Con ERC la comunicación ha sido más fluida y ambas formaciones se han emplazado a seguir reuniéndose. El último encuentro se produjo ayer y Domènech no logró arrancar ni el voto a favor ni la abstención a Tardà. A pesar de todo, se han emplazado a seguir reuniéndose para hablar en función de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos, siempre con la mirada puesta en el comité federal que los socialistas celebran este sábado.
El portavoz de DiL, en cambio, no ha propuesto ninguna fecha alternativa para verse con En Comú tras anular el encuentro previsto para ayer. La postura que mantienen los dos partidos independentistas catalanes dificulta todavía más la aritmética para sacar adelante el denominado “gobierno de cambio”. Solo el PNV podría salvar a día de hoy la propuesta lanzada por Pablo Iglesias el pasado viernes. Los nacionalistas vascos, además, no son etiquetados desde Ferraz como independentistas, una de las principales líneas rojas fijadas por el último comité federal de los socialistas. Asimismo, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, solo ha concretado su “no” a Mariano Rajoy.
El rechazo de los partidos independentistas catalanes a una coalición de Gobierno entre PSOE y Podemos ha cogido por sorpresa a los socios catalanes de Pablo Iglesias, a quienes les habían asegurado que “no veían con malos ojos” un Ejecutivo que reconociese la soberanía de Cataluña, tras la celebración de un referéndum. En Comú, la candidatura de confluencia impulsada por Ada Colau en Cataluña, actúa como interlocutora directa con ERC y Democràcia i Llibertat, de quienes se necesitarían al menos tres votos de entre los 17 escaños que suman para sacar adelante una hipotética investidura de Pedro Sánchez, contando con las abstenciones.