Podemos y C's no cambiarán su postura ante el Rey para forzar al PSOE a "mover ficha"

Comienza la cuenta atrás para conocer el segundo candidato que propondrá Felipe VI para el primer pleno de investidura. La nueva ronda de contactos en Zarzuela empezó este miércoles con los portavoces de las fuerzas con menor representación y se prolongarán hasta el martes, día clave en el que el Rey recibirá a Pedro Sánchez y Mariano Rajoy. Como principal diferencia, las audiencias están siendo notablemente más cortas, por motivos obvios: no habiendo novedades sustanciales en el panorama político, los candidatos -en su mayoría- ratifican la propuesta que ya hicieron hace apenas unos días en el mismo escenario.

Por eso, la pelota está de nuevo en el tejado de los dos candidatos presidenciables, y muy especialmente en el del líder socialista. Los dos dirigentes emergentes, que de una manera u otra tienen la llave de la gobernabilidad, esperan atentos cómo transcurre el comité federal del PSOE de este sábado. Y concretamente la posición por la que se decante la formación tras el cónclave de los barones territoriales, que lo puede cambiar todo. En estos momentos existen dos vertientes en el seno del partido dirigido por Sánchez: la abanderada por Felipe González, que ya ha dejado clara su posición abogando por un Gobierno constitucionalista -posiblemente de la mano de Ciudadanos- y dando carpetazo a Podemos; y la que maneja el jefe de Ferraz, que sigue apostando por intentar una alianza de izquierdas con el apoyo de Pablo Iglesias descartando por completo un acuerdo que implique el apoyo de Mariano Rajoy.

En este contexto llegarán Albert Rivera y Pablo Iglesias el lunes a la Zarzuela con un elemento en común: no moverán un ápice la posición que ya trasladó cada uno de ellos a Felipe VI hace unos días. En el caso del presidente de Ciudadanos, cuya cita está prevista para las doce de la mañana, volverá a poner a disposición del Rey los 40 escaños de su partido para que, vía abstención, faciliten un Gobierno del candidato que proponga el Monarca, siempre y cuando se comprometa a una hoja de ruta de reformas institucionales y democráticas. La voluntad de Rivera sigue siendo que comience la XI Legislatura y desencallar la situación de bloqueo absoluto.

Fuentes de la dirección del partido confirman que la posición de Ciudadanos "sigue exactamente igual" y el líder de la formación descarta votar a favor de una investidura. Las negociaciones con PP y PSOE, que comenzarán una vez finalicen las audiencias del Rey, servirán para poner sobre la mesa las grandes reformas a las que Ciudadanos aspira para "cambiar el país", garantizando entonces la abstención de sus 40 diputados. Según explican a este diario, "no hay novedades" que deban trasladar al Rey a excepción de su postura frente a la primera renuncia de Rajoy.

Ciudadanos tampoco desecha la posibilidad de que, en caso de que el Monarca vuelva a proponer al candidato popular, éste rechace una vez más la oferta teniendo en cuenta que "apenas ha habido diálogo" para buscar los supuestos nuevos apoyos. En caso de que uno de los candidatos asumiera finalmente el papel de intentar ganarse la confianza del Parlamento para formar Gobierno, la formación centrista sí pedirá "flexibilidad" durante las negociaciones para que el debate en el hemiciclo llegue con mayorías, si no cristalizadas, por lo menos avanzadas.

Pablo Iglesias será más tajante. El secretario general de Podemos volverá a insistir al Monarca sobre su propuesta de un Gobierno de coalición presidido por Sánchez, según adelantan fuentes de la formación. "Si el PSOE quiere, mañana mismo podría haber un gobierno de cambio", añaden estas mismas fuentes. Desde la formación quieren dejar la pelota en el tejado del líder socialista, después de tomar la iniciativa con su propuesta para formar gobierno y, aunque evitan marcar plazos, subrayan que "les toca mover ficha a ellos".

Las claves políticas sobre las negociaciones que fije el comité federal del PSOE este sábado no variarán la postura de la formación emergente, tras prescindir de "líneas rojas" para facilitar la apertura de un diálogo. Sin embargo, la secretaria del grupo parlamentario, Carolina Bescansa, aseguraba este jueves que su partido seguirá con "gran expectativa" la cita de los socialistas.

Sin querer entrar a valorar los equilibrios internos del PSOE, desde las filas de Podemos sí destacan las dos almas existentes: la que apuesta por un gobierno de cambio y la inmovilista. En esta última estaría el expresidente Felipe González y varios barones, a los que acusan de defender una "gran coalición", mostrándose ajenos a millones de votantes socialistas que apostaron por el cambio. Con todo, no sorprende demasiado la postura del expresidente socialista en el seno Podemos, porque "salió de la política para meterse en un consejo de administración de Gas Natural y aboga por un gobierno de lo viejo".

Sí recalcan, en cambio, el hecho “paradójico” de que coincidiendo con la crisis del PP por los últimos casos de corrupción, “el señor González apueste por permitir a Rajoy gobernar”. El paso adelante del expresidente no parece haber cogido por sorpresa a la dirección de Podemos: "Es lo que siempre ha defendido", explican, para al mismo tiempo recordar que "en democracia quién decide es la gente". En el lado opuesto estaría Albert Rivera que, sin tapujos, aseguró estar en la línea de lo expresado por el histórico del PSOE.