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Podemos se queda con 65 diputados tras la primera tensión interna con las confluencias
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COMPROMÍS SE INTEGRARía EN EL GRUPO MIXTO

Podemos se queda con 65 diputados tras la primera tensión interna con las confluencias

Las negociaciones entre Podemos y las tres candidaturas territoriales con las que confluyó el pasado 20-D para la conformación de los grupos generan las primeras tensiones, que se saldan con una fuga

Foto: El número dos de Podemos, Íñigo Errejón, muestra el acuerdo para el grupo confederal con los portavoces de En Comú Podem, Xavier Domènech, y En Marea, Alexandra Fernández. (EFE)
El número dos de Podemos, Íñigo Errejón, muestra el acuerdo para el grupo confederal con los portavoces de En Comú Podem, Xavier Domènech, y En Marea, Alexandra Fernández. (EFE)

Carreras en los pasillos, cambios repentinos de estrategia, amenazas de fuga y tensiones. Las negociaciones entre Podemos y las tres candidaturas territoriales con las que confluyó el pasado 20-D (En Comú Podem, En Marea y Compromís-Podem) se prolongaron hasta minutos antes de que se cerrase el plazo establecido por el Congreso para presentar una propuesta de conformación de grupos. Los esfuerzos no impidieron que los cuatro diputados de Compromís rompiesen con Podemos, rechazando su inclusión en un grupo confederal, a la que sí dieron su visto bueno En Comú Podem y En Marea, reacios en un principio a esta fórmula.

La formación liderada por Pablo Iglesias contará así con un grupo único de 65 diputados, aunque no cierra la puerta a que Compromís cambie de postura y decida integrarse en el grupo confederal, también denominado “plurinacional”, ante la previsible negativa de la Mesa a renocer un grupo propio para los valencianos. El resultado final no disgusta en las filas de la formación emergente, y es que hubo momentos de la negociación en los que En Marea se inclinaba por seguir los pasos de Compromís.

La confusión fue máxima durante toda la tarde, con mensajes contradictorios dependiendo de la formación política que informaba sobre el cambiante curso que tomaban las negociaciones. Incluso en el seno de la candidatura Compromís-Podem se ofrecían diferentes versiones. Los líderes de la formación no escondían su voluntad de respetar el protocolo electoral [consulte aquí el texto completo] firmado previamente a las elecciones entre Compromís y Podemos, que obligaba a intentar la vía del grupo propio para luego recurrirlo judicialmente, mientras que los diputados de Podemos pertenecientes a la coalición se decantaban por integrarse en el grupo confederal, puesto sobre la mesa por Pablo Iglesias el pasado viernes.

Podemos registra grupo en el Congreso con En Comú y En Marea

Podemos se dio de margen hasta una hora y media antes del fin del plazo estipulado legalmente para presentar una propuesta. Antes incluso de cumplirse ese plazo, los representantes de la formación que lidera Mònica Oltra en Valencia ya tenían clara su decisión, como adelantó El Confidencial. Entonces no intuían que los miembros de Podemos faltasen al protocolo firmado por ambas fuerzas, como así fue, por lo que el portavoz Joan Baldoví no escondió posteriormente sus reproches ante esta fractura.

Incumplimiento del protocolo electoral

Los cuatro diputados de Compromís (dos del Bloc Nacionalista Valencià y otros dos de Iniciativa del Poble Valencià) permanecieron juntos en su decisión, mientras que los cuatro de Podemos, junto a la independiente Rosana Pastor, más cercana a esta formación, rompieron el acuerdo. Según este protocolo, la separación de los diputados de Compromís y Podemos solo estaba prevista una vez agotadas todas las vias, incluida la jurídica. Entonces sería cuando todos los diputados en bloque se integrarían en el Grupo Parlamentario Mixto y, solo posteriormente, los de Podemos se irían al grupo liderado por Iglesias.

Como en todas las rupturas, las culpas se han achacado a la otra parte. Desde Podemos, el secretario de Política y parte activa en las negociaciones en representación de la formación morada, Íñigo Errejón, explicó que la decisión de seguir caminando por separado fue tomada por Compromís. “Nos parece legítimo que los compañeros de Compromís intenten explorar el resto de vías y recursos para agotar los mecanismos legales. Quizá son más optimistas que nosotros, pero nuestra decisión ha sido tomar la iniciativa y construir hacia dentro lo que quieren negar hacia afuera”, explicaba el número dos de Podemos en referencia a la creación del grupo confederal.

Baldoví: “Hoy han decidido que era mejor seguir otro camino, pero habíamos firmado un protocolo, y cuando se firma algo hay que ser consecuentes”

El dirigente de Podemos no ha querido cerrar la puerta a Compromís, que una vez consumado el rechazo de la Mesa a obtener grupo propio tiene dos opciones: integrarse en otro grupo ya constituido, como podría ser Podemos, o hacerlo en el Grupo Parlamentario Mixto. La decisión sobre el plan alternativo la tomarán, según explicó Baldoví, los órganos de decisión de Compromís este mismo jueves. “Insistimos en que no se cierra ninguna puerta, pero somos conscientes de aquello que habíamos firmado”, adelantaba Baldoví, dando a entender que la supuesta falta de honestidad de Podemos había dinamitado los puentes para una futura integración.

Por si no había quedado claro, el diputado valenciano añadió que la decisión de presentarse como grupo propio era “la única opción que se barajaba hasta hoy”, dejando entrever el cambio de postura por parte de Podemos. “Hoy han decidido que era mejor seguir otro camino, pero a nosotros nos obligaba lo que habíamos firmado, y cuando se firma algo hay que ser consecuentes”, zanjaba.

Grupo presidido por Iglesias

La lectura poco amable del portavoz valenciano sobre el curso de las negociaciones no hace presagiar, al menos de momento, que Compromís prefiera integrarse en el grupo de Podemos antes que en el Grupo Parlamentario Mixto. Máxime cuando dice tener poca información sobre cómo se organizará el grupo confederal y cómo se garantizará la autonomía de los subgrupos que lo componen. “Tendríamos que ver en qué se materializa todo eso”, explicaba en alusión a las agrupaciones catalana, gallega y valenciana, aunque para Baldoví el hecho de que exista “una contabilidad separada” de las formaciones no supone ningún cambio porque “nosotros ya tenemos CIF diferentes y presentamos nuestras propias cuentas”.

El acuerdo al que sí se han adherido En Marea y En Comú Podem comprende, según los propios firmantes, que cada confluencia tenga plena autonomía. Una autonomía que aseguran que se traducirá en lo político, financiero, mediático, organizativo o de agenda. “Mantenemos todas las características que tendríamos como grupo propio”, indicó el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech. En la misma línea se manifestaba la portavoz de En Marea, Alexandra Fernández, quien al mismo tiempo insistía en la idea de que “somos un espacio que supera la suma de partes y funcionamos colectivamente”.

El grupo confederal se denominará Podemos-En Comú Podem-En Marea, su presidente será Pablo Iglesias, su portavoz, Íñigo Errejón, y la secretaria general, Carolina Bescansa. Además, contará con cuatro portavoces adjuntos, dos de las confluencias (Domènech por En Comú Podem y Fernández por En Marea) y otros dos de Podemos (Irene Montero y Ángela Ballester).

Carreras en los pasillos, cambios repentinos de estrategia, amenazas de fuga y tensiones. Las negociaciones entre Podemos y las tres candidaturas territoriales con las que confluyó el pasado 20-D (En Comú Podem, En Marea y Compromís-Podem) se prolongaron hasta minutos antes de que se cerrase el plazo establecido por el Congreso para presentar una propuesta de conformación de grupos. Los esfuerzos no impidieron que los cuatro diputados de Compromís rompiesen con Podemos, rechazando su inclusión en un grupo confederal, a la que sí dieron su visto bueno En Comú Podem y En Marea, reacios en un principio a esta fórmula.

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