La convocatoria de elecciones catalanas retrasa el 'asalto' de Díaz a Ferraz

Otra vez a Susana Díaz no le han acompañado los tiempos. Se retrasa el presumible asalto de la presidenta de la Junta de Andalucía a la Secretaría General del PSOE ante las nuevas elecciones catalanas. El congreso federal no podrá ser en marzo ni tan siquiera a principios de abril, como Díaz y los barones querían y habían planteado en el último comité federal. Con ello, aumentan las posibilidades de Pedro Sánchez para mantenerse en la jefatura de Ferraz, intentar un pacto con Podemos… y ser presidente del Gobierno. El tiempo va pasando y corre ahora –en este momento– muy a su favor.

Ni armisticio, ni una tregua al uso. La guerra interna se posterga. Hay muchas incógnitas en el escenario interno del PSOE, en medio de los intentos de Sánchez por consolidarse. Y como prueba, su reaparición tras el parón navideño con su encuentro previsto para este jueves con el socialista António Costa, primer ministro de Portugal, que ha logrado armar una alianza con tres formaciones de izquierdas, inédita en el país vecino desde la caída de la dictadura.

Un exdirigente ‘pata negra’ del PSOE-A, miembro del comité director, uno de los que lidera el frente anti Susana Díaz en Andalucía, como adelantó este diario el pasado lunes, admite que la presidenta de la Junta “ha frenado en seco” sus aspiraciones para capitanear el partido. “Si ha abandonado totalmente se verá en los próximos meses; ella dice ahora que nunca ha estado en ninguna operación. Miente de una manera descarada. Hay muchos militantes que han perdido la fe en Susana”.

“Estamos hablando”, relata el exdirigente socialista, “de nuestros problemas internos, pero lo grave es que no existe iniciativa política de la Junta. Y esto lo dicen hasta bajo cuerda los consejeros. Cada día es más notable el desencanto y hasta lo pone de manifiesto la oposición y llevan razón…” La secretaria general del PP andaluz, Loles López, afirmó que Andalucía “no podía pasar el año 2016 como ha pasado 2015, con una presidenta que ni está ni se le espera y a la que ya ni le preocupa ni le ocupan los problemas reales de las familias andaluzas, sino conseguir el sillón de la Secretaría General del PSOE federal”.

En el círculo de Díaz, así como las demás federaciones críticas con Sánchez, admitían esta semana que la interposición de las catalanas para el 6 de marzo obliga a acallar el frente interno, porque todos los esfuerzos se volcarán en ayudar al PSC en su campaña. Ello dejaría inhábil el mes de febrero para la recogida de avales de los candidatos a la Secretaría General. El proceso, por tanto, tendría que comenzar a partir de los comicios, y quizá pueda solaparse demasiado con la precampaña de las generales, en caso de que se repitan. De forma que cabría incluso la posibilidad de que el cónclave tuviera que cancelarse si no se consigue encajar a tiempo antes de las nuevas legislativas. De cualquier modo, en la cúpula del PSOE-A y en el entorno de Díaz siempre se ha insistido en que ella jamás se ha pronunciado públicamente ni ha adelantado su intención de concurrir en el congreso, aunque el partido la mire a ella como la única rival con el potencial orgánico suficiente como para batir a Sánchez.

“Que la fuerza te acompañe, sólo un rato…”

¿Qué ha fallado en la estrategia de Susana Díaz? Un ex alto cargo de la Junta, muy próximo a Díaz, resalta que las decisiones “o se ejecutan en el acto o el tiempo se pasa y empiezan los problemas”. “Quien viva la política a la vieja usanza se equivoca. Está todo abierto y se ha anticipado a lo que estaba por venir. A Pedro no se le tenía que enterrar en vida y todavía hay partido si tiene alguna posibilidad de gobernar. Su perfil puede cambiar en un mes. De ser un don nadie a presidente”, subraya este alto cargo, que hace una comparación con ‘La guerra de las galaxias’: “Susana diría: ‘Que la fuerza te acompañe, Pedro, pero sólo un rato…”

Hay más: “Quien cierre las heridas, gana. Felipe González, Manuel Chaves, José Luis Rodríguez Zapatero, Pepe Blanco… Todos tienen cuitas que arreglar y si Pedro lo hace ganará muchos puntos. Lo que está claro es que ha quedado mal ante la militancia. Aunque lo niegue, simplemente por ambición no se puede organizar el pitote que ha organizado”, subrayan a El Confidencial fuentes socialistas.

Precisamente lo que Díaz y los barones critican a Sánchez es que haya situado al partido al borde del abismo por su ambición personal, sin importarle dividirlo. Los críticos entienden que la jefa de la Junta podría unir al PSOE en torno a ella, y defienden que no se trata de matar a Sánchez para reemplazarlo por Díaz, sino que la situación es más grave, que el partido necesita "un revulsivo" para enfrentarse con mayores garantías a unas nuevas generales. Presentarse a ellas con el mismo aspirante, coinciden, reportaría al PSOE un peor resultado aún (90 escaños y 22,01% de los votos el 20-D).

"Su pasión es Andalucía"

Aunque mejore su perspectiva interna en unos meses, Díaz desgastaría su imagen ante un correoso y siempre incierto Sánchez, porque él ya ha advertido de que plantará batalla, y también tiene su ejército, aunque en principio más débil, pues la presidenta andaluza es la punta de lanza de las federaciones más grandes. “Yo creo que ganaría en primarias, pero le cuesta hacerlas porque se arriesga mucho. Mucho menos con un sector del partido en contra, aunque sea minoritario”, subraya un destacado miembro de la ejecutiva regional del PSOE-A de la última década. El pronóstico de este socialista ‘doctor’ en el aparato del partido es una contradicción en sí misma: “Se presentará porque España la reclama; se quedará porque su pasión es Andalucía”.

El ala más izquierdista del socialismo andaluz cree “importante” que Pedro Sánchez intente gobernar con Podemos. “Eso le daría un impulso al partido después de la crisis que hemos pasado. Hay que demostrar que el PSOE tiene utilidad social y que lo vea la gente que lo ha votado. Sería una legislatura corta, no más de dos años, pero se podrían hacer algunas reformas constitucionales y consensuar leyes, no mucho más, la verdad”, narra un dirigente socialista andaluz.