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Sánchez traslada a Rivera la necesidad de agotar escenarios antes de nuevas elecciones
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PRIMEROS CONTACTOS TRAS EL 20-D

Sánchez traslada a Rivera la necesidad de agotar escenarios antes de nuevas elecciones

Los líderes de PSOE y Ciudadanos mantienen una conversación telefónica en la que intercambian opiniones sobre los resultados de las generales y donde Sánchez le comunica su 'no' a Rajoy y al PP

Foto: Pedro Sánchez, con Albert Rivera y Pablo Iglesias, durante el debate en 'El País', el pasado 30 de noviembre. (EFE)
Pedro Sánchez, con Albert Rivera y Pablo Iglesias, durante el debate en 'El País', el pasado 30 de noviembre. (EFE)

Está claro que Pedro Sánchez no quiere situarse ahora mismo en la tesitura de ir nuevas elecciones generales, pese a que muchos en su partido -empezando por los barones críticos con él- creen que no va a quedar otra si Mariano Rajoy no logra ensamblar una mayoría estable que le permita ser investido presidente del Gobierno de nuevo. Este 24 de diciembre volvió a demostrar su determinación cuando trasladó telefónicamente a Albert Rivera en una conversación de aproximadamente quince minutos, que hay que "agotar todas las posibilidades antes de la convocatoria" de otras generales.

Fuentes de la dirección del PSOE informaron este jueves de la conversación que mantuvieron por la mañana el secretario general y el presidente de Ciudadanos. Según precisaron, Sánchez informó al líder de la formación naranja del voto en contra de los socialistas a Mariano Rajoy y al PP. O sea, la posición que él mismo transmitió al jefe del Ejecutivo en funciones en su corta reunión, ayer miércoles, en el palacio de La Moncloa. Sánchez explicaba posteriormente en rueda de prensa en Ferraz que con ello no hacía sino cumplir el "mandato" de los electores, que jamás entenderían que después de postularse como la "única" garantía de "cambio" durante la campaña luego apoyase -siquiera con la abstención- la continuidad del PP en el Gobierno. En esa postura sí tiene el respaldo nítido de todo su partido.

Al anticipar su 'no' a Rajoy y al PP, Sánchez descarta la fórmula de acuerdo a tres bandas, sin Podemos, que planteó el miércoles el presidente de Ciudadanos

Al anticipar a Rivera su 'no' rotundo al PP y a Rajoy, Sánchez estaba descartando asimismo la oferta lanzada el miércoles por el jefe de la formación naranja, que pidió un acuerdo con populares y socialistas, dejando fuera a Podemos, para blindar la unidad de España y promover la regeneración democrática. En su comparecencia en Ferraz ya advirtió de que el PSOE no compartía la política de "frentes" sino la de "tender puentes".

En cuanto al líder de Ciudadanos, que tampoco es partidario de que se celebren nuevas elecciones, quiso insistir a Sánchez en "la importancia de que la legislatura se ponga en marcha" para garantizar a los españoles un Gobierno y un Parlamento que funcione. Rivera no ha titubeado para remarcar al líder socialista su principal linea roja: nunca apoyará un Ejecutivo que defienda la posible ruptura de España. Es decir, y como ya ha explicado el barcelonés en anteriores ocasiones, en el que esté Podemos.

La propuesta de Rivera, que hizo pública este miércoles, pasa por celebrar una mesa de negociación a tres bandas -con PP, PSOE y sin Podemos- para elaborar una hoja de ruta común que incluya todas las reformas necesarias para regenerar las instituciones españolas. La idea es que ese plan conjunto contenga los principales ejes que en el marco de reformas democráticas e institucionales deben estar sobre la mesa en la próxima legislatura.

La "pluralidad" de la Mesa del Congreso

Sánchez también intercambió "opiniones" con Rivera sobre los resultados del 20-D, que dibujaron el hundimiento del bipartidismo y un Congreso fragmentado como nunca y sin composiciones de Gobierno fáciles -123 diputados el PP, 90 el PSOE (contando con el escaño de Nueva Canarias, que previsiblemente se marchará al Grupo Mixto), 69 Podemos y sus marcas autonómicas y 40 C's-. También le señaló el líder socialista, según fuentes de su dirección, que la Mesa del Congreso responda a la "pluralidad" del nuevo hemiciclo. Ayer mismo le dijo a Rajoy que aspiraba a presidir el Congreso pese a no ser la fuerza más votada. No adelantó nombres, pero sí su voluntad de que este asunto, la negociación del órgano de gobierno de la Cámara baja, se discuta a varias bandas, no sólo entre PP y PSOE. A partir del lunes, el portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, comenzará la ronda de reuniones.

El último mensaje que trasladó Sánchez a Rivera fue el más polémico dentro de su partido: que ve necesario "agotar todas las posibilidades antes de la convocatoria de elecciones". El secretario general del PSOE ha venido insistiendo en las últimas horas que abocar al país a otras generales se entendería como un "fracaso" colectivo y que en consecuencia hay que explorar todas las opciones posibles.

Dificultades internas para Sánchez

El problema es que los números no son sencillos para nadie. Al PP no le basta con Ciudadanos -suman 163 escaños- ni le llega ni aun atrayéndose a PNV (6). Y al PSOE (90) no le es suficiente con Podemos y sus alianzas autonómicas (69) e IU (2), por lo que tendría que o convencer a Ciudadanos para abstenerse o apoyarse en fuerzas como ERC, que defiende la independencia de Cataluña. Los críticos con Sánchez entienden que el PSOE no tiene margen y tiene que asumir su papel de oposición, y si Rajoy fracasa en su intento, intentar salvar los muebles en unas nuevas elecciones.

Sánchez tropieza con una hostilidad creciente dentro de su partido. El valenciano Ximo Puig abre la puerta a cambiar de candidato si hay otras generales

Sánchez tiene otro elemento a la contra: la hostilidad creciente de los barones contra él. Por eso se espera que la reunión del lunes del máximo órgano del partido, el Comité Federal, sea tormentosa si no logra encauzarla antes en una cita, la víspera, en Ferraz con todos los líderes autonómicos.

El cuestionamiento público del secretario general es cada vez más ostensible. "Si hay nuevas elecciones, el PSOE debe analizar el cambio de candidato", manifestaba el president valenciano, Ximo Puig, uno de los barones más próximos a Susana Díaz, en una entrevista en 'Las Provincias'. Esa clave interna, el posible relevo por la presidenta andaluza, también explica por qué Sánchez no quiere plantearse la idea de nuevos comicios, porque cree además que hay que anteponer "el interés general de los españoles" al interés partidista "de esta formación política o de otras".

Díaz, este jueves por la mañana en la Ser, expresó su rechazo a las palabras de Sánchez ayer, respecto a que las líneas políticas sobre cualquier negociación las marca la dirección federal y él mismo como secretario general. Los pactos "los decide el Comité Federal", subrayó ella en la radio.

El líder socialista aún no ha conversado formalmente con Pablo Iglesias tras el 20-D, aunque este pone por delante, entre otras condiciones, que se celebre un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Lo harán a lo largo de este 24 de diciembre, según señaló el propio Iglesias en 'Al rojo vivo', en La Sexta. El próximo lunes, el presidente del Gobierno en funciones recibirá en La Moncloa al líder de la formación morada y a Albert Rivera.

Está claro que Pedro Sánchez no quiere situarse ahora mismo en la tesitura de ir nuevas elecciones generales, pese a que muchos en su partido -empezando por los barones críticos con él- creen que no va a quedar otra si Mariano Rajoy no logra ensamblar una mayoría estable que le permita ser investido presidente del Gobierno de nuevo. Este 24 de diciembre volvió a demostrar su determinación cuando trasladó telefónicamente a Albert Rivera en una conversación de aproximadamente quince minutos, que hay que "agotar todas las posibilidades antes de la convocatoria" de otras generales.

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