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Los nuevos líderes territoriales de Podemos: la fuerza de Colau, Oltra y el viejo Beiras
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IGLESIAS LOS CONVOCA A LA PRÓXIMA EJECUTIVA

Los nuevos líderes territoriales de Podemos: la fuerza de Colau, Oltra y el viejo Beiras

Podemos contará con nuevos líderes ajenos a la dirección del partido o, incluso, militantes de otras fuerzas a quienes deberá tener en cuenta para evitar conflictos con la disciplina de voto

Foto:  Pablo Iglesias junto a a la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante el mitin de cierre de campaña. (EFE)
Pablo Iglesias junto a a la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante el mitin de cierre de campaña. (EFE)

Podemos ha sumado 69 escaños de los que 27 corresponden a las candidaturas unitarias con las que se presentaron en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia. Coaliciones en cuyos respectivos acuerdos destacaba una misma máxima: tener las manos libres para conformar grupo propio en el Congreso en caso de obtener la suficiente representación para ello. Una condición que todas las coaliciones han logrado superar teniendo en cuenta el reglamento de la Cámara, aunque la decisión final corresponde a la Mesa del Parlamento. Si finalmente ésta les da luz verde, la formación emergente se dividiría en cuatro grupos, multiplicando los liderazgos. Podemos contaría así con nuevos líderes territoriales hasta ahora ajenos a la dirección del partido o, incluso, militantes de otras fuerzas políticas como Compromís o Izquierda Unida.

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Pablo Iglesias reunirá a partir del próximo día 24 al Consejo Ciudadano de Podemos, el máximo órgano directivo de la formación, para debatir sobre la “hoja de ruta del cambio constitucional" que planteará al resto de formaciones con representación parlamentaria. En esta deliberación interna estarán presentes también los líderes de las alianzas territoriales, según ha anunciado el secretario general del partido.

En Cataluña, el portavoz de En Comú Podem será el número uno por Barcelona, Xavier Domènech, como ya adelantó en varias ocasiones Ada Colau, principal impulsora de la plataforma. Doménech fue el candidato de consenso elegido por las fuerzas que componen la candidatura catalana: Podem, Barcelona en Comú, ICV, EUiA y Equo. Historiador y activista vinculado a diferentes movimientos sociales de Barcelona, el cabeza de lista de En Comú Podem tiene un perfil político de independiente, al igual que la número dos Marta Sibina.

De la docena de diputados con los que contará esta candidatura, solo dos de ellos pertenecen a Podemos (los número cinco y seis por Barcelona, Raimundo Viejo y María del Mar García, respectivamente. La misma cuota con la que cuentan EUiA, el referente catalán de Izquierda Unida, e ICV, mientras que el resto de diputados forman parte de Barcelona en Comú o cuentan con un perfil no militante, aunque se vinculen más a una u otra fuerza. Tras hacerse con el 24,6% de los votos y convertirse en la primera fuerza en Cataluña, el portavoz de En Comú Podem es uno de los nuevos líderes territoriales indiscutibles tras el 20-D al que los órganos de decisión de Podemos deberán escuchar.

El diputado y portavoz de Compromís en el Congreso durante la última legislatura, Joan Baldoví, encabezó la lista por Valencia, seguido de la secretaria de Coordinación Estatal de Podemos Ángela Ballester. El reparto de diputados en el grupo valenciano es equitativo entre ambas formaciones, aunque el simbólico puesto número uno por Valencia que ocupó Compromís coloca al partido de Mónica Oltra en una posición de fuerza. Baldoví será asimismo otra de las voces autorizadas a las que Pablo Iglesias deberá tener en cuenta para evitar conflictos con la disciplina de voto en el Congreso.

Tres diputados de IU en las coaliciones

Más repartidos están los liderazgos en la coalición gallega En Marea. Si el diputado saliente en el número uno por A Coruña es Antón Gómez-Reino, una persona de total confianza para Pablo Iglesias, la segunda diputada por esta provincia es Yolanda Díaz, la coordinadora general de Esquerda Unida-Izquierda Unida. La media docena de diputados obtenidos por la marea gallega, la completan otra diputada de Podemos, dos de Anova, la formación liderada por Xosé Manuel Beiras, y uno independiente.

Alberto Garzón, el candidato de Unidad Popular-Izquierda Unida, cuenta así con hasta tres compañeros de filas en estas coaliciones, y otros dos vinculados a ICV, que se sumó con IU al grupo parlamentario de la Izquierda Plural. Todos ellos han formado parte del sector de Garzón y han contribuido activamente a su ascenso en la organización de izquierdas. El que iba a ser el cabeza de lista de En Comú Podem por Girona, Micky Corregidor, incluso renunció a su cargo porque según explicó en un comunicado “se nos ha impedido ayudar a nuestro candidato, que no es otro que Alberto Garzón, y votar a nuestra organización, que no es otra que IU”.

Los nuevos líderes territoriales de Podemos tras el 20-D tendrán un peso fundamental en la actividad parlamentaria de la formación emergente si finalmente se convierten en portavoces de sus respectivos grupos parlamentarios. El propio Pablo Iglesias considera “absolutamente fundamental” que cuenten con grupo propio y todos ellos han facilitado a Podemos mejorar sus resultados, obteniendo porcentajes por encima de la media estatal del partido (20,5%). Además de ser primera fuerza en Cataluña (24,6%), dándole la vuelta a los resultados obtenidos por Catalunya Sí que es Pot el pasado 27-S ,en Valencia y Galicia fueron las segundas fuerzas más votadas, con el 24,9 y el 24,7% respectivamente.

Colau, Beiras, Oltra y varios de los alcaldes de los denominados ayuntamientos del cambio ya tomaron las riendas de sus respectivas campañas electorales. Su suma ha multiplicado los resultados de Podemos, pero también abre una brecha en el característico hiperliderazgo de la formación emergente.

Podemos ha sumado 69 escaños de los que 27 corresponden a las candidaturas unitarias con las que se presentaron en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia. Coaliciones en cuyos respectivos acuerdos destacaba una misma máxima: tener las manos libres para conformar grupo propio en el Congreso en caso de obtener la suficiente representación para ello. Una condición que todas las coaliciones han logrado superar teniendo en cuenta el reglamento de la Cámara, aunque la decisión final corresponde a la Mesa del Parlamento. Si finalmente ésta les da luz verde, la formación emergente se dividiría en cuatro grupos, multiplicando los liderazgos. Podemos contaría así con nuevos líderes territoriales hasta ahora ajenos a la dirección del partido o, incluso, militantes de otras fuerzas políticas como Compromís o Izquierda Unida.

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