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Díaz acusa a Iglesias de utilizar Andalucía para dar coartada a su referéndum catalán
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"con esta tierra no se juega"

Díaz acusa a Iglesias de utilizar Andalucía para dar coartada a su referéndum catalán

Zapatero reivindica “su herencia” junto a la presidenta andaluza en un acto dedicado a glosar “la solera” del PSOE y en el que la baronesa andaluza habla de una pinza entre el PP y Podemos

Foto: La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, este 9 de diciembre en Granada. (EFE)
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, este 9 de diciembre en Granada. (EFE)

A sus 92 años, Pepe Díaz ha compartido planos con José Luis Rodríguez Zapatero y Susana Díaz, incluso ha coincidido en el color del chaleco, morado, con el expresidente del Gobierno. El nonagenario que saludaba a las cámaras es uno de los militantes más veteranos del PSOE en Andalucía. Su imagen resumía mejor que ninguna otra la reivindicación sobre la historia socialista con la que Zapatero ha entrado en campaña desde Granada junto a la presidenta andaluza. Defensa cerrada de la herencia de los socialistas, con duros ataques a Podemos, como menú principal.

La presidenta andaluza ha replicado con dureza a las declaraciones de Pablo Iglesias en el debate electoral del pasado domingo cuando aludió al 4 de diciembre de 1977 equiparándolo con el sentimiento independentista del pueblo catalán. Acusó al líder de Podemos de “reinventar y manipular” la historia de Andalucía “para dar coartada a los independentistas catalanes” y “preparando” el referéndum que hoy ha anunciado en Barcelona para antes de un año y consultando solo a Cataluña. “Que no jueguen con Andalucía, con su lucha por ser iguales que el resto, que nadie la manipule”, advirtió, “con esta tierra no se juega, Andalucía salió a la calle pidiendo dignidad desde el amor profundo a España”.

La líder del PSOE andaluz tenía ganas de responderle al líder de Podemos y lo hizo con un duro ataque. No solo por sus menciones sobre la autonomía de Andalucía, también aludiendo a una supuesta pinza entre PP y Podemos. “¿Creéis que fue casualidad la conversación de Rajoy e Iglesias el pasado domingo en el Congreso? Le faltó: Pablo, sé fuerte”. Es enrevesado pensar que el presidente del Gobierno y el líder de Podemos hayan sellado ningún tipo de alianza electoral, pero Susana Díaz lo tiene claro.

Hay “una pinza” entre PP y Podemos como la que, según ella defiende, existe en Andalucía. Ese fue uno de los mensaje que trasladó en el mitin que se convirtió en una reivindicación de la historia del PSOE desde Pablo Iglesias, el fundador, el hombre que “no se dejaba llevar por las modas”, para lo que no dudó en remontarse a Lenin y la revolución rusa, y donde se reivindicaron las presidencias de Felipe González y Zapatero, que algunos “han descubierto tarde”.

Recién llegado de Venezuela, Zapatero, que este jueves estará con Pedro Sánchez en Gijón, ha empujado también a favor del candidato socialista un día después de que Felipe González irrumpiera con un duro alegato contra Podemos y Ciudadanos. “Gracias Susana, siempre Susana”, ha arrancado una intervención cargada de guiños al PSOE andaluz y a su facilidad para ganar elecciones. “Sois los que mejor sabéis ganar”, ha dejado claro. Sus mensajes contra los partidos emergentes no han sido ni tan duros ni tan explícitos como los de la dirigente andaluza o González. Él se ha centrado más en el Partido Popular y “la derecha”.

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Eso sí, frente al lenguaje de viejos y nuevos partidos, antiguos o emergentes, ha dejado claro que el PSOE es un partido “con solera” y las políticas sociales en España tienen “denominación de origen socialista”. Incluso ha ironizado con los mensajes del PP sobre el legado que dejó a su salida: “Al PP, como le gustan tanto las herencias”. “La memoria es lo más importante” o “somos el partido que más necesita España”, ha repetido en varias ocasiones, apelando al orgullo de las siglas socialistas. Sobre Pedro Sánchez, ha dicho que no vio el debate, porque estaba en Venezuela, pero que fue “clarísimamente” el ganador y ha anticipado que vencerá el 20 de diciembre.

Susana Díaz ha presentado a Zapatero como “un gran hombre y un gran presidente de España” y ha reivindicado su “herencia”, a la que sigue aludiendo el PP contra la gestión socialista. Lo ha glosado como el presidente que sacó las tropas de Irak, acabó con la manipulación en la Radio Televisión Española y aprobó el matrimonio homosexual. Incluso ha defendido su gestión económica y de la crisis, asegurando que ha sido Mariano Rajoy “el que ha metido el cazo” en la hucha de las pensiones, vaciándola “en el último cuarto de hora”. Al PP le ha censurado con dureza que haga campaña con la violencia de género. “José Luis no hizo un vídeo, hizo una ley para que ellas se sintieran protegidas”, ha colado también entre los logros del expresidente socialista. Él mismo ha sido quien ha sacado pecho con la ley de dependencia.

Zapatero estuvo el pasado mes de octubre en Sevilla arropado por Susana Díaz en el que fue su primer desayuno informativo tras salir de La Moncloa. Curiosamente, allí dejó claro, y todavía quedaban meses para que arrancara oficialmente la campaña, que en esta ocasión los debates iban a ser “decisivos” y reclamó al candidato socialista “convicción”. Se equivocó poco en su diagnóstico y en la receta. En aquel acto, tanto el expresidente como la baronesa andaluza hicieron lo posible por dejar claro que salían a ganar las elecciones unidos como “una piña”, en un intento claro de apartar todas las lecturas posibles de la estrecha amistad que une a ambos dirigentes socialistas, muy distinta a la que mantiene con Pedro Sánchez.

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Ambos líderes han recompuesto sus relaciones después de meses de desencuentros. No es ningún secreto que el expresidente apostó por Sánchez en las primarias, pero lo que tensó las relaciones fue la cena secreta que mantuvo con los dirigentes de Podemos Pablo Iglesias e Iñigo Errejón en casa de José Bono y a la que también acudió Emiliano García-Page. Zapatero tampoco disimuló nunca su enfado por que Sánchez asumiera en público que iban a enmendar el artículo 135 de la Constitución. Lo curioso es que fue precisamente el PSOE andaluz de Susana Díaz quien impulsó esa rectificación.

El punto álgido de estos desencuentros se escenificó a las puertas de las pasadas municipales, cuando en una convención socialista Sánchez decidió dar un lugar protagonista a Felipe González y orillar a Zapatero. Todos estos gestos han sido ya convenientemente reconducidos, aunque nadie ignora que para el expresidente Susana Díaz es, “a gran distancia, la mejor gobernante actual”, como dejó ya claro hace meses. De hecho, en las cábalas del partido, así lo asumen incluso desde Ferraz, Zapatero será uno de los grandes aliados del PSOE andaluz si decide moverle la silla a Sánchez en caso de malos resultados el 20-D.

A Susana Díaz, que lleva semanas con una intensa agenda, con presencia en Madrid y actos electorales en Cataluña y Aragón, todavía le queda una incursión fuera del territorio andaluz con un acto en la Comunidad Valenciana junto a su homólogo Ximo Puig. El sábado, además, compartirá tablas con Pedro Sánchez en Sevilla y repetirá en Málaga días más tarde. Ambos se han encontrado en cuatro actos en las últimas semanas.

La líder socialista se ha reservado el cierre de campaña con Felipe González en la capital andaluza. Antes también mitineará con Eduardo Madina en Jaén. Nadie podrá reprochar a Díaz su implicación en la campaña de Sánchez. La baronesa se jacta de que solo Andalucía puede llevar a Pedro Sánchez a La Moncloa y conseguir el vuelco. Eso sí, si logra los resultados que pronostica el CIS para el PSOE andaluz, afianzando, pese a los nuevos partidos, los 25 escaños obtenidos en 2011 y señalando Andalucía como el único granero de votos socialistas que evita un desplome, podrá elevar la voz y decidir sobre el futuro del PSOE y el suyo propio.

A sus 92 años, Pepe Díaz ha compartido planos con José Luis Rodríguez Zapatero y Susana Díaz, incluso ha coincidido en el color del chaleco, morado, con el expresidente del Gobierno. El nonagenario que saludaba a las cámaras es uno de los militantes más veteranos del PSOE en Andalucía. Su imagen resumía mejor que ninguna otra la reivindicación sobre la historia socialista con la que Zapatero ha entrado en campaña desde Granada junto a la presidenta andaluza. Defensa cerrada de la herencia de los socialistas, con duros ataques a Podemos, como menú principal.

Eduardo Madina Susana Díaz Campañas electorales
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