Susana Díaz arropa a Zapatero mientras Pedro Sánchez sigue sin agenda en Andalucía
El aparato del PSOE-A asegura que está a disposición de Ferraz, aunque el líder socialista sigue sin pisar territorio andaluz tras su polémica gira del pasado verano
La agenda de Pedro Sánchez esta precampaña de las generales en Andalucía sigue sin estar cerrada. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, presentará este martes a José Luis Rodríguez Zapatero en un desayuno de Europa Press en Sevilla, lo que ha vuelto a agitar el ruido interno sobre la nula presencia del secretario general del PSOE en una comunidad clave para las próximas generales y en la que están en juego 61 diputados nacionales. Mientras, Mariano Rajoy inaugura todo lo inaugurable, también en la comunidad andaluza, y Albert Rivera desembarcará este miércoles en Sevilla, tras cerrar un acuerdo con Susana Díaz sobre el próximo Presupuesto autonómico.
Desde el PSOE andaluz aseguran que el próximo sábado, tras la reunión del comité federal del partido y después de que el viernes se dé luz verde a las candidaturas electorales en la comisión federal de listas, abordarán la agenda de Sánchez y su presencia en Andalucía. El secretario de Organización, César Luena, y su homólogo andaluz, Juan Cornejo, pilotan las conversaciones. Defienden que “no hay ningún malestar” entre ambas direcciones y que están “a disposición de Ferraz” para lo que decidan. Sobre si Susana Díaz compartirá los actos con el secretario general o cada uno irá por libre, como ocurrió en las pasadas autonómicas y municipales, vuelven a repetir que “decide Madrid”. Queda claro que el pacto de no agresión sellado ante la próxima cita electoral funciona. Se miden las palabras y hasta los silencios, aunque hay gestos innegables.
Durante las pasadas elecciones andaluzas, Susana Díaz se fabricó una campaña a su medida en la que antepuso su propia marca personal a las siglas socialistas. Solo coincidió con Pedro Sánchez en dos actos públicos. Uno, en Almería, constató la tensión entre ambos cuando el líder socialista lanzó aquel envite de “tú a San Telmo y yo a La Moncloa”. El cierre de campaña fue conjunto en Sevilla. Durante las pasadas municipales de mayo, la baronesa andaluza y el secretario general hicieron la campaña por su cuenta. Sánchez pisó mucho más Andalucía, pero solo coincidió con Díaz en un acto en Sevilla, en concreto en Alcalá de Guadaíra. Allí la fría relación entre ambos volvió a ser noticia. Sánchez mantuvo un contacto previo con el alcalde de Dos Hermanas, el veterano Francisco Toscano, crítico con Díaz, y que no conocía la dirección andaluza. Sentó muy mal.
La gira estival ha tenido efectos en las listas
El último encontronazo se produjo el pasado verano. Sánchez aprovechó sus vacaciones en Andalucía para reunirse con algunos socialistas andaluces al margen de la dirección de Susana Díaz. El secretario general enfadó a la cúpula de la baronesa y hay quien asegura que esto ha tenido efectos colaterales en la elaboración de las listas de las generales. Una de las afectadas directamente es María Luisa Faneca, secretaria de Agricultura de la ejecutiva federal, y una de las que se han quedado fuera de la lista contra todos los pronósticos. Tampoco ha sido nombrada como alto cargo en el nuevo Gobierno andaluz, algo que muchos daban por hecho para resarcir que no vaya en las planchas por Huelva. En los círculos socialistas, vinculan esta caída en desgracia en Andalucía con el hecho de que hiciera de ‘apóstol’ de Sánchez el pasado verano y le proporcionara contactos y reuniones en su visita. Es solo un dato más.
La elaboración de las candidaturas de las generales en Andalucía ha estado totalmente controlada por la dirección andaluza. Ferraz se ha limitado a conocer los nombres, pero sin margen de maniobra. La lectura interna es que Susana Díaz ha utilizado las listas para rodearse de fieles ante un posible escenario de derrota del PSOE en las generales.
En Ferraz recuerdan que Sánchez abrió el curso en Andalucía y añaden que la agenda del candidato está sujeta a cambios y se decide cada semana
Otro ejemplo, los más veteranos cuentan como hecho insólito que desde San Vicente, la sede regional, se aconsejara que las listas salieran por aclamación y sin votación en los comités provinciales. Solo el secretario general de Jaén, Paco Reyes, se saltó la recomendación y permitió el voto secreto en la lista que encabeza la presidenta del PSOE, Micaela Navarro. En Sevilla, por ejemplo, la votación fue a mano alzada y por aclamación. En Almería, algunos militantes pidieron el procedimiento tradicional y se les negó. Si finalmente los resultados de las generales abren la guerra interna tras el 20-D, el PSOE andaluz tendrá a un ejército de peones bien situados en Madrid y sin gente que pueda apoyar a Pedro Sánchez para que repita como secretario general. Esa es la lectura interna que circula entre los socialistas andaluces.
Desde Ferraz guardan silencio y se limitan a subrayar que el secretario general abrió el curso político en Andalucía, en concreto en las ferias de Almería y Málaga. No coincidió con Susana Díaz, que estaba de baja maternal. Sobre cómo funcionará el dúo de la baronesa socialista y el líder del partido en la campaña electoral tampoco aportan ninguna información. Aseguran que la agenda está sujeta a constantes cambios y se decide cada semana. En los últimos días, los pocos que han sucedido a la campaña catalana del 27-S, en la que se implicó a fondo personalmente, Sánchez ha hecho parada en Euskadi, Asturias, Cantabria, Madrid y Castilla y León. Este miércoles se desplaza a Puertollano (Ciudad Real) para regresar por la tarde a Madrid, y el jueves vuela a Bruselas a una reunión del Partido de los Socialistas Europeos (PES), para después asistir a la entrega de los premios Planeta en Barcelona. El viernes, previsiblemente, regresará a Madrid para preparar el comité federal del día siguiente y la puesta de largo de su lista, el domingo en la capital.
“Buena relación personal”
La presencia de Zapatero este miércoles en Sevilla es fruto de un “compromiso personal” del expresidente, según indica su equipo de trabajo. Era una cita que tenía cerrada desde hace "más o menos un mes" con los organizadores del acto informativo y fue comunicada tanto a la dirección andaluza como a Ferraz, aseguran fuentes de su entorno. Fue Zapatero quien no puso pega alguna a que la presidenta de la Junta le presentara porque entre ambos hay “muy buena relación” y es “lo lógico”, añaden, ya que la "cortesía" obliga a que quien introduzca al que ha sido jefe del Ejecutivo sea la máxima autoridad en la comunidad. Al acto, que se celebrará en la fundación Cajasol de la capital autonómica, solo se prevé que acuda, en representación de la dirección federal, su presidenta, Micaela Navarro. Aunque es cierto que en Madrid hay sesión de control en el Congreso, sin cara a cara Mariano Rajoy-Pedro Sánchez por el viaje del jefe del Ejecutivo a Nueva York.
Zapatero escenificó la reconciliación con el secretario general socialista hace solo una semana, después de meses de desencuentros, y con el exministro Miguel Sebastián ejerciendo de puente.
La inminencia de las elecciones generales llevó a ambos dirigentes a firmar una paz que muchos en el PSOE siguen considerando mucho más impostada que real. Hay que recordar que el expresidente del Gobierno ha sido uno de los grandes valedores de Susana Díaz como líder nacional. En un principio apostó por el vizcaíno Eduardo Madina, pero finalmente se situó entre los pesos pesados del partido que animaron al político vasco a dar un paso atrás para permitir el desembarco de la andaluza evitándose las primarias internas en el congreso federal del año pasado. Desde entonces, Zapatero no ha dejado escapar cada oportunidad para subrayar que la considera “la mejor” para encarnar el liderazgo del partido. Hace justo una semana, Díaz y el expresidente se dejaron ver como grandes amigos en un desayuno en Madrid donde el protagonista era el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
Zapatero y Díaz tienen buena sintonía, mientras que la relación del expresidente con Sánchez ha sido más tensa hasta su 'reconciliación' hace una semana
Desde el PSOE andaluz han pasado de pronosticar un buen resultado en las generales a deslizar que posiblemente bajen respecto a las andaluzas del pasado marzo. Entonces, dejan claro, “la candidata fue Susana Díaz y ahora será Pedro Sánchez”. Posiblemente las encuestas hayan rebajado las expectativas iniciales de subir muy por encima de los 25 diputados que arañaron en 2011, en un resultado pésimo para el partido en unas generales en Andalucía. Los análisis de los dirigentes socialistas andaluces subrayan en cada ocasión la importancia de que Sánchez logre apuntalar su liderazgo para lograr unos buenos resultados. Descargan todo el peso sobre el candidato. Sobre todo después de lo ocurrido en Cataluña.
La secretaria general andaluza fue la única que evitó una lectura triunfalista del resultado y se limitó a dejar claro que era “digno y esperanzador”. La presidenta andaluza está empeñada en marcar la hoja de ruta en el debate territorial. Ahí es donde han surgido, cada vez más tapados, los últimos desencuentros. Sobre la campaña puesta en marcha por Ferraz, con el despliegue de una lona de varios metros en la sede donde aparece el candidato o la puesta en marcha de un ‘call center’ echando mano de los voluntarios al más puro estilo norteamericano, en Andalucía se muerden la lengua aunque no les gusta mucho un estilo político que insisten en que puede parecer “demasiado frívolo”.
La agenda de Pedro Sánchez esta precampaña de las generales en Andalucía sigue sin estar cerrada. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, presentará este martes a José Luis Rodríguez Zapatero en un desayuno de Europa Press en Sevilla, lo que ha vuelto a agitar el ruido interno sobre la nula presencia del secretario general del PSOE en una comunidad clave para las próximas generales y en la que están en juego 61 diputados nacionales. Mientras, Mariano Rajoy inaugura todo lo inaugurable, también en la comunidad andaluza, y Albert Rivera desembarcará este miércoles en Sevilla, tras cerrar un acuerdo con Susana Díaz sobre el próximo Presupuesto autonómico.