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El amago de Rajoy en Presupuestos pilla a Sánchez sin programa ni discurso económico
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ningún portavoz lo desmiente

El amago de Rajoy en Presupuestos pilla a Sánchez sin programa ni discurso económico

La posibilidad de que el Gobierno adelante al verano la tramitación de los Presupuestos del Estado corre por el Congreso desde abril sin que ningún portavoz autorizado lo descarte

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), escucha la intervención del líder del PSOE, Pedro Sánchez (i). (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), escucha la intervención del líder del PSOE, Pedro Sánchez (i). (EFE)

La posibilidad de que el Gobierno adelante al verano la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado corre por el Congreso desde Semana Santa sin que ningún portavoz autorizado se moleste en descartarlo para mayor desconcierto del PSOE. A Pedro Sánchez le pilla sin programa ni discurso para lidiar otro debate parlamentario de ese tipo mientras los presidentes autonómicos socialistas pactan con Podemos compromisos de gobierno basados en el aumento del déficit, la subida de impuestos y el crecimiento del sector público regional, siempreen contra de la ley de estabilidad presupuestaria.

El Ejecutivo y el Grupo Popular han decidido mantener la incertidumbre sobre sus plazos para tramitar las cuentas públicas para 2016. Garantizan que cumplirán con el mandato constitucional de llevarlas al Congreso antes de que termine septiembre. Pero si lo dejan para finales de ese mes no hay tiempo para que sean aprobadas en las Cámaras ni pasen trámite algunoporque la legislatura se termina a esos efectos a primeros de octubre siempre que las elecciones generales queden convocadas para el 22 o el 29 de noviembre. Esos dos domingos son las fechas "lógicas" con que trabajan en La Moncloa,aunque con la ley electoral en la mano se podrían estirar los plazos hasta el 20 de diciembre.

El Ministerio de Hacienda tiene instrucciones de elaborar el proyecto de Presupuestos como si se fuera a tramitar y aprobar realmente. Y ahora con unas teóricas prisas que chocan con el retraso en el primer paso como es fijar el techo de gasto,algo que no se concretará hasta el Consejo de Ministros del 3 de julio. Servirá en cualquier caso para dejar la más seria y detallada oferta electoral en política económica que pueda presentar cualquier partido porque es un proyecto de ley elaborado además con la vista puesta en cumplir con las obligaciones contraídas con Bruselas.

La posibilidad de dejar ya aprobados los Presupuestos en septiembre, antes de disolver las Cortes ydespués de tramitarlos entre julio y agosto, es una decisión que está en manos del presidente del Gobierno. La mayoría absoluta le permite cumplir todos los plazos aunque el Congreso y el Senado tengan que trabajar durante todo el verano. Llegada la precampaña en octubre, el PP mediría unas cuentas públicas reales para 2016, las primeras expansivas desde el arranque de la crisis económica (con rebajas de impuestos y alguna alegría en el gasto para funcionarios), con los programas de ofertas teóricas que plantearan los partidos de la oposición.

El contenido del proyecto no variaría en su contenido si llega al Congreso en julio o septiembre. Y si finalmente no es aprobado serviría al Gobierno que saliera de las urnas en noviembre de guiónpara tomar las primeras decisiones si es que el PP sigue en el poder.

A los grupos de la oposición, en especial al PSOE, les descoloca completamente meterse ahora en un trámite de presupuestos con el que no contaban hasta septiembre. Sólo lo esperaban para criticarlo durante unos días antes de la disolución de la Cortes, no para preparar una enmienda de devolución con plan alternativo o luego las enmiendas parciales capítulo a capítulo.

El fichaje de Jordi Sevilla

Pedro Sánchez acaba de fichar a Jordi Sevilla para empezar a preparar un programa económico para los comicios del otoño. En octubre pasado se presentó al debate de Presupuestos sin más propuestas económicas que la derogación general de las reformas del Gobierno. Ysigue articular un discurso en la materia. Los pactos alcanzados con el partido de Pablo Iglesias y los grupos de extrema izquierda nacionalista en ayuntamientos y comunidades autónomas después del 24-M llevan además los mismos ingredientes que dispararon a partir de 2008 los efectos de la crisis económica con los gobiernos de José LuisRodríguezZapatero: crecimiento del gasto público y aumento del aparato político y burocrático de las administraciones.

El dirigente del PSOEno quiere debate de Presupuestos porque dice que hipoteca al próximo Gobierno, cuestión muy relativa ya que de llegar él al poder al frente de una coalición de izquierdas siempre podría dedicarse a derogar los capítulos de las cuentas que ne le gustaran. Es lo mismo que ha prometido hacer con todas las reformas del Ejecutivo de Rajoy, empezando por la laboral.

La posibilidad de que el Gobierno adelante al verano la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado corre por el Congreso desde Semana Santa sin que ningún portavoz autorizado se moleste en descartarlo para mayor desconcierto del PSOE. A Pedro Sánchez le pilla sin programa ni discurso para lidiar otro debate parlamentario de ese tipo mientras los presidentes autonómicos socialistas pactan con Podemos compromisos de gobierno basados en el aumento del déficit, la subida de impuestos y el crecimiento del sector público regional, siempreen contra de la ley de estabilidad presupuestaria.

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