El rival de Sánchez a las primarias del PSOE no tiene el aval de la cúpula andaluza

Casi llegando a Madrid, donde tiene previsto registrar su candidatura como aspirante a las primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez, Sergio Cebolla deja claro que camina por libre y que no tiene el aval de Susana Díaz ni de la responsable de los socialistas sevillanos, Verónica Pérez en la carrera para medirse con el secretario general. De hecho, según ha confirmado él mismo a El Confidencial, trató en un par de ocasiones durante la pasada semana de comunicarle a Díaz su decisión de optar a las primarias y no pudo hablar con ella. Cebolla, que es actualmente miembro de la ejecutiva provincial del PSOE de Sevilla, presentará su dimisión del cargo esta misma mañana tras formalizar su inscripción como aspirante a las primarias que se celebrarán el próximo 26 de julio. Asegura que es una decisión personal aunque este periódico ha podido saber que la responsable del PSOE sevillano, una de las personas de mayor confianza de Díaz, había dado la indicación de que dejara el cargo para evitar problemas y dobles lecturas.

Sergio Cebolla nunca ha ocupado un cargo orgánico ni ha cobrado un sueldo público, asegura, aunque milita en el PSOE desde hace “15 o 17 años”, según ha contado a El Confidencial. Fue miembro de la dirección del PSOE de Sevilla cuando su líder era Susana Díaz y se mantuvo en la ejecutiva con la actual secretaria general, Verónica Pérez. Con ambas, sobre todo con la primera, asegura tener buena relación. “Soy su amigo, la conozco desde la etapa de Juventudes y le explicaré las razones de por qué quiero dar este paso cuando pueda, comprendo que está liada”, asegura. Sin embargo su actividad política en el partido ha estado muy limitada en los últimos meses y su presencia en el partido no era lo normal. “Abrí un periodo de reflexión de un año antes de dar este paso”, asegura quien se quiere medir con Sánchez.

Vídeo:Sánchez ya tiene competencia en las primarias

Cebolla considera que el PSOE necesita “un cambio” y que sería necesario que el candidato a las elecciones generales no coincida con el secretario general del PSOE. Una reflexión que ya se abrió, sostiene, con el liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero. Él votó a Sánchez en las últimas primarias, confiesa, pero cree que hay que impulsar reformas en el partido.

“En las tres últimas citas electorales la ciudadanía nos ha dicho que tenemos que cambiar”, sostiene, convencido de que podrá lograr los 10.000 avales necesarios para ser candidato en las primarias. Cuenta ya con un pequeño equipo de campaña formado por compañeros y militantes y asegura que desde que ayer hizo pública su decisión en las redes sociales ha recibido muchas llamadas de apoyo e interesándose por su proyecto. “He llegado a la conclusión de que hay que cambiar mi organización y eso solo puede conseguirse liderando el cambio desde la dirección”, reflexiona. Dice ofrecer un liderazgo “sencillo, humilde y conectado con los problemas reales de los ciudadanos”. Cebolla hace suya la frase de José Mújica y reitera que “detrás de un buen político debe haber un buen ciudadano”. Defiende que siempre ha ejercido su actividad profesional como administrador de fincas en el plano privado y que conoce de primera mano los problemas reales.

“Este paso es unadecisión personal absolutay completamente mía”, insiste, aunque confía en obtener el mayor respaldo posible de la militancia. Desde la dirección del PSOE andaluz y del PSOE de Sevilla restan importancia al paso adelante de Cebolla, que ha sorprendido a la mayoría de sus compañeros. Su papel en el partido siempre ha sido discreto. Algunos dirigentes consultados porEl Confidencialno valoran en serio su candidaturay reprochan a Cebolla que busque “notoriedad” con este proceso, criticándole su “afán de protagonismo”. El aspirante replica que las primarias están precisamente para abrir el debate y que no acude al proceso desde “la confrontación o el revanchismo”. Ahora queda ver si su candidatura obtiene avales suficientes o se queda en el camino.“No quiero conflictos ni vengo a hacer daño”,expresa como declaración de intenciones. Su aspiración, sostiene, es “poder expresar la necesidad de cambios que necesita el PSOE”.

El paso delante de Cebolla no estará exento de polémica después de que Susana Díaz haya dejado claro que piensa mantenerse en un papel de neutralidad y que no respaldará oficialmente a Sánchez. Desde la dirección de los socialistas andaluces insisten en que quienes piensen que es una operación orquestada por la baronesa socialista se equivocan. Su militancia en el PSOE de Sevilla, cuna de Díaz, no es más que una casualidad, puntualizan.