Imbroda: “Lo que he aprendido en la alta competición se puede aplicar en la Junta”

Javier Imbroda ha repetido en sus mítines que no hay nada imposible. Lo dice al referirse a la primera vez que la selección nacional de baloncesto, la que dirigía en aquel septiembre de 2002, ganara a Estados Unidos en Indianápolis. Anunciaba en la campaña del 2-D que llegaría el cambio tras cuatro décadas de poder del PSOE y está a punto de convertirse en consejero (se perfila como claro favorito)… si pactan PP y Ciudadanos en Andalucía.

El número uno de Ciudadanos en las listas de Málaga al Parlamento de Andalucía acaba de publicar el libro ‘Entrenar para dirigir: 21 problemas de liderazgo resueltos por Javier Imbroda’ (Alienta Editorial), con prólogo de Albert Rivera. Lo presenta este miércoles en Madrid y trata de aplicar técnicas de rendimiento deportivo para organizaciones privadas y públicas. Los otros autores de la obra (Javier de Miguel y Juanjo Martín) son los creadores del método MindCompanySport.

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Agustín Rivera. Málaga

“Lo que he aprendido en la alta competición se puede aplicar perfectamente en el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía”, resalta Imbroda, en conversación telefónica con El Confidencial. “En esta nueva etapa también lo haré, sin ninguna duda, igual que lo he hecho en los proyectos empresariales en los que he participado”. “Muchas veces”, explica, “las propias organizaciones andan un tanto deslavazadas, cada una lucha por su objetivo sin compartirlo con la otra. ¿Qué sentido tiene un delantero que marque muchos goles o un alero que anote muchos puntos si el equipo no gana?”.

Habla así un entrenador que ha tenido varios jugadores determinantes, un joven Pau Gasol que ya tenía madera de líder, sobre todo Andre Turner, en el Caja San Fernando (el gran baloncestista franquicia que entrenó), Mike Ansley en el Unicaja subcampeón ACB de 1995 o Felipe Reyes en su corta etapa en el Real Madrid, en la que se encontró con la misma disyuntiva que Lopetegui: renunció a la selección para entrenar al club blanco.

No solo trabajo y esfuerzo

Imbroda, maestro de profesión (fue profesor de EGB en el colegio de los Hermanos Maristas de Málaga), se formó y ahora es doctor en Investigación e Innovación Educativa. “La Administración pública requiere no solo de trabajo y esfuerzo, ni siquiera de fiscalización, sino también de medición y evaluación del rendimiento. Esto lo echamos mucho de menos. Los profesionales que están trabajando tienen que contar con las herramientas adecuadas para mejorar”.

Sostiene el político del partido naranja que en el siglo XX el liderazgo requería de tener seguidores y que ahora el liderazgo se formula con líderes. Y sale en defensa de su jefe. “Por eso Albert Rivera quiere tener líderes en Ciudadanos, porque los seguidores tienden a la mediocridad y no al talento”.

—Rivera tiene un liderazgo muy jerarquizado ejerciendo un poder muy claro, centralista, desde la organización del partido.

—Sí —admite Imbroda—, pero es fundamental generar confianza para que el resto del equipo se pueda desarrollar, porque si no lo que haces es coartar y eso va en detrimento del equipo y su globalidad.

Imbroda niega que la publicación del libro, dividido en los errores de comunicación del jefe, la coordinación del equipo, la gestión del tiempo, la toma de decisiones y las situaciones de estrés, responda a esta coyuntura concreta poselectoral para conseguir rédito de imagen. “No tiene nada que ver con el tiempo político, desde hace muchos meses lo veníamos desarrollando con Juanjo Martín y Javier de Miguel, que son los padres del libro, y yo he participado. Se lo comenté a Albert y él ha aceptado encantado”. “Este libro sirve para los que tienen la inquietud de dirigir y liderar. Pueden encontrar alguna respuesta y también preguntas”.

El reto de esta versión política del entrenador de baloncesto (Juan José Imbroda, su hermano, es presidente de la ciudad autónoma de Melilla desde julio de 2000) es que Andalucía contara con la “oportunidad de cambio, y desde Málaga impulsarlo”. Se siente orgulloso de haberse quedado en la capital de la Costa del Sol a tan solo 1.600 votos de distancia del PSOE, primera fuerza política en Málaga. “Esa misma mentalidad la vamos a aplicar para cambiar el Gobierno de España”. Y no tiene “ninguna duda” Imbroda de que el acuerdo entre Ciudadanos y PP se va a producir. “Luego hay que ver qué hacen el resto de los partidos....”, admite.