Sánchez: el 2-D refuerza su compromiso de "defender la democracia frente al miedo"

El PSOE se pone al frente de esa batalla. La de la defensa de la "democracia frente al miedo". Es el mensaje que tras el escrutinio de las elecciones del 2-D hizo la cúpula federal del partido y el que este mismo lunes asumió el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que fue su primera valoración de unos comicios que han castigado enormemente las siglas centenarias y previsiblemente supondran su desalojo del poder en Andalucía gracias a una suma de PP, Ciudadanos y Vox.

"Mi Gobierno seguirá impulsando un proyecto regenerador y europeísta para España. Los resultados en Andalucía refuerzan nuestro compromiso de defender la #Constitución y la #Democracia frente al miedo", escribió Sánchez en Twitter este lunes. El jefe del Ejecutivo se encuentra en Katowice (Polonia), en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP24), aunque regresará a Madrid en esta misma jornada. Para mañana martes ya está convocada una reunión de la ejecutiva federal del PSOE.

Sánchez siguió este domingo la noche electoral desde Ferraz, pese a que estaba previsto que siguiera el recuento desde La Moncloa, tras su vuelta de la cumbre del G20 en Argentina. Allí estaba acompañado por la plana mayor de su dirección. Nadie esperaba una catástrofe de tales proporciones en Andalucía, una comunidad fetiche para el PSOE, en la que había gobernado siempre el partido. La única de toda España, de hecho, donde no se había producido un cambio de color político desde la Transición. 36 años ininterrumpidos en el poder que finalmente han pasado más factura de la programada.

Porque aunque en la cúpula federal sí se contaba con cierto desgaste de Susana Díaz, sí se confiaba en que el PSOE continuara siendo primera fuerza —cosa que sí ocurrió— y que sumara con Adelante Andalucía para mantenerse al frente de la Junta. Eran impensables los 33 escaños finales, la friolera de 14 menos que en 2015, y que las derechas sobrepasaran el listón de la mayoría absoluta: 59 diputados entre PP (26), Ciudadanos (21) y Vox (12) frente a los 50 de PSOE y la coalición de Podemos e IU (17).

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Campaña "sin rock and roll"

Los socialistas comenzaron a preparar ya el terreno para las semanas y meses venideros. Para empezar, el batacazo tan estruendoso de Díaz hace difícil un adelanto inminente de las generales, por el peligro de que la tea encendida en Andalucía prenda en toda España y arrase rápidamente al Ejecutivo central. Y para seguir, porque el PSOE se propone liderar ese frente de defensa de la "democracia frente al miedo" como método para movilizar al electorado progresista. El partido quiere aprender de sus errores, porque precisamente lo que Ferraz achacó a la jefa de la Junta es haber diseñado una campaña sin sangre, "floja", en la que "faltaba rock and roll", que buscaba desmovilizar a los votantes para no levantar a los de derechas. Estrategia que se ha probado completamente errada.

Sánchez avanza algunas claves en su breve tuit. Primero, que seguirá al frente del Gobierno, impulsando un "proyecto regenerador y europeísta", tomando más medidas. Aunque se encontrará en algunos casos, en la tramitación de los proyectos y proposiciones de ley, con el muro de la Mesa del Congreso, dominada por PP y Ciudadanos. Y dos, que el mensaje a partir de ahora será claro: agitar el miedo a la llegada, también a España, de una derecha que ahora no tiene complejos en pactar con la facción más conservadora, la que representa Vox, el otro gran triunfador de estas elecciones, junto con Ciudadanos, que saltó de 9 a 21 representantes, aunque no consiguió adelantar al PP, que perdió siete diputados.