Es noticia
"Susana Díaz está en la puerta del cortijo y no quiere que nadie entre"
  1. Elecciones Andalucía
Un día con Inés Arrimadas

"Susana Díaz está en la puerta del cortijo y no quiere que nadie entre"

La portavoz nacional de Cs, que pasa la última recta de la campaña en Andalucía, cree que el PSOE es "una losa" y que habrá que ponerse "mascarillas" para entrar "a limpiar" en San Telmo

Susana Díaz no quiere que venga porque se cree que Andalucía es suya”. Inés Arrimadas, de vez en cuando, se esconde bajo una inmensa bufanda gris que le envuelve el cuello. Es tan menuda que parece que la bufanda la engulle. Es un buen recurso cuando está ya algo abrumada de tanta foto. Nunca dice que no. Para algo está en campaña. Taparse un poco el rostro sin darse cuenta es quizás el único rasgo que le queda de esa “tía tímida” que asegura que fue y que dejó con la boca abierta a sus amigos cuando la vieron dar el paso para entrar en política. “No se lo podían creer, nadie lo habría dicho”.

[Consulte el especial elecciones Andalucía]

Ha vuelto a Andalucía para compartir con el candidato de Cs, Juan Marín, la recta final de la campaña. Le recriminan que ahora le salga el acento andaluz. Ella siempre lo tiene, nació en Jerez hace 37 años, pero en cuanto pasa aquí unos días le sale más. Pasea por la calle en Sevilla, se toma una menta poleo y todo el mundo la reconoce, cuchichea. Le piden fotos o la apartan para hacerle alguna confidencia. Estamos en Triana. En el mercado, una frutera le ha dicho que es “su heroína”. Bien es verdad que es la misma tendera que se deshizo en atenciones a Pablo Casado (PP). Lleva ese halo de quien se ha enfrentado a ‘los malos’ que, a juzgar por lo que le dicen por la calle, no son otros que los independentistas catalanes: “dales caña”, “no te rindas”, “valiente”... “Es verdad que mi papel en Cataluña aquí en Andalucía se ve muy bien”, señala.

placeholder Inés Arrimadas y Juan Marín durante un paseo por el barrio de Triana en Sevilla. (Fernando Ruso)
Inés Arrimadas y Juan Marín durante un paseo por el barrio de Triana en Sevilla. (Fernando Ruso)

PREGUNTA. Mucha gente piensa que si usted hubiera sido candidata, Cs ganaría en Andalucía.

RESPUESTA. Tenemos al mejor candidato, que es Juan Marín. Eso sí, el único partido que dice lo mismo en Andalucía que en Cataluña es Ciudadanos. A [Miquel] Iceta no le van a decir desde luego que se viniera aquí. Ni al de Podemos, que va con un lazo independentista más grande que él.

Un hombre de mediana edad, que pasea un perro, pasa cuando está haciendo declaraciones ante un atril y grita: “Fascistas, que sois unos fascistas, fomentáis el odio”. Ni se detiene. Es el único exabrupto de la jornada. Arrimadas ni se inmuta. La campaña de las catalanas en 2017 fue muchísimo más dura, admite. La participación fue altísima, la sociedad estaba rota, desgarrada, había gente que la insultaba con violencia y otros que le suplicaban. “Recuerdo una mujer que me cogió las manos y no me soltaba mientras lloraba amargamente explicándome que no podía ver a sus nietos porque su yerno era independentista”. En Andalucía percibe ilusión, aunque acusa al PSOE de no querer que la gente acuda a votar, de hacer una campaña “plana, anestesiada, porque no les interesa movilizar”. El día en que los andaluces se levanten y acudan a votar en masa, saldrá el PSOE de la Junta, sostiene.

placeholder Miembros de Ciudadanos se hacen un selfi junto a sus líderes. (Fernando Ruso)
Miembros de Ciudadanos se hacen un selfi junto a sus líderes. (Fernando Ruso)

Se ríe con ganas cuando se le pregunta si sabe que su presencia molesta a la candidata socialista. “La señora Susana Díaz se cree que está en la puerta de su cortijo esperando que aquí se hable de lo que ella quiera, se diga lo que ella quiera y venga quien ella quiere. Se confunde. Yo no vengo a Andalucía, yo soy andaluza”, replica. Está convencida también de que la molesta porque le recuerda que hay muchos jóvenes que se han tenido que ir a buscarse una oportunidad. “Si está aquí es porque en Madrid no la han querido en su partido”.

Sus amigos

Parte de sus amigos de la carrera, estudió Derecho y Administración de Empresas en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, llevan 12 o 13 años fuera y muchos quieren volver pero no tienen una oportunidad. Ella tenía un trabajo en el Campo de Gibraltar, en La Línea, y le llegó una buena oferta desde Barcelona. No se fue por obligación sino porque siempre, asegura, le ha apasionado Cataluña. Allí tenía familia y encontró al que ahora es su marido. Sus padres son de Salamanca y llegaron a Jerez por los años setenta. Se instalaron y tuvieron cinco hijos. Sus hermanos están repartidos entre Bruselas, Algeciras y Jerez. Tiene cuatro sobrinos. “Yo me siento catalana, pero nunca he dejado de sentirme andaluza”, sostiene. Cree que aquí nadie pediría “siete apellidos andaluces” para gobernar en la Junta y recuerda que hubo un presidente de Madrid, José Antonio Griñán, y ni se comentó. “Lo normal”, subraya.

La diputada de Cs cree que el discurso del PSOE andaluz es idéntico al de los nacionalistas catalanes porque se apropia de Andalucía

Arrimadas tiene claro que el discurso del PSOE en Andalucía y de su candidata es igual que el de los nacionalistas catalanes. “Es de libro. Cuando uno lleva tanto tiempo en el poder, confunde el Gobierno con su casa”. “Es victimismo absoluto. Ella hace una cosa igual que los nacionalistas en Cataluña. Cuando tú criticas algo del Gobierno, ellos dicen que estás criticando a Cataluña”. Entonces empieza a interpelar a una Susana Díaz imaginaria que no está desde luego en el bar de Triana donde nos hemos sentado a tomar algo. “Mire, perdone, si yo estoy criticando la corrupción de la Junta de Andalucía, no estoy criticando a los andaluces sino a la Junta. Los andaluces no somos corrupción, no somos paro, no somos fracaso escolar, es la gestión de la Junta la que ha generado corrupción, paro y fracaso escolar. Defender una limpieza en las instituciones no es atacar Andalucía. Susana Díaz no es Andalucía. Me he enfrentado a esto en Cataluña igual y por eso lo detecté rápido”.

placeholder Foto: Fernando Ruso.
Foto: Fernando Ruso.

P. ¿No están equivocándose al hablar demasiado de Cataluña en unas andaluzas?

R. Es Susana Díaz la que menos quiere que se hable de la realidad de los andaluces. Cuando hablamos de paro o fracaso escolar, dice que estamos insultando. Solo quiere que vengamos aquí a decirle que lo ha hecho muy bien y si no es el insulto. Dice que está muy contenta, muy feliz con su gestión... Si está contenta con los indicadores actuales, es que no confía en el futuro de esta tierra. Andalucía puede dar mucho de sí con otro presidente.

"Todo lo bueno que podía hacer el PSOE ya lo ha hecho", defiende Arrimadas, que cree que los andaluces se merecen "una oportunidad"

“Todo lo bueno que podía hacer el PSOE ya lo ha hecho”, defiende Arrimadas, que muestra su sorpresa por que en un debate días atrás la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le contó que los andaluces estaban mucho mejor que a finales de los años setenta. “Estaría bueno”, dice, “solo faltaría”. Cuando Arrimadas coge la palabra, no habla: ametralla. Casi no deja ni preguntar porque hila el discurso como los niños que se saben la lección de corrido. Pide perdón, pero sigue hablando. “El PSOE es conformismo, clientelismo, corrupción. Esto afecta a la imagen de Andalucía y de los andaluces”, dice, convencida de que Andalucía es una tierra muy querida, que a todo el mundo le encanta pero que aguanta muchas etiquetas y muchos falsos tópicos. “Hay que quitárselas de encima, y para eso hay que quitar al Gobierno que ha contribuido a que esas etiquetas se generen. Tenemos una losa con el PSOE”.

placeholder  Foto: Fernando Ruso.
Foto: Fernando Ruso.

Con mascarilla

“Imagínate, cuando gobernemos, vamos a tener que entrar con mascarilla a limpiar ahí, a levantar alfombras y abrir ventanas”, sostiene y se tapa la nariz. Pero ¿si hace tres años y medio pactaron con el PSOE? Arrimadas cree que hicieron bien en acordar la investidura con Susana Díaz porque han aportado algunas medidas buenas para los andaluces. Insiste en la supresión del impuesto de sucesiones. Asegura que no volverá a ocurrir. ¿Y con Vox? Ahí no contesta y se agarra a que en su campaña en Cataluña se pasó todo el tiempo contestando si iba a pactar con Unió, que iba a tener la llave y que defendía un referéndum pero no la independencia, y ni siquiera entró en el Parlamento. “No voy a cometer el mismo error”. “Es la señora Díaz la que quiere que se hable de Vox para que no se hable de los ERE y del cuponazo vasco. Quiere que se hable de Vox para que no se cuente que la inversión que venga a Andalucía en los Presupuestos Generales del Estado está decidiéndose con Torra y Junqueras, que está en la cárcel. Te voy a pasar un artículo de Junqueras donde habla de diferencias genéticas con los españoles que se te van a caer los ojos así”, dice, y mueve las dos manos como si se salieran de las cuencas a la mesa.

Díaz, aquí en Triana, puede decir lo que quiera, pero los diputados socialistas andaluces en el Congreso han votado pactar con Torra, Rufián y Bildu

“Susana Díaz está callada, callada. Aquí, de boquilla, en Triana puede decir lo que quiera, pero los diputados socialistas andaluces en el Congreso han votado pactar con Torra, Rufián y Bildu. Ella calla y quien calla, otorga, diga lo que diga en Canal Sur. Y si ya te digo lo que dice el PSOE en Cataluña...”. Se despacha también con Pedro Sánchez.

placeholder El autobús de campaña de Ciudadanos, tras Arrimadas. (Fernando Ruso)
El autobús de campaña de Ciudadanos, tras Arrimadas. (Fernando Ruso)

P. ¿Saben los andaluces que votan al PSOE lo que defiende en Cataluña el PSC?

R. Ni de broma. Ni los que votan a Podemos. No son conscientes de las barbaridades que dicen ERC y Convergència sobre los andaluces. No sé cómo permiten que España esté en manos de esa gente. Yo he tenido que saltar del asiento para que dejen de insultarnos.

placeholder Inés Arrimadas pone en marcha lo que han denominado 'El cronómetro del cambio'. (Fernando Ruso)
Inés Arrimadas pone en marcha lo que han denominado 'El cronómetro del cambio'. (Fernando Ruso)

Cuenta que Cs sale a ganar, a sumar y a gobernar, y no valora si será un fracaso si no consiguen el sorpaso al PP. “Aquí el PP está comodísimo en la oposición. Se han repartido muchos cargos, muchos sillones”, sostiene, “siempre han dado Andalucía por perdida”. “Cuando tú con 20 años ya tenías el carné del PP en la boca, estás pensando en el PP y no en la vida de la gente”, dice de Juanma Moreno. Y vuelve a Juan Marín, a defender que trabajó 27 años como profesional autónomo. Niega que sean el partido del todo precocinado, prefabricado, que no tengan alma. “Dudo que haya mucha gente que piense eso. Juan es el candidato más cercano a la gente, el más real”.

Después tendrá un almuerzo privado. Por la tarde, tiene otras cuatro entrevistas para periódicos y televisiones nacionales. La agenda es mediática. Acabará la jornada, antes de viajar a Jerez, estrenando un cronómetro que marca que faltan cinco días y una hora para “el cambio”. En la carpa naranja, donde tendrá un encuentro con mujeres, está Inés Arrimadas antes de que ella llegue. No es la de verdad. Es un holograma, pero allí está, su imagen a tamaño real, diciendo lo mismo que nos ha contado horas antes ante la cámara. Se baja de un autobús donde están las fotografías de Junqueras, Puigdemont, Díaz y Sánchez: "Se ríen de España. Se ríen de ti". Y comienza a repartir besos.

Susana Díaz no quiere que venga porque se cree que Andalucía es suya”. Inés Arrimadas, de vez en cuando, se esconde bajo una inmensa bufanda gris que le envuelve el cuello. Es tan menuda que parece que la bufanda la engulle. Es un buen recurso cuando está ya algo abrumada de tanta foto. Nunca dice que no. Para algo está en campaña. Taparse un poco el rostro sin darse cuenta es quizás el único rasgo que le queda de esa “tía tímida” que asegura que fue y que dejó con la boca abierta a sus amigos cuando la vieron dar el paso para entrar en política. “No se lo podían creer, nadie lo habría dicho”.

Susana Díaz Inés Arrimadas Vox Oriol Junqueras Miquel Iceta Juan Marín
El redactor recomienda