Rivera vuelve a sus raíces malagueñas y Arrimadas, candidata deseada de Cs-A

Lo ‘local’ vende. Y en esta política ‘líquida’, en que se le da un infinito valor a lo emocional frente a la visión más a largo plazo, y se adora más, muchísimo más, el ‘palo selfi’ y el último ‘like’ de Instagram que dar ideas de recorrido, Albert Rivera ha encontrado un filón en recordar que no hay ningún líder nacional que le gane en valores y raíces andaluzas. O al menos así se ofrece…

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En realidad, se trata de una competición interna, una suerte de ‘casting’ visible entre quién quiere más y defiende a Andalucía, mientras en la otra esquina del ring, frente a Rivera, se encuentra la jerezana Inés Arrimadas, que lleva en las últimas semanas casi más días instalada en la comunidad andaluza que en Cataluña.

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Agustín Rivera. Málaga

Rivera tiene cuatro abuelos andaluces. Cútar (un pequeño municipio de la comarca de la Axarquía), el paseo marítimo de Rincón de la Victoria, donde Manuel Alcántara ve todas las tardes "aparcar" a las gaviotas, y el “morro” del puerto de Málaga, el lugar en el que ahora se sitúa la estación marítima de cruceros y la marina del Real Club Mediterráneo, los pescadores lanzaban su anzuelo y las parejitas miraban el atardecer en las cálidas noches de verano. Esos son sus recuerdos.

Sin muletas

El líder de Ciudadanos tiene que recuperar los varios metros de distancia que le lleva Casado en su batalla andaluza. La culpa es de una inoportuna lesión jugando al tenis. No estuvo en un mitin celebrado antes de la campaña en el Museo Automovilístico de Málaga, pero un día después de ese encuentro, con muletas, se desplazó a Alsasua. No habría regresado a la ciudad andaluza hasta ayer. No se le vio con muletas.

Su discurso en el hotel NH (Ciudadanos cuantificó entre la sala principal y otra adjunta una asistencia de 3.000 personas) tuvo un foco muy claro. Quería destacar mucho más la clave nacional y dejar en un segundo lugar la regional o local; pero sí le dio tiempo a hablar del “morro”.

Si Rivera está en Málaga un fin de semana le da tiempo a escaparse por Rincón de la Victoria, y ayer domingo se quedó en la capital de la provincia. Se fue a Pedregalejo a que Juan, del restaurante Maricuchi, le sirviera un par de espetos de sardinas. Para que nadie se despistara, el equipo de comunicación de Ciudadanos recordó dónde estaba Rivera y, de paso, le dio un ‘recadito’ a Juanma Moreno.

"No encontré un Mc Donald’s y tuve que ir a comer unos espetos y unos boquerones a Pedregalejo”, dijo en Twitter respondiendo a un tuit de ‘La Opinión de Málaga’. “Viva Málaga! Quien no haya probado un espeto de sardinas en Pedregalejo no conoce bien Málaga. Gracias al maestro Juan y a todos los amigos del Maricuchi. Lo reconozco: soy ‘boquerón’, me encanta venir por la tierra de mis abuelos, de mi madre y de mi infancia”.

Arrimadas, mientras tanto, sigue a lo suyo: a ganar más adeptos para su causa. A la portavoz nacional del partido se le nota como si todavía no hubiera apretado completamente el acelerador. Tiene ganas de agradar en su tierra, pero aún no se ha visto todo el potencial que los ‘arrimadistas’ valoran.

El discurso del NH, con una megafonía algo ‘cascada’, como si faltaran altavoces o los que hubiera tuvieran escasa potencia, ofreció un dato muy valorado: en el ‘aplausiómetro’ particular de los afiliados de Ciudadanos, Arrimadas consiguió más adeptos que Albert Rivera y muchos más que Juan Marín, y casi en la misma línea que Javier Imbroda, quien no para de recurrir a símiles deportivos y a que él le ganó a Estados Unidos en el Mundial de Baloncesto de Indianápolis para decir que hay que alejarse “de los tristes” y que no vale emplear la palabra 'imposible'.

Actos en Sevilla, Cádiz y Jerez

Arrrimadas completará en esta última semana de campaña de las andaluzas una intensa agenda en Andalucía Oriental. Tendrá actos en Sevilla, en Cádiz y en Jerez. “Ya nadie duda de que con ella como candidata tendríamos más opciones de conseguir mejores resultados para gobernar en Andalucía”, confesaba un alto cargo de Ciudadanos.

El caso es que el tándem Rivera & Arrimadas no solo compite, por ahora sin echar chispas y en presunta buena vecindad, en ver quién es el más andaluz, sino en ganarse adeptos ante sus propios militantes. Los aplausos y los vítores pueden ser apenas un gesto, pero también son un síntoma de quién es la auténtica lideresa moral de Cs, como mínimo, en Andalucía… por muchos pescaítos que se tome en el Maricuchi de Pedregalejo…