Moreno ataca a Díaz por "callar" para que "insultar a La Macarena" no sea delito

El Partido Popular clausuró su interparlamentaria en Sevilla al grito de Juanma Moreno conminando a ganar el próximo 2 de diciembre. El cierre, que corrió a cargo del secretario general del PP, Teodoro García Egea, y del candidato andaluz, cuidó la puesta en escena y los discursos, ágiles, en pie, sin papeles y con audiovisuales. Algo que ha estado muy presente en todo el cónclave popular, empeñado en trasladar una nueva imagen de juventud y modernidad justo cuando se critica al presidente del partido, Pablo Casado, por radicalizar el discurso hacia la derecha. Todos los participantes han tenido instrucciones de Génova, diez mandamientos, para mejorar la puesta en escena. Casado ya dejó claro un día antes que va a sacudir la campaña plana que quiere Susana Díaz y que el pacto de Pedro Sánchez con Podemos y los independentistas centrará los mensajes andaluces, que serán en clave nacional.

[Consulte el especial Elecciones Andalucía]

Juanma Moreno también se subió a ese carro. Durante su intervención se proyectó la mayor parte del tiempo una bandera de Andalucía y su tono combinó bromas, chascarrillos y diálogos, supuestamente reales, que había mantenido con una familia esta misma mañana mientras se comía "una 'tostá' de tomate". Sus mensajes tuvieron en la diana a la socialista Susana Díaz, que retrató entregada a Pedro Sánchez y a sus pactos con los independentistas catalanes, a los "40 años" en la Junta, la corrupción, la situación de la sanidad y la educación o el paro.

"Susana (Díaz) calla. ¿Por qué calla? Espero que se lo haya dicho al oído. Que ha anunciado que va a dar barra libre para que los símbolos que son de todos, bandera, religiones, los pueda insultar quien quiera y cuando quiera. Le ha dicho Susana Díaz que no le gusta que se insulte a La Macarena o al Cachorro. Con nuestras tradiciones y nuestros símbolos no se juega, le ha dicho que no nos gusta que se insulten. O que no puedan estar las fuerzas armadas en la Semana Santa de Sevilla", señaló Moreno. Aludía así a la propuesta de reforma del Código Penal, tomada en consideración esta semana en el Congreso, registrada por Unidos Podemos y apoyada por el PSOE y los nacionalistas catalanes y vascos, para que los delitos de injurias a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y ofensa a los sentimientos religiosos se revisen en el Código Penal para suavizarlos o incluso eliminarlos.

"Ha pasado de ser una leona a un corderito, un 'mimosín' muy suavito, muy suavito, muy suavito", dijo el candidato del PP mientras iba bajando cada vez más la voz. Para cerrar su intervención eligió el supuesto encuentro fortuito que había tenido esa misma mañana con una familia que era votante del PSOE, "de izquierdas", "trabajadores", que le contaron con mucha frustración lo que habían luchado para darle carrera a sus dos hijos. La mayor, había emigrado. "A su hijo lo veía desesperado, tirado en el sofá en el salón de su casa, frustrado, deprimido, por no encontrar oportunidades después de haberse sacrificado tanto. Es el drama que inunda todos los rincones de Andalucía", aseguró.

Su propuesta fue una revolución fiscal que equiparará Andalucía a Madrid en cuatro años. "Temblad, compañeros madrileños, porque esta tierra va a ser la locomotora de España", aseguró en su cierre. Para Cs también hubo mensaje, recordando a los electores que el partido naranja es "también responsable y cómplice" de las políticas de los tres últimos años y medio.

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, también innovó en su puesta en escena, emergiendo como una radiofónica voz en 'off' entre imágenes de humo y una chistera de mago. "Andalucía es una tierra que llevan 40 años aguantando que le vendan humo. 40 años jugando con nuestras ilusiones", arrancó el número dos de Casado.

"Susana Díaz y Pedro Sánchez tienen hoy menos credibilidad que las encuestas del CIS", ironizó el secretario general, que volvió a arremeter contra la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. "(Pablo) Iglesias y (Oriol) Junqueras no habrán hablado del AVE de Almería, el puerto de Motril, las inversiones que necesita Sevilla, las ayudas al campo andaluz... No hablarían de nada de eso porque mientras que el PSOE gobierne Andalucía será la última en la escala de prioridades", sostuvo el dirigente popular. Para restar cualquier atisbo de preocupación interna sobre el giro a la derecha de Casado en el PP, sacó pecho con esa radicalidad. "Nos llaman radicales, nos llaman extremistas, yo soy un radical de querer a Andalucía, Juanma es un extremista de querer a la gente".

Entre los discursos que este domingo se hicieron en la interparlamentaria del PP, el portavoz del Senado, Ignacio Cosidó, se quejó de que los acusen de convertir el Senado "en un lodazal" y lamentó que lo haga "el Gobierno más sucio de la democracia". La exministra y portavoz en el Congreso, Dolors Montserrat, retrató a "un Gobierno de la vergüenza, en descomposición, de la 'zapaterización' de la economía". "Cs traicionó a los andaluces e Inés Arrimadas fue cobarde, tuvieron miedo a hacer un debate de investidura", concluyó contra el partido naranja.