Díaz abre el diálogo para ser presidenta y negocia ya la abstención de PP y Ciudadanos
La socialista no formará un Gobierno de coalición, invita al diálogo y advierte de que la condición de Rivera de que expulse de forma inmediata a Chaves y Griñán no va a aceptarla
"Voy a gobernar en solitario". Aplauso y casi una hora de retraso en la comparecencia de la que confía en seguir siendo, sin pactos,presidenta de la Junta. Susana Díaz no piensa explorar ningún acuerdo de Gobierno, al menos hasta que pase el año electoral. Hoy mismo abrirá la ronda de contactos con el resto de fuerzas políticas para garantizarse su investidura cuanto antes. La constitución del Parlamento andaluz se prevé para el 16 de abril. Sabe que es muy difícil lograr un acuerdo con Ciudadanos, que tendría una alta factura para Albert Rivera como candidato en unas generales. No explorará la posibilidad de un Gobierno de coalición y confía en que no haya una pinza de PP y Podemos que podría bloquear su investidura.
El PP guarda silencio pero Mariano Rajoy defendió durante la campaña que dejarían gobernar a la lista más votada. Si cumple su palabra, Díaz puede contar con la abstención de los populares. Quizás también pueda contar con que Ciudadanos le deje paso. Rivera ha anunciado que su partido votará en contra de la investidura de Díaz en primera vuelta, aunque ya se verá, dijo, lo que harán en la segunda. Su condiciones siguen siendo difusas aunque empiezan a perfilarse: "Si no echan a (José Antonio) Griñán y (Manuel) Chaves ni se molesten en descolgar el teléfono", ha dicho. A ese respecto la socialista advirtió de que no modificará su posición. En abril comparecerán los ex presidentes ante el Supremo. Si se les imputa delito pedirá sus escaños. No entrará en este cambalache con Ciudadanos, dejó claro.
¿Quién va a decidir sobre su política de pactos? Díaz dejó claro durante la campaña electoral que sería ella quién escribiría su hoja de ruta y sus futuras alianzas. Ferraz advirtió de que tendría que ser una estrategia consensuada con Madrid. "No va a haber pactos de Gobierno, vamos a gobernar en solitario, no vamos a tener ese problema", zanjó la socialista para evitar tensiones con Madrid. Insistió en que no va a pactar ni con PP ni con Podemos, aunque hablará con todos para poder ser investida presidente. Sobre la posibilidad de cerrar un acuerdo con los populares que implicara que en las generales el PSOE devolviera el favor y diera paso a Rajoy en Moncloa si es el más votado, Díaz evitó hablar de ese trueque. Tampoco aclaró si la presidencia del Parlamento andaluz entra como moneda de cambio en las conversaciones.
Andalucía estrenará el próximo día 16 de abril un Parlamento con 64 caras nuevas. Lairrupción con fuerza de Podemos, 15 diputados, y Ciudadanos, 9, renuevan más de la mitad de la Cámara. Díaz ha ordenado a su secretario de Organización, Juan Cornejo, y al "todavía" portavoz parlamentario, Mario Jiménez, que asuman la negociaciones. Díaz recibió en la noche electoral una llamada de cortesía del candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, aunque los socialistas aseguran no saber, de momento, qué posición mantendrán los populares. Díaz no quiere perder ni un minuto.
Sobre los números de las elecciones, las lecturas del PSOE pasan por reivindicar una victoria tras cuatro años de derrotas en Andalucía. Ganan con una ventaja de 14 escañosfrente a la segunda fuerza, PP y de 32 frente a la tercera, Podemos. El PSOE ha ganado en siete de las ocho provincias y en la octava, Almería, ha empatado en número de escaños. De los 29 municipios de más de 50.000 habitantes, el PSOE ha ganado en 15, el PP en 13 y Podemos en uno. También es verdad que el PSOE ha sacado el peor resultado en porcentaje de votos de su historia y que ha perdido más de 120.000 apoyos pese a una mayor participación. Antes Díaz dependía de IU. Ahora dependerá de más fuerzas políticas. Con todo, ella defiende que tiene más estabilidad.
Díaz insistió esta mañana en una entrevista en la SER en que se quedará los cuatro años de legislatura en Andalucía, descartando un salto a Ferraz. Ayer habló con su secretario general, Pedro Sánchez, con quien defiende que tiene una relación "normal". Fue cauta al hacer una extrapolación de los resultados al resto de España. Quizás no quiere meter el dedo en el ojo a Rajoy porque sabe que de la orden que dé al PP puede depender su investidura. La socialista ha cambiado la escenografía y el discurso que ha tenido durante la campaña. Más moderada, menos vehemente, menos prepotente. Ya no comparece sola. Desde la noche electoral lleva como guardia pretoriana a toda su ejecutiva regional. Quizás ahora toca dar otro mensaje, el de que el PSOE andaluz, en conjunto, es el que exhibe músculo, victoria y peso en Ferraz. Sobre este aspecto ella ha dicho que no tenido tiempo para llegar a esas profundidades. Pero quien la conoce sabe que no da puntada sin hilo. En su comparecencia, ya de blanco y negro, ni rojo ni verde, apeló a que Andalucía dará "unidad" y "estabilidad política" a España.
"Voy a gobernar en solitario". Aplauso y casi una hora de retraso en la comparecencia de la que confía en seguir siendo, sin pactos,presidenta de la Junta. Susana Díaz no piensa explorar ningún acuerdo de Gobierno, al menos hasta que pase el año electoral. Hoy mismo abrirá la ronda de contactos con el resto de fuerzas políticas para garantizarse su investidura cuanto antes. La constitución del Parlamento andaluz se prevé para el 16 de abril. Sabe que es muy difícil lograr un acuerdo con Ciudadanos, que tendría una alta factura para Albert Rivera como candidato en unas generales. No explorará la posibilidad de un Gobierno de coalición y confía en que no haya una pinza de PP y Podemos que podría bloquear su investidura.