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El diario del nuevo milenio
  1. El valor de la información
OPINIÓN

El diario del nuevo milenio

Dentro de otros 20 años, me imagino El Confidencial como un referente de la información de calidad, tanto en España como a nivel internacional, y abanderando el periodismo digital de la primera mitad del siglo XXI

Foto: Ilustración: Diseño EC.
Ilustración: Diseño EC.

El Confidencial es, para mí, el diario del nuevo milenio. No me parece casualidad que naciera en el año 2001, en los albores de un siglo de cambios vertiginosos marcados, en gran medida, por el impacto de la digitalización en todas las esferas de nuestra vida. También, por supuesto, en los medios de comunicación.

Conozco a su editor, José Antonio Sánchez, desde hace muchos años, de su etapa en Telefónica. Y siempre lo he considerado un gran emprendedor. El Confidencial, de hecho, fue un avanzado a su tiempo y en todo momento ha procurado ir un paso por delante. En contenidos, en formatos y en maneras de contar. En mi opinión, ha logrado aunar lo mejor del periodismo tradicional con lo mejor del periodismo digital, trazando la senda de la transformación del sector.

Querría aprovechar la ocasión para reconocer también la labor que están llevando a cabo sus periodistas en estos momentos. Porque ellos, junto a otros trabajadores esenciales, están contribuyendo de una manera decisiva a ayudarnos a superar esta situación. Mi más sincero agradecimiento por ello. Desarrollan un servicio fundamental.

Me imagino El Confidencial dentro de otros 20 años más consolidado, si cabe, como un referente de la información de calidad, tanto en España como a nivel internacional, abanderando el periodismo digital de la primera mitad del siglo XXI, y con una comunidad sólida de seguidores y prescriptores. Creo que será un medio clave para reinterpretar el mundo en que viviremos después de acontecimientos tan relevantes como los que están sucediendo.

*Isidre Fainé. Presidente de la Fundación Bancaria “la Caixa”.

El Confidencial es, para mí, el diario del nuevo milenio. No me parece casualidad que naciera en el año 2001, en los albores de un siglo de cambios vertiginosos marcados, en gran medida, por el impacto de la digitalización en todas las esferas de nuestra vida. También, por supuesto, en los medios de comunicación.

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