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Duane Michals, el fotógrafo de lo invisible, llega a la Fundación Canal

Por Clara G. Freyre de Andrade

Convertido en una figura de referencia de la fotografía conceptual, Duane Michals supo utilizar la fotografía para hacer visible conceptos complejos y demostrar, de forma definitiva, su valor creativo. Hasta el 24 de agosto, podremos acercarnos a su obra personal en la Fundación Canal, como parte de PHotoEspaña 2025

En los años 60, una época en la que la fotografía se consagraba a la plasmación de la realidad y a la idea de capturar “el momento decisivo” encarnada por Henri Cartier-Bresson, Duane Michals fantaseaba con la posibilidad de inmortalizar lo invisible. Su admiración por René Magritte nacía en gran medida de este punto: él era la clara demostración de que un pincel en las manos adecuadas, y con la imaginación por bandera, hace todo posible. Sin ir más lejos, el pintor belga fue capaz de soñar y después plasmar, por ejemplo, una lluvia protagonizada por varias decenas de hombres, que se adelantó varias décadas a la canción de The Weather Girls, la mítica It’s Rainning Men.

Con la cámara fotográfica como medio, el proceso era un poco más complicado. Más allá de las limitaciones técnicas, la valoración social de la fotografía, cuyo potencial artístico estuvo durante mucho tiempo en tela de juicio, no se lo puso fácil. Pero Michals jamás se rindió. Desde entonces y hasta ahora, con 93 años a sus espaldas, no ha dejado de buscar nuevas formas para contar sus historias, emociones y sueños, incorporando a sus instantáneas toda clase de recursos expresivos. No importa si son superposiciones, secuencias fotográficas o sus míticos textos manuscritos directamente sobre el papel fotográfico, el objetivo siempre es el mismo: hacer visibles aquellos conceptos que a simple vista no lo son.

Ahora y hasta el 24 de agosto, podremos acercarnos al legado de Duane Michals, pionero de la fotografía conceptual, a través de la retrospectiva que acoge la Fundación Canal, en Madrid, una de las grandes apuestas incluídas en la sección oficial de PHotoEspaña 2025. Una exposición integrada por 51 piezas -que suman un total de 150 fotografías, al estar algunas de ellas agrupadas en sus famosas series fotográficas- que, organizadas por su comisaria Enrica Viganò en seis ejes temáticos, nos permitirán conocer a fondo el trabajo personal del artista, desde sus primeros años hasta la actualidad. Ponen el broche final unos vídeos en el que, el propio Michals, nos acerca a su obra.

Autorretrato como unicornio, 2022. © Duane Michals Inc. / Cortesía de Admira Milano

La prueba de que una imagen no siempre vale más que mil palabras

La obra de Duane Michals se torna si cabe más curiosa al saber que, en su caso, el acercamiento a la fotografía se produjo por pura casualidad. Fue en 1958, durante un viaje a la antigua Unión Soviética, donde pudo ver e inmortalizar los estragos de la Guerra Fría a través de una cámara de fotos que había pedido prestada a un amigo. Tenía entonces 28 años y, aunque se presentaba como un joven creativo con estudios en bellas artes, aún no había encontrado su camino, el medio que cambiaría su vida.

Esas primeras instantáneas que tomó durante el viaje, en su mayoría retratos de una captación psicológica impactante, no se encuentran presentes en la exposición de Fundación Canal. Su ausencia, aunque sorprendente, en este caso está justificada; el propio título de la exposición, Duane Michals: el fotógrafo de lo invisible, enmarca su discurso en el periodo que vino inmediatamente después y que abarcaría el trabajo de toda una vida. “Cuando miras mis fotografías estás mirando mis pensamientos” es una frase pronunciada por el propio Michals y que se convierte entonces en toda una declaración de intenciones: la suya es una fotografía construida, pensada por y para contar historias, nacidas en primera instancia de su propia imaginación.

El inicio del recorrido es, de entrada, revelador. La primera imagen, ligeramente segregada del resto de piezas, la misma que nos recibe en una versión ampliada al bajar las escaleras de acceso a las salas, es un buen resumen de algunas de las ideas que explora Michals. The illuminated man funciona como una suerte de retrato del espíritu humano. Lo curioso de esta fotografía es que guarda un sorprendente parecido a una pintura de su admirado Magritte, Le principe du plaisir, un retrato del poeta Edward James en el que su rostro se torna invisible tras un intenso haz de luz, del la misma manera que lo hace el del protagonista de la imagen de Michals.

Tal y como citó el propio fotógrafo, su encuentro con la pintura tuvo lugar poco más tarde. “Me sentí muy orgulloso de haber tenido una idea similar para una de mis deidades”, señaló.

A lo largo de la muestra, podremos descubrir algunos de los temas que interesaron a Duane Michals y que exploró en infinidad de ocasiones. Algunos conceptos nos son bien conocidos, como es el caso de la muerte, representada a través de obras como la serie The Spirit Leaves the Body, en la que, haciendo uso de una ingeniosa doble exposición, hace visible la huída de un alma de un cuerpo inerte. Por su parte, Chance meeting, una serie que inmortaliza el momento en el que dos hombres cruzan la mirada, ofrece una visión personal de esas coincidencias cotidianas que, en alguna ocasión, se convierten en trascendentales.

Andy Warhol, 1958. © Duane Michals Inc. / Cortesía de Admira
            Milano
Andy Warhol, 1958. © Duane Michals Inc. / Cortesía de Admira Milano
Encuentro Casual, 1970. © Duane Michals Inc. / Cortesía de
            Admira Milano
Encuentro Casual, 1970. © Duane Michals Inc. / Cortesía de Admira Milano
Esta fotografía es mi prueba, 1974.© Duane Michals Inc. /
            Cortesía de Admira Milano
Esta fotografía es mi prueba, 1974.© Duane Michals Inc. / Cortesía de Admira Milano
El hombre desafortunado, 1976. © Duane Michals Inc. / Cortesía
            de Admira Milano
El hombre desafortunado, 1976. © Duane Michals Inc. / Cortesía de Admira Milano
La parte más hermosa del cuerpo de un hombre, 1986. © Duane
            Michals Inc. / Cortesía de Admira Milano
La parte más hermosa del cuerpo de un hombre, 1986. © Duane Michals Inc. / Cortesía de Admira Milano
Al final del tiempo, 2023. © Duane Michals Inc. / Cortesía de
            Admira Milano
Al final del tiempo, 2023. © Duane Michals Inc. / Cortesía de Admira Milano

Pero su fotografía también le sirve para explorar temas complejos que, a menudo, han hecho que se le vincule con la figura de un filósofo. Prueba de ello es la pieza Now Becoming Then, en la que la fotografía tiene el mismo peso que el texto, el mismo en el que nos invita a reflexionar sobre un tema tan complejo como el del tiempo y la inexistencia de un presente real. Porque si algo hizo Michals fue demostrar que, en muchas ocasiones, una imagen no vale más que mil palabras, una idea bien representada a través de su obra There are Things Here Not Seen in This Photograph.

La exposición también recoge aquellas obras de Michals que lo representan como un hombre comprometido con sus valores y que hace uso de su creatividad para expresar su visión e incluso su disconformidad. Temas como el racismo o la homosexualidad aparecen como una constante en su obra. Este último está presente en la muestra a través de una obra que ilustra una realidad dolorosa: The unfortunate man habla de un hombre que ha sufrido una cruel metamorfosis, ante la imposibilidad de tocar a la persona a la que ama.

La separación entre lo personal y lo comercial

Verano de 1983. The Police lanza el que se convertirá en su álbum de culto. Synchronicity fue un éxito en ventas. A una selección riquísima de temas, entre los que se incluía el mítico Every Breath You Take, se sumó un diseño distintivo: los tres colores primarios salpican una serie de fotografías en blanco y negro de los integrantes del grupo. Lo que no todo el mundo sabe es que, aquellas instantáneas, salieron del objetivo de Duane Michals.

Desde muy pronto, Michals asumió que su rupturista obra le haría difícil ganarse la vida. Incapaz de adaptar el rumbo de su creación a preceptos más comerciales, decidió entonces separar la que bautizó como su “obra personal” de sus trabajos publicitarios. Esto mismo hizo que pasaran por su objetivo celebridades de la talla de Meryl Streep, Tilda Swinton o Pier Paolo Pasolini, algunos de cuyos retratos se encuentran presentes en la muestra. También pudo inmortalizar a algunos de aquellos artistas a los que tanto admiraba y que indudablemente marcaron su obra, como Giorgio de Chirico o Marcel Duchamp.

Ninguna de estas fotografías supera en cercanía a los retratos que hizo a su Magritte, capturados en la intimidad de su casa. La obra más representativa tal vez sea Magritte at His Easel, en la que, a través de una doble exposición, funde al artista con su lienzo, siendo su rostro sólo visible en el reflejo del espejo. Cumple así con su precepto: en su arte, el pensamiento da forma a lo invisible.

Visitada la exposición, queda patente que Duane Michals rompió con la fotografía tal y como se conocía. Buscó la forma de ser libre y de crear, pero fue capaz de innovar incluso en su vertiente más comercial. Y ahora, con una carrera de más de 60 años a sus espaldas, en una época en la que parece que todo está inventado, sigue encontrando la forma de hacernos reflexionar y comprender que la fotografía es, efectivamente, una potente forma de creación.

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