El cine de Yorgos Lanthimos, en dos libros y muchas fotografías
Por Sofía Guardiola
El cineasta responsable de películas como Pobres criaturas, se aficionó a la fotografía tomando instantáneas de sus rodajes. Con el tiempo, sin embargo, la disciplina ha terminado convirtiéndose en una pasión. Ahora expone por primera vez en Los Ángeles
Lo que vemos en una película es una parte brevísima de todo lo que ocurre durante un rodaje. Las escenas que se nos aparecen se hallan no solo interpretadas, sino también seleccionadas, editadas, cortadas y pegadas para responder a una historia. Sin embargo, lo que ocurre entre bambalinas, si bien puede parecer más íntimo porque no suele mostrarse, se mueve también en ese mundo extraño que es un set de rodaje, un espacio artificial que recrea lugares que no existen y que se desmontará una vez haya terminado el metraje.
Me estoy refiriendo, por ejemplo, a la foto de Sofia Coppola tomada durante Maria Antonieta, en la que vemos a Kristen Dust vestida de monarca francesa del siglo XVIII, pero viendo algo en su ordenador portátil. Se trata de una situación surrealista e imposible que, dentro de un rodaje, se convierte en una imagen robada con naturalidad. Este mundo extraño y onírico que se encuentra a caballo entre la realidad y la ficción es quizá el motivo por el que tantos directores de cine se han inclinado también por la fotografía, disciplina artística que se pensó, en un inicio, que serviría para documentar lo que ocurre en el mundo, y que sin embargo empezó, casi desde sus inicios, a falsear lo auténtico, a disfrazarlo y enmascararlo en favor de la creación artística: de Win Wenders a Stanley Kubrick, pasando por la mencionada Sofa Coppola y por el griego Yorgos Lanthimos.
Las instantáneas de este último son tan extrañas como el resto de su universo y comparten sus atmósferas, por lo que un mundo extraño y surrealista parece el escenario perfecto para tomarlas. En una de ellas, por ejemplo, vemos el set en el que se ruedan las escenas del barco de Pobres Criaturas, mitad navío y mitad escenario lleno de cables y focos. En otra, las piernas de Emma Stone, pálidas, apoyadas sobre una pared, en una imagen completamente descontextualizada en la que solo reconocemos a la actriz por el pequeño fragmento de su vestido que se aprecia en ella y porque sabemos que participa en la película. A ellas se suman escenas en las que los actores aparecen descansando, o de espaldas, o por los pasillos del hotel en el que se alojan.
Para el director griego, la fotografía llegó de forma natural, casi casual: hacía fotos en sus rodajes para documentar lo que ocurría, con fines promocionales o incluso lúdicos. Sobre las fotografías tomadas durante la elaboración de Pobres criaturas, afirmó en una ocasión a una revista: “Fue todo un proceso entre montajes, que disfrutamos bastante y nos dio un pequeño respiro dentro del agitado calendario de rodaje”.
Poco a poco, lo que había empezado como un hobbie casual se fue convirtiendo para él en una pasión, e incluso en una obsesión. Comenzó a comprar cámaras de forma compulsiva, poniéndose a sí mismo la excusa de que necesitaría algunas de repuesto por si las cámaras que tenía se rompían. También instaló en su casa un cuarto oscuro para realizar sus propios revelados, situado junto a la habitación de montaje en el que da vida a sus películas. Ha llegado incluso a preferir la fotografía al cine, en ciertos aspectos, puesto que le atrae la inmediatez de esta disciplina.
De hecho, el director afirma que le gustaría poder tomarse un descanso del cine para centrarse en la fotografía. Ahora que vive en Grecia, su tierra natal a la que regresó tras una temporada en Londres, está comenzando también a fotografiar los paisajes de su tierra, redescubriéndolos mediante la cámara y saliendo de su zona de confort: las atmósferas que construye para sus propias películas.
Nola 17, 2022. Yorgos Lanthimos, Photographs
Nola 13, 2022. Yorgos Lanthimos, Photographs
Nola 11, 2022. Yorgos Lanthimos, Photographs
Nola 2, 2022. Yorgos Lanthimos, Photographs
Untitled 90, 2021. Yorgos Lanthimos, Photographs
Untitled 79, 2021. Yorgos Lanthimos, Photographs
Untitled 208, 2021. Yorgos Lanthimos, Photographs
Del libro al centro expositivo
Hasta ahora, Lanthimos había mostrado sus instantáneas al mundo en formato libro: publicó Dear God, the Parthenon is still broken con las fotografías tomadas en Pobres criaturas y I shall sing these songs beautifully sobre las tomas del rodaje de Kinds of Kindness. En la elaboración del primero fue clave la colaboración de Emma Stone, que revelaba con él los negativos después de las sesiones de rodaje, haciendo gala de la complicidad artística y creativa que existe entre ambos, cuya consecuencia es que Stone sea no solo las protagonista de muchas de sus películas sino también, de algún modo, de sus libros de fotografías.
Sin embargo, el director no había expuesto sus trabajos en un centro expositivo. O por lo menos hasta ahora. La galería Webber, en Los Ángeles, le ha dado la oportunidad de protagonizar la muestra Yorgos Lanthimos. Photographs, que recoge fotografías de estos dos libros, y que puede visitarse hasta el 24 de mayo.
Localizaciones reales de Nueva Orleans y Budapest, así como recreaciones de ciudades y decorados interiores de Londres, Lisboa, Alejandría o París, sirven de telón de fondo para sus imágenes fijas, ricas en inquietantes atmósferas. Los cuerpos de sus protagonistas aparecen a intervalos irregulares, con las extremidades a menudo extendidas y los rostros girados. Los restos del set de rodaje (andamios, equipos de iluminación y una taza de café) también aparecen en Dear God, the Parthenon is still broken, desdibujando las distinciones entre el mundo ficticio y la realidad. Esta primera exposición ofrece una nueva perspectiva sobre su particular forma de observar la sociedad moderna. Una forma distinta de ver y entender el universo del artista.