Este documental cuenta, desde dentro, el estrambótico thriller del Caravaggio dormido
Por Diana Arrastia
Fotograma del documental The Sleeper. El Caravaggio Perdido
Expertos, coleccionistas y marchantes jugaron una partida de ajedrez para hacerse con una obra maestra que estuvo a punto de ser subastada por 1.500 euros. El thriller documental The Sleeper. El Caravaggio Perdido, cuenta la restauración, atribución y venta de este cuadro
Durante 60 años, un cuadro de valor incalculable estuvo colgado en la pared del comedor de la familia Pérez de Castro, en un piso del barrio de Salamanca de Madrid. Cuenta Mercedes que su marido –pintor y profesor de Bellas Artes– preguntó en muchas ocasiones sobre la atribución de la obra y que las respuestas siempre concluyeron que pertenecía al círculo de José de Ribera. Así que, cuando Mercedes decidió mudarse a una vivienda más limitada en paredes, decidió envolver la obra en papel de burbujas y enviarla a la madrileña casa de subastas Ansorena. Fue su sobrina quien le animó a hacerlo.
“Círculo de José de Ribera (S. XVII). La coronación de Espinas. Óleo sobre lienzo. Medidas: 111 x 86 cm. Salida: 1.500 €”. Con esta descripción recogía el catálogo de la casa de subastas, publicado en internet, aquel cuadro. Fue entonces cuando el mundo del arte detectó que podría tratarse de una obra de Caravaggio que se creía perdida y cuyo valor podría superar los 300 millones de euros. También cuando se desató una frenética carrera internacional en la que expertos, coleccionistas y marchantes jugaron una partida millonaria por hacerse con el sleeper (obra durmiente). Así se llama a una pintura olvidada o mal atribuida, que pasa desapercibida hasta que expertos la redescubren como una pieza invaluable.
El director de cine y productor Álvaro Longoria y su equipo tuvieron el privilegio de asistir, como testigos de excepción, a la vuelta a la luz de la obra más mediática y relevante del momento. Durante tres años siguieron desde dentro la restauración, atribución y venta de un cuadro que hasta entonces había permanecido en las sombras. Ahora, el documental The Sleeper. El Caravaggio Perdido, que llega a las salas de cine el próximo 13 de mayo, recoge este proceso.
“Siempre me ha llamado muchísimo la atención y he querido investigar el tema de las fluctuaciones de los precios en el mundo del arte: por qué un pintor se pone de moda, por qué de repente algo vale muchísimo y luego pasa a valer muy poco. Hablé con Jorge Coll (marchante de arte y director de Colnaghi, la galería de arte más antigua del mundo), para hacer algo sobre este tema, pero no terminaba de encontrar bien el ángulo. Cuando me enteré de que en Madrid había un rumor sobre un cuadro que había aparecido, hablé con Jorge y me dijo “nosotros estamos, activamente, intentando quedarnos con este cuadro y hay una posibilidad real”. Entonces le dije: “a partir de este momento, me gustaría grabar todo el proceso””, cuenta Longoria. Y así lo hizo.
Desde dentro
Jorge Coll, uno de los primeros marchantes en interesarse por la obra y quien finalmente dirigirá su proceso de autentificación y venta, otorgó al director la confianza necesaria para embarcarse en el rodaje. “Creo que ese es el gran valor del documental, el poder seguir el proceso mano a mano con quienes lo están llevando. Eso también permitió a la familia, que ya me conocía por otras cosas, confiar en mí y en que no iba a desvelar nada en ese momento porque mi objetivo era contarlo todo cuando ya hubiese pasado. Todos los periodistas del mundo estaban intentando tener esta información y acceder a la familia y conseguir entrevistas, pero ellos no querían abrirse a nadie”, cuenta Longoria.
En el documental hay tensión, intriga y suspense. Y, como en el mejor de los thrillers, el documental está lleno de giros inesperados. “El mundo del arte es muy fascinante, pero, al final, lo que es interesante son las intrigas. Con esa idea tuve que descartar muchas cosas para quedarme solamente en la aventura del cuadro: en el acceso, en las decisiones, en esos giros… No sabíamos nunca lo que iba a pasar… De repente, nos llamaban y nos decían “va a haber mañana una reunión en Londres de los socios”. Y para allá que nos íbamos. Hay cosas que nos hemos perdido, obviamente, aunque Jorge nos avisaba de todo. Hemos estado rodando la restauración, a los expertos... Tener ese punto de vista desde dentro ha sido la clave”.
Desde su aparición en subasta en abril de 2021, cuando iba a ser vendido por 1.500 euros como una obra muy menor, hasta su exposición en el Museo del Prado en mayo de 2024 (por cortesía del coleccionista particular que lo compró) son muchas las etapas que abarca la película. “Es un mundo lleno de claroscuros y por eso he intentado darle ese tono a la película: el claroscuro de Caravaggio aplicado al mundo del arte. Nunca se sabe qué es lo que es verdad y lo que es mentira, si te están dando toda la información o no… Lo que me fascinaba, desde el principio, era la generación de valor: quién genera el valor de estos cuadros, cómo se genera y cómo se gestiona. Los expertos, las casas de subastas, los dealers eran, desde mi punto de vista, los protagonistas. Que un señor o una señora determine el valor de un cuadro que puede ser de 300 millones y que le paguen 3.000 euros, cuanto menos, me parecía llamativo. “¿No hay sitio para la corrupción?”, preguntaba yo. Me respondían: “No, porque esto es un mercado de honor y de reputación”.
El de Álvaro Longoria no ha sido un rodaje fácil, marcado siempre por la incertidumbre y obligado a una contínua capacidad de reacción. “Quizá la tercera cosa más difícil ha sido la limpieza de tanta información. He intentado sacar, de todo lo grabado, una reducción absoluta de la información estrictamente necesaria para que el espectador pueda seguir el filme. Esto no es una disertación sobre Caravaggio, el mercado del arte o las casas de subastas. He preferido que la imaginación del espectador sea la que tome sus propias decisiones”.
Consenso sin precedentes
El Ecce Homo de Caravaggio ha representado uno de los mayores descubrimientos de la historia del arte, logrando un consenso sin precedentes en lo que a su autenticación se refiere, que involucró a expertos, historiadores e instituciones, incluyendo al Gobierno de España. Por eso The Sleeper. El Caravaggio Perdido tiene el propósito de entretener y hasta divertir al espectador experto y, sobre todo, al común de los mortales.
“Mi objetivo es ese espectador que quiere ver un thriller, en este caso, real, sobre un mercado donde se mueven millones y todo el rato están pasando cosas sorprendentes. Quiero trascender al espectador del arte e ir a por el espectador generalista, que se lo va a pasar fenomenal, que va a aprender mucho, pero que, sobre todo, va a vivir una aventura”.
El Ecce Homo pintado por Caravaggio entre 1605 y 1609 estuvo expuesto en el Museo del Prado desde el 25 de mayo de 2024 hasta el 23 de febrero de 2025. Actualmente, se encuentra en el Palacio Barberini, en Roma, donde forma parte de una exposición de 26 (de los 60 que, aproximadamente, hay en el mundo) Caravaggio. “Estrenamos la película en Italia coincidiendo con la presentación del cuadro. No se sabe dónde va a ir después, pero tiene que volver aquí, ya que no puede salir más de seis meses de España. Lo que sí que está claro es que el o la compradora (el secreto mejor guardado) no lo va a esconder. Quiere que se vea”.