250 años de Turner: luz, color y una rivalidad sin precedentes
Por Clara G. Freyre de Andrade
John Constable y William Turner protagonizaron una de las rivalidades más icónicas de la historia. Este año, ambos volverán a verse las caras en la Tate Britain con motivo de la conmemoración del aniversario del nacimiento de este último
“Ha estado aquí y ha disparado un arma”, afirmó John Constable ante lo que, a simple vista, parecía solo una pintura paisajística. Casi en el centro de la composición, donde antes se apreciaban las olas, reposaba una mancha de un color rojo intenso. Fue en ese momento cuando lo supo: su rival, William Turner, lo había hecho de nuevo. Con un trazo espontáneo, sin apenas meditación, había transformado una simple pintura marina en una obra maestra. Turner modelaría el “balazo” hasta convertirlo en una boya.
La historia, recogida por primera vez por el también pintor Charles Robert Leslie, en 1860, es toda una leyenda. Al fin y al cabo, supone el momento cúspide de una rivalidad histórica, la de los dos hombres que construyeron el paisajismo inglés. Ocurrió en la Summer Exhibition de la Royal Academy de 1832, durante la jornada previa a la inauguración, momento en el que se permitía a los artistas realizar los últimos retoques in situ.
Colgadas una junto a la otra, las propuestas de ambos no podían ser más distintas: mientras que Constable presentaba La inauguración del puente de Waterloo, una brillante vista del río Támesis salpicada de un rojo escarlata intenso en la que había estado trabajando durante más de una década; Turner exhibía su Helvoetsluys, uno de sus célebres vistas marítimas, esta vez protagonizada por el uso de tonos fríos. Dicen que fue el miedo a ser eclipsado el que le llevó a intervenir su obra con tan ingeniosa artimaña, la misma que pone en boca de su rival esta frase legendaria y lo eleva a él mismo como uno de los pintores más carismáticos de la historia.
En noviembre de este año, ambos artistas se reencontrarán en las salas de la Tate Britain, en una exposición que explora la incalculable aportación al paisajismo de dos pintores que, aunque rivales, supieron dotar a sus obras de amplio simbolismo y sensibilidad.
La muestra es una de las muchas actividades, charlas y exposiciones que tendrán lugar con motivo del 250 aniversario del nacimiento de J.M.W. Turner, que se cumple este 2025. Una iniciativa impulsada por la Tate a la que se han unido varias instituciones de dentro y fuera de Reino Unido, en un festival que suma ya más de 30 proyectos.
Los paisajes que se adelantaron a la abstracción
Si algo caracteriza la obra de Turner es su versatilidad. Y es que si exploramos su prolífico legado, podremos descubrir desde acuarelas íntimas hasta sus famosos óleos imponentes. Su fascinación por el mar y sus tormentas, las montañas y los fenómenos atmosféricos en general, le llevó a crear paisajes de una belleza e intensidad sin precedentes. Con su pincel inmortalizó también los efectos de la guerra, el imperio e incluso de la industrialización, invitándonos con ello a reflexionar sobre los riesgos de la ambición humana.
Pero, sin duda, su gran aportación fue su capacidad para capturar la luz y la atmósfera, plasmada con un uso audaz del color. Sus obras más atrevidas, de hecho, se adelantan por mucho a la abstracción, con formas que se desdibujan y colores que se funden hasta crear un todo irreconocible. Precisamente su innovación ha hecho que su legado sirva de inspiración a infinidad de artistas que vinieron después, desde Monet a Rothko, de manera que sigue despertando admiración hoy.
Más allá de su incalculable aportación al paisajismo, Turner fue un hombre ambicioso, competitivo y emprendedor. De hecho, colaboró en la creación de grabados posteriores a su obra, consciente de su capacidad de difusión, y se preocupó activamente por la preservación de su legado. Se sabe que incluso llegó a montar su propia galería, muy cerca de su casa, en la que él mismo medía y controlaba todos los aspectos relativos a la exposición: desde la iluminación hasta la ubicación de cada pintura. Por suerte, hoy podemos conocer el aspecto que tendría este espacio, inaugurado en 1822, a través de una pintura de George Jones.
The Burning of the Houses of Parliament, Joseph Mallord William Turner
Snow Storm - Steamboat off a Harbour's Mouth, 1842, Joseph Mallord William Turner
Snow Storm, Hannibal and His Army Crossing the Alps, 1812, Joseph Mallord William Turner
Seascape Study with Rain Cloud, 1827, Joseph Mallord William Turner
Ariccia Sunset, 1828, Joseph Mallord William Turner
War. The Exile and the Rock Limpet, Joseph Mallord William Turner
Wreckers Coast of Northumberland, 1834, Joseph Mallord William Turner
Algunas de las propuestas para el 250 aniversario
Turner 250, el festival impulsado por la institución británica, busca poner en valor todas estas aportaciones usando como excusa el aniversario del nacimiento del pintor. Más allá de la mencionada muestra que pondrá sus obras en conversación con las de su rival Constable y que abrirá sus puertas en otoño en la propia Tate Britain, la efeméride permitirá que el público descubra otros de los muchos hitos en su carrera. Por ejemplo, The Whitworth, en Manchester, exhibe ahora mismo la colección de grabados de paisajes de Turner más ambiciosa hasta la fecha.
A escala internacional, destaca la muestra del Museum of Art Pudong en Shanghai (China), considerada como la mayor exposición de óleos jamás prestada por la Tate. Abierta hasta mayor, ya ha atraído a más de 160.000 visitantes. Simultáneamente, las obras del artista británico pueden disfrutarse también en EEUU, a través de la exposición inaugurada en el Taft Museum de Cincinnati.
Otro de los proyectos más relevantes enmarcados en este aniversario tiene que ver con la publicación de un extenso catálogo online con una amplia colección de obras del artista, entre bocetos, dibujos y acuarelas. Un valioso recurso para el público general pero también para el especializado y los investigadores que quieran profundizar en la vida y obra de este enigmático pintor.
A pesar de que han pasado casi 250 años desde aquel 23 de abril de 1775, día de su nacimiento, el legado de J.M.W. Turner sigue más vivo que nunca. Prueba de ello es que su imagen se mantiene como un símbolo perdurable de su genialidad, protagonizando los billetes de 20 libras en el Reino Unido. Su autorretrato se acompaña en ellas de un detalle de una de sus obras más famosas, El último viaje del Temerario. Pero aunque su legado brilla con luz propia, ni su aniversario le valdrá para librarse de su eterno rival. Para nuestra fortuna.