Una mujer con la cabeza rapada, la cara pintada de blanco y el torso desnudo se halla inmersa en un cubo lleno de un líquido que parece agua pero es más viscoso que el agua. Cuando conectas un interruptor, un fluido negro emana de sus ojos en forma de lágrimas. Está hecha de resina a partir de una impresión en 3D pero es tan hiperrealista que, por momentos, parece un ser humano.
“Si la hubiese hecho de silicona no se podría sumergir. Es lo que tiene el agua, que siempre busca una salida” —nos comenta el autor de la obra como si nos estuviese leyendo la mente—. “Cada técnica tiene sus pros y sus contras. La impresión en 3D a mi particularmente me fascina”.
Filip Custic (Santa Cruz de Tenerife, España, 1993) nos habla desde su estudio ubicado en Vallecas en el que vive y trabaja. En una de las paredes del fondo destacan dos grandes ventanas desde donde se puede atisbar el centro de la ciudad y su multitud de tejados y raquíticas antenas. Dentro, el suelo y las paredes llaman la atención por su blanco inmaculado. Son las 11:00 hrs y un deslumbrante sol ilumina toda la estancia. En realidad, detrás de esta escultura que se llama Ferro fluido está Hannah Rose, otra artista del dúo Matieres Fecales a la que Filip sacó un molde desnuda con el que lleva trabajando más de un año. Por delante, parece una mujer real. Por detrás, está repleta de enchufes y placas.
Con esta obra el artista busca que el espectador se cuestione si lo que está observando es un robot, un humano, una figura en 3D o una IA. Podría decirse que Filip crea obras que oscilan entre lo real y lo imaginario para poner sobre la mesa temas como la sociedad de consumo, el culto al cuerpo o nuestra relación con la tecnología. También, el sentido de la identidad y la estupidez humana. Lo hizo, por ejemplo, en P q hacemos lo q hacemos?, cuando colgó de las paredes del Museo Cerralbo una serie de esculturas de hombres y mujeres desnudos en distintas posiciones ensoñadoras; justo al lado de la colección procedente de los Cerralbo y Villa-Huerta. Es decir, que durante un tiempo, las vasijas, esculturas y objetos personales procedentes de estas tradicionales familias convivieron con propuestas artísticas tales como un cuadro en el que aparecía Custic desnudo, únicamente tapado por un perro negro sentado, mirándose a sí mismo frente a dos paredes llenas de retratos.
Es el artista que representa a El Confidencial en ARCO 2025 y del que ya hablamos en El Grito en sus inicios. Por todo esto hemos hablado con él sobre la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, las obras que allí presentará y el panorama artístico en España.