Estos son los artistas emergentes con mayor proyección en 2025 (y, lo sentimos Baselitz, pero la mitad son mujeres)
Por Alberto G. Luna
En los últimos meses distintos jóvenes artistas se han estrenado en subasta obteniendo sorprendentes resultados. Aunque a algunos les parecerá anecdótico, la mitad son mujeres. El mercado del arte, tradicionalmente dominado por los hombres, ahora apunta hacia ellas confirmándose el cambio de tendencia.
En 2013 Georg Baselitz se tomó un carajillo, fumó un puro, se cruzó de piernas sentándose enfrente de un medio de comunicación y declaró sin ningún atisbo de duda que “las mujeres no pintan muy bien”. Acto seguido, no ocurrió nada. El reportero no le rechistó. El fotógrafo no le tiró la cámara a la cabeza. La policía no irrumpió en aquella casa y lo detuvo. Tampoco entró por la ventana ningún extremista radical y lo cortó en pedazos. De hecho, el mundo continuó girando como siempre. Si a sus 87 años el pintor alemán sigue leyendo la prensa, probablemente no le esté haciendo la más mínima gracia el sorpasso que se está produciendo en el mundo del arte.
La mitad de los artistas emergentes que debutaron el pasado 2024 con los mejores remates en subasta, son mujeres (o no binarias, como Daisy Parris). Los nombres de Maria Kreyn o Eva Helene Pade por poner algunos ejemplos, no significaban nada para este mercado tan lucrativo hasta hace más bien poco. Sin embargo y en tan solo un año, han irrumpido con unos precios de cinco e incluso seis cifras, a pesar de la contracción del segmento ultra contemporáneo.
Este fenómeno confirma una tendencia que se viene produciendo en los dos últimos años. Históricamente, las ventas de obras más relevantes han estado siempre ligadas a un selecto grupo de hombres. De un tiempo a esta parte, por contra, las mujeres artistas han incrementado el precio total de sus piezas hasta un 194% entre 2012 y 2022, según Artsy. Hoy, las obras de artistas ultra contemporáneas nacidas en 1985 o después representan ya el 63% del total de ventas de su segmento. Su precio también ha crecido un 29% más rápido que el de los hombres. Es decir, que cada vez más se están convirtiendo en una muy interesante opción de compra para los coleccionistas. Esto último se debe, en cierta medida, a que parten de una base mucho más baja. O dicho de otra forma, suben más porque costaban menos.
La pintura de Maria Kreyn, la artista joven que más facturó en 2024 y de la que se vaticina un gran recorrido en subasta este año, se halla entre la figuración, las geometrías abstractas y las atmósferas más propias del romanticismo. Sus lienzos, generalmente de gran formato, mezclan historias personales y ficciones surrealistas a través del cuerpo humano y la naturaleza. Pero el éxito que está teniendo va más allá de las casas de subastas: su cuadro Alone Together aparece en la serie de televisión The Catch; y sus pinturas pertenecientes a la serie Shakespeare Cycle, en la galardonada The Crown. Estas últimas se encuentran actualmente en el vestíbulo del histórico Theater Royal Drury Lane de Londres.
Sasha Gordon por su parte, también tuvo una entrada extraordinaria en el mercado del arte hace tan solo unos meses con su lienzo Gone Fishing, que se vendió por 214.200 dólares, muy por encima de las expectativas. Gordon pinta cuadros oníricos en los que trata cuestiones de identidad mediante las figuras y autorretratos. Son construcciones casi alucinatorias con cierta tensión psicológica. Todo apunta a que seguiremos sabiendo de ella este 2025.
Más allá de las mujeres, destaca igualmente la sorprendente obra de Pol Taburet. Su propuesta combina la aerografía y la pintura tradicional hecha con pincel y acrílicos. Hay referencias al vudú y caribeñas. Hay figuras que hablan de la vida y la muerte, y del paso de una a la otra. El resultado final se parece mucho al surrealismo. Casualmente, el próximo 4 de marzo el Pabellón de los Hexágonos de la Casa de Campo mostrará su primera exposición en España. Una buena oportunidad para conocer más a fondo su obra.
Ni que decir tiene que la mayoría de estos artistas —excepto algunos que todavía quedan libres como Tony Tafuro, Berkin Bags o Rufus Martin— cuentan con el apoyo de las más influyentes galerías. Un ejemplo de esto es Eva Helene Pade, quien colocó A Story To Be Told #14 por 123.400 dólares en Sotheby's Hong Kong, casi el doble de su estimación más alta, un mes después de anunciar su incorporación a la todopoderosa Thaddaeus Ropac.
La pintura, lo que más buscan los coleccionistas
Además del auge de las mujeres artistas, otro de los valores seguros que más se está repitiendo es el de la pintura. Y es que este formato sigue siendo el favorito de los coleccionistas. Ya sean figurativas, abstractas o híbridas las obras pintadas establecen récords sistemáticamente, con raras excepciones. Esto es válido para todas las épocas artísticas: ‘old masters’, arte moderno, contemporáneo o ultra contemporáneo.
A pesar de este predominio, también han logrado destacar obras digitales. En 2024, dos NFT destacaron especialmente: uno creado por Tony Tafuro, que se vendió por 441.000 dólares en Christie's; y otro de Berkin Bags que alcanzó los 88.200 dólares en la misma sesión. A diferencia del resto de pintores emergentes, estos artistas han logrado crear demanda sin el apoyo de terceros. Ahora, el verdadero desafío para todos ellos será el de sostener sus precios en un mercado en constante cambio.