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El nuevo Zurbarán del Prado: la historia de la segunda adquisición más cara de Cultura a una familia de Pamplona

Por Sol G. Moreno
‘Virgen de la Merced con dos frailes mercedarios’, Francisco de Zurbarán
          Hacia 1635-1640. Adquirido para el Museo del Prado por 650.000 euros

Es la segunda compra más cara hecha por Cultura en 2024, pero hasta la semana pasada no se hizo oficial. Se trata de Virgen de la Merced con dos frailes mercedarios, una obra maestra del pintor extremeño que ya descansa en los fondos del museo y que proviene de los herederos de la familia Huarte.

El cuadro iba a ser la pieza estrella de una de las subastas de Segre, que incluso había puesto La Virgen de la Merced con dos frailes mercedarios de Francisco de Zurbarán como portada del catálogo. Pero el lote nunca llegó a ofrecerse porque el Ministerio de Cultura se interesó tanto por la obra, que se atrevió a proponer a la casa la retirada de pujas de esta pieza a cambio de una venta directa con los propietarios. Dicho y hecho. En cuestión de tres meses la operación estaba cerrada y el lienzo en manos del Museo del Prado. Llegó a sus dependencias el 2 de diciembre, pero hasta el 20 de enero no se ha hecho pública la compra.

Ahora por fin es oficial y Mercedes de Miguel, directora de la casa de subastas, nos ha revelado los pormenores de esta adquisición pública con destino a nuestro primer museo. Ha costado 650.000 euros y la operación se ha cerrado en tiempo récord. “Ha sido la venta más rápida que he hecho en mi vida”, confiesa a El Grito. “Apenas hubo una reunión con los dueños de la obra –los herederos de la familia Huarte–, que estaba depositada en el Museo de Navarra. En cuestión de 15 días los propietarios levantaron el depósito, firmaron el contrato de venta en subasta y teníamos el lienzo en nuestras oficinas”. Como era BIC (Bien de Interés Cultural), tuvo que comunicar a la Junta su intención de ofrecerla a la venta, algo que debió de despertar el interés de los especialistas, porque a los pocos días ya tenía a varios conservadores visitando el cuadro en directo.

Según explica De Miguel, fue el propio Ministerio quien planteó la idea de una venta directa con los propietarios. “Lloraban de alegría cuando se lo dijimos, porque ese había sido el sueño de sus padres” (en el pasado el Estado ya había intentado comprar esta Virgen de la Merced, pero las conversaciones no fructificaron). De modo que Segre cambió el contrato de venta en subasta por venta privada e hizo una rebaja al precio inicial, dado que el destino sería un museo público. ¿De Sevilla o de Madrid? Se barajaron ambas opciones, pero ganó el Prado. Por eso desde hace unas semanas se ha sumado a la treintena de zurbaranes que ya atesora la institución.

‘La Inmaculada Niña’, Francisco de Zurbarán. 1656
            © Museo del Prado
‘La Inmaculada Concepción’, Francisco de Zurbarán. Hacia 1635
            © Museo del Prado

Como entra dentro de los presupuestos del año pasado, salta directamente a la segunda posición de adquisiciones más caras del Estado en 2024. La primera, ya sabemos, fue Casa Gomis, como publicamos en este periódico.

La odisea de un cuadro que estuvo a punto de echarse a perder

El cuadro recién adquirido para el Prado ha vivido una vida muy ajetreada. Formó parte del conjunto pictórico que el maestro realizó para el convento de San José de los mercedarios descalzos de Sevilla entre 1635 y 1640. Con la desamortización del templo, muchas de sus obras de arte salieron de España y este Zurbarán fue una de ellas; acabó en 1835 en la Galería Española de Louis-Phillipe en París.

Dos décadas después, fue adquirido por el duque de Montpensier para decorar una de las estancias del Palacio de San Telmo de Sevilla. Pero el regreso al hogar fue solo temporal, porque enseguida volvió a Francia, para colgar de la residencia de la hija del duque en el Château de Radan (que por cierto se quemó y la obra a punto estuvo de perderse). La suerte quiso que el heredero del ducado recayese en Ferdinando de Orleans, quien se casó con María Isabel González de Olañeta, III marquesa de Valdeterrazo, pasando nuevamente la tela a manos españolas. Los herederos de esta última, la familia Huarte de Pamplona, han sido los últimos propietarios del cuadro, antes de acabar en manos del Prado. En resumen, “el lienzo ha viajado en un carro de mulas hasta París, España, de nuevo a Francia y de regreso a Sevilla antes de acabar en Madrid. Ahora por fin descansa”, cuenta De Miguel.

Lo cierto es que esta Virgen de la Merced con dos frailes mercedarios no era ninguna desconocida para la crítica ni el público. Odile Delenda, experta en el pintor extremeño, ya la incluyó en su catálogo razonado, e igualmente figuraba en otras monografías. Se ha podido ver en numerosas exposiciones temporales, la última, el pasado verano en el Museo de Navarra.

‘La Virgen y el Niño’, Vespasiano Strada. Hacia 1610
‘La Virgen con el Niño Bendiciendo’, Jan Muller. Hacia 1593
            © The Metropolitan Museum of Art

La escena muestra una composición piramidal de gran fuerza y misticismo formada por las cabezas de la Virgen y los dos frailes: san Pedro Nolasco y san Román Nonato. Zurbarán hace alarde de su destreza técnica a la hora de pintar los personajes, cuyas túnicas resultan muy escultóricas, y de representar las minuciosas flores que portan los putti. Según el investigador Benito Navarrete, el artista se inspiró en un grabado de Vespasiano Strada y las estampas de Jan Muller para elaborar los modelos de la Virgen de la Merced y los ángeles.