Exposiciones

Desnudos y mucho sexo: Andy Warhol, como nunca lo habías visto

Por Nerea Menor. Berlín

‘Self-Portrait in Drag’, Andy Warhol. 1980
          Colección privada, Puerto Rico, Cortesía de Hedges Projects, Los Angeles

‘Andy Warhol. Velvet Rage and Beauty’ (Ira y Belleza de Terciopelo) en la Neue Nationalgalerie de Berlín, ahonda en la constante búsqueda de la belleza del artista y explora la evolución de lo socialmente aceptable.

El museo advierte en su página web de que la exposición de Andy Warhol incluye desnudos explícitos, contenido sexual y diversas representaciones del género y el cuerpo. La visita comienza con la película Kiss (1963-1964), una representación del deseo homoerótico que, aunque pueda parecer relativamente dócil para los estándares actuales, en su época videos sexualizados como este solo existían en contextos muy underground.

Andy Warhol. Velvet Rage and Beauty (Ira y Belleza de Terciopelo) en la Neue Nationalgalerie de Berlín, consiste en una extensa muestra dedicada a la búsqueda de Warhol del ideal de belleza, un tema central y constante a lo largo de las distintas fases de producción y trayectorias del artista, a menudo pasado por alto.

Warhol es, sin duda, uno de los artistas más conocidos y controvertidos del siglo XX. Sus representaciones de productos de consumo y celebridades se hicieron muy populares, pero en esta exposición, basada en los diarios del artista, no se encuentran ni latas de sopa, ni flores de hibisco, ni Marilyn Monroes. En su lugar, se puede ver Double Elvis (1963) y el icónico plátano del álbum de The Velvet Underground (1967), símbolo de la efervescencia de la escena cultural neoyorquina de finales de los sesenta.

‘Kiss’, dirigido por Andy Warhol. 1963–64
            © The Andy Warhol Museum, Pittsburgh, PA, a museum of Carnegie Institute
‘Double Elvis’, Andy Warhol. 1963
            © Christie’s

Otra de las películas es Blow Job, que presenta a un hombre experimentando una intensa sensación de éxtasis y deseo. Aunque la cámara solo enfoca su rostro, lo que impide identificar la causa exacta de este éxtasis, el título insinúa lo que podría haber provocado la reacción del protagonista.

En Couch, Warhol filmó durante casi una hora a un variado elenco de artistas, entre ellos Allen Ginsberg, Piero Heliczer, Baby Jane Holzer, Jack Kerouac y Gerard Malanga, participando en actividades que iban desde la relajación hasta el sexo en el icónico sofá de The Factory, probablemente el estudio artístico más famoso y célebre de la historia.

‘The Factory’: la evolución de la idea del aura

The Factory también funcionaba como un lugar social, una especie de club donde se reunían personas interesantes para Warhol que lo utilizaban como un punto de encuentro, interactuando entre sí, observando y colaborando con él mientras trabajaba a menudo empleando su reconocida técnica de serigrafía.

Walter Benjamin, en su ensayo La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, sostiene que a medida que las obras de arte se vuelven más fácilmente reproducibles, disminuye ese carácter único, su autenticidad, su "aura". El método de reproducción en masa de Warhol permitía crear múltiples versiones de una misma imagen con diferentes combinaciones de colores, explorando así temas de repetición y consumo. De este modo, Warhol no solo cuestionó el concepto tradicional de "aura" en el arte, sino que también reflejó una nueva realidad en la que el valor y significado de la obra se vinculaban más a su integración en la cultura popular y el mercado masivo, en lugar de a su singularidad.

‘Ladies and Gentlemen (Marsha P. Johnson)’, Andy Warhol. 1975
            Museum Brandhorst, Munich © 2019 The Andy Warhol Foundation
‘Andy Warhol’, Richard Avedon. 1969
            © Christie’s
‘Portrait of Andy Warhol’, Alice Neel. 1970
            © Whitney Museum of American Art, Nueva York

Un ejemplo destacado del uso de la técnica es la obra Ladies and Gentlemen (1975), que incluye el retrato de Marsha P. Johnson, activista transgénero pionera, fundamental en el levantamiento de Stonewall de 1969, que impulsó el movimiento moderno por los derechos LGBTQ. En esta serie, Warhol combinó la serigrafía con acrílico sobre lienzo para retratar a drag queens y figuras del espectáculo, personas a menudo marginadas por la sociedad, elevándolas al estatus de iconos culturales.

Las puertas de The Factory permanecieron abiertas hasta que en 1968 la escritora Valerie Solanas intentó asesinar a Warhol con una pistola. Warhol sobrevivió al ataque y se sometió a una extensa cirugía que dejó cicatrices profundas en su pecho y estómago, obligándolo a usar corsés el resto de su vida. Aunque al principio se sintió avergonzado de mostrar su cuerpo herido, con el tiempo posó con el torso desnudo para varios artistas, incluyendo a Richard Avedon y Alice Neel.

La búsqueda del ideal de belleza

Esta exposición revela además el hilo conductor que atraviesa toda la carrera de Warhol, desde finales de la década de 1940 hasta su muerte en la década de 1980: una búsqueda constante de su ideal de belleza, especialmente masculina, que moldeó y construyó las imágenes que Warhol deseaba. “Siempre pensó que era feo. Siempre pensó que los demás eran bellos”, comentaba la guía de la exposición. “Siempre pensó que el cuerpo feo de los demás era bello”.

Durante su vida, muchas de estas obras sobre el cuerpo humano fueron consideradas inapropiadas, inmorales, pervertidas e incluso pornográficas. Como resultado, muchas recibieron poca exposición en el mundo del arte y nunca llegaron a ser conocidas por el gran público.

 ‘Sex Parts’, Andy Warhol. 1978
          © Sotheby’s

A lo largo de su carrera, la sexualidad de Warhol se mantuvo en secreto, y el artista se ocultó tras una máscara de asexualidad. “Era el good-gay, aquel que, al no ser demasiado estridente ni políticamente incorrecto, no molestaba y, por lo tanto, todos querían”, cuenta la guía. En su caso, parece que la lucha no se trata de ataques ni defensas, sino de ser fiel a uno mismo. Su postura refleja la idea de que la libertad es un estado mental, una actitud de autenticidad.

No fue hasta finales de los años 70 cuando Warhol dejó a un lado la cautela y comenzó su serie Sex Parts, una de las obras más destacadas y menos conocidas de la exposición. En un cuadro de la serie se pueden ver las nalgas de un hombre, el pene erecto de otro y una gran carga de sugestión.

“Warhol murió en 1987 con solo 58 años. Dejó una obra increíblemente compleja e influyente, pero durante su vida nunca experimentó la aceptación abierta que tenemos ahora para contemplar estos aspectos de su trabajo”, dice Klaus Biesenbach, director de la Neue Nationalgalerie y comisario de la exposición junto con Lisa Botti.

Tags
Arte