Exposiciones

Desde Rafael a Bacon: 500 años de pintura se dan cita en Málaga

Por Agustín Rivera / Málaga

‘Retrato de joven con bonete negro y pendientes de perla’, Rembrandt

Hasta 62 tesoros que funcionan como un compendio de artistas y estilos donde las obras atesoran fuerza por sí mismas, se reúnen hasta el 18 de agosto en la nueva exposición del Centro Cultural de la Fundación Unicaja.

Ninguna de las obras se ha expuesto de manera estable en museos públicos y algunas incluso son inéditas en España. El criterio temático y no cronológico también ayuda a que la sorpresa, tan decisiva para evitar la monotonía en el arte, aparezca en cada sala del Centro Cultural de la Fundación Unicaja. En una, Barceló y Rothko. Más allá, un cuadro de finales del siglo XV junto a otro pintado hace apenas dos años.

El Greco, Murillo, Goya, Picasso, Miró, Dalí, Warhol, Matisse, Van Gogh, Gauguin, Rembrandt, Canaletto, Modigliani, Bonnard, Bacon, Millares, Antonio López, Sorolla, Braque, Juan Gris… Se trata de una alineación de genios indiscutibles procedentes de la Colección Abelló. Inaugurada el pasado miércoles y hasta el 18 de agosto, se exhiben en Málaga 62 tesoros que funcionan como un compendio de artistas y estilos donde las obras atesoran fuerza por sí mismas, pero que, juntándolas, ganan por su diálogo en una indiscutible armonía de falsa apariencia desordenada.

“Las pinturas están enmarcadas con criterio unificador por su belleza y por sus temas, mezclando épocas, escuelas y estilos. Sin embargo, todas ellas impactan y sorprenden. Lo internacional se mezcla con lo nacional y con lo andaluz; las pinturas de hace quinientos años se codean con las que tienen cincuenta. Pero esta unidad es el milagro del arte”, disecciona el catálogo de la exposición. Y no les falta razón. Aquí hay obras tan antiguas como La Virgen con el Niño o Virgen de Leche, de Berruguete; o La familia de la Virgen de Zurbarán.

Arranca la exposición con un uso intenso del color donde se puede contemplar una pintura abstracta del alemán Richter, además de Rothko. En la segunda sala, por contra, hay diez piezas dedicadas a bodegones y en esta representación se ha logrado hacer una historia completa del arte. Desde el siglo XVI, con Ribera y Sánchez Cotán, hasta llegar a Monet, Cézanne o uno de los maestros del cubismo, Juan Gris. En el bodegón el artista interviene de forma diferente. Puede cambiar de posición los objetos. Crea e imagina. “El bodegón manipula una realidad mucho más que en un paisaje o un retrato”, explica a El Grito el responsable de Artes Plásticas de la Fundación Unicaja, Rafael Valentín López Flores.

‘La familia de la Virgen’, Francisco de Zurbarán
‘La Virgen con el Niño’, Pedro Berruguete. ©  Museo Nacional del Prado

Los retratos

Picasso y Matisse tampoco faltan. Una de las obras del artista malagueño regresa a casa, al mismo espacio donde hace 32 años, con motivo de la muestra Picasso Clásico se mostró por primera vez. Se trata de Desnudo sentado, fechada entre 1922 y 1923. “El rostro en esta obra se representa según los postulados cubistas de yuxtaposición de planos, con una sobria paleta de color”, se especifica en el catálogo de la muestra. Por su parte, la luz mediterránea de Matisse, con sus atrevidos colores, se deja ver en Lectura apoyada en una mesa, delante de una cortina recogida.

Barceló representa una plaza de toros acompañada de un título inequívoco: 536 kilos. La obra es de 1990 y en ella se puede observar la capacidad del artista mallorquín para dibujar los círculos concéntricos que hace el toro cuando está en el ruedo y el cráter del volcán, donde el toreo, quieto, hace la faena.

Por cierto, Barceló, Richter y Pérez Villalta son los únicos tres autores vivos presentes en la exposición. La obra de este último artista es un encargo expreso de Abelló. Se trata de Ronda con luz de luna, de 2022. Es curioso como la obra de Pérez Villalta, una alegoría de la ciudad que cantó el poeta Rilke, dialoga en la misma sala con el aroma veneciano de Canaletto y de su sobrino Bellotto —con obras prácticamente indistinguibles— y un Goya muy especial.

Cuando el visitante llega a Rafael, ya con toda la carga acumulada de haberse empapado de obras sobresalientes, puede haber tiempo para detenerse en el Retrato de Valerio Belli (1517-1520). Es una obra de dimensiones pequeñas y tiene la particularidad de que el artista pinta a otro artista, un orfebre y tallista de piedras, algo inusual en la época.

‘La salida del baño’, Edgard Degas
‘La salida del baño’, Edgard Degas
‘La Cucaña’, Francisco de Goya
‘La Cucaña’, Francisco de Goya
‘El sentido del olfato’, José de Ribera
‘El sentido del olfato’, José de Ribera
‘El muelle cerca de la plaza de San Marcos en Venecia’,
            Canaletto
‘El muelle cerca de la plaza de San Marcos en Venecia’, Canaletto
‘Cabeza de una campesina’, Vincent Van Gogh
‘Cabeza de una campesina’, Vincent Van Gogh
‘Retrato de Valerio Belli’, Rafael Sanzio, hacia 1517-1520
‘Retrato de Valerio Belli’, Rafael Sanzio, hacia 1517-1520

El cuadro de Dalí que estuvo desaparecido 60 años

Francis Bacon irrumpe en la muestra con una obra de 1975: el tríptico Tres estudios para un retrato de Peter Beard que es de su etapa primigenia Composición. Figura, de 1933, y que recuerda a la Crucifixión de Cristo. Es una rareza esta composición porque Bacon, que murió en Madrid en 1992, destruyó la mayor parte de sus primeros cuadros.

En la exposición figura el primer boceto de Dalí para su emblemática Leda atómica, que por primera vez se exhibe tras su reaparición, y que estuvo desaparecida más de 60 años. El artista gerundense la consideraba una de sus obras maestras. El primer boceto de esta composición es de 1947 (dos años de plasmarla de modo definitivo). Lo realizó en tinta china tras varios meses de estudios. Le ayudó el matemático Mitila Ghyka para los cálculos pitagóricos incluida la Proporción Áurea.

Boceto de ‘Leda atómica’, Salvador Dalí

Retrato de joven con bonete negro y pendientes de perla, de Rembrandt, es otra de las grandes obras de la exposición. Elisabeth van Rijn, hermana del pintor holandés, es la protagonista del cartel que anuncia esta muestra que arranca con una frase de Vicent Van Gogh que resume a la perfección lo que se puede ver en el Centro Cultural: “El arte es el medio a través del cual el alma se expresa”.

Tags
Arte