Arquitectura & Diseño

La brecha entre el norte y sur de Madrid la puedes ver en la arquitectura de las promociones de obra nueva

Por Alberto G. Luna

La mayoría de promociones de obra nueva ofrece diferentes propuestas arquitectónicas en función de la zona geográfica de Madrid en la que se hallen. Una especie de patrón que se repite incluso en sus fachadas y materiales. ¿Por qué no se prodiga el lujo en el sur?

En los años 80, el magnífico Eduardo Barrenechea escribió un brillante artículo en el que denunció el desequilibrio entre el norte y sur que se estaba dando por aquel entonces en la capital de España. “Como principio general, se puede afirmar la existencia de un norte y noroeste ricos —en sus aspectos residenciales o donde vive la gente de clase alta y media burguesía— junto a un noreste pobre y proletario, y un sur y sureste masificados”, escribía. Un sur que se correspondía con los “asentamientos industriales masivos”, donde se amontonaba la población; y un norte “dominado por las urbanizaciones o chalés individuales de lujo o de medio y alto nivel económico, así como de fin de semana y veraneo”.

Han pasado 40 años pero, por increíble que parezca, su ensayo sigue teniendo la misma vigencia.

En pleno Carabanchel, entre el parque de Las Cruces y la Avenida de los Poblados, Kronos Homes inició recientemente la comercialización de una promoción de viviendas llamada Brooklyn. El pomposo nombre no está escogido al azar. El barrio hace tiempo que se ha transformado. Algunas de las naves del polígono industrial ISO se han convertido en talleres o galerías de arte, algún que otro mural asoma en las medianas, así como los colores vistosos en ciertas puertas y ventanas. Pero poco más. Lo que no ha impedido que algunos lo hayan denominado “el Soho”, en una clara alusión a los inmensos y diáfanos lofts neoyorquinos. Una comparación que, como no podía ser de otra forma, provoca risa entre los vecinos: “El que se crea que este es el barrio chic de moda es porque no lo ha visto”, nos explica uno de ellos.

En realidad, Brooklyn consiste en 143 pisos de 60 y 90 m2 sin terrazas repartidos en dos moles de ladrillo visto. Sin embargo, al mismo tiempo y unos pocos kilómetros más al norte, la misma promotora vende viviendas unifamiliares de ensueño en Torrelodones, en plena sierra madrileña, y pisos de lujo en Puerta de Hierro. ¿Iguales que los de Carabanchel? Ni mucho menos. Enormes residencias de hasta cinco dormitorios, con lujosas zonas comunes, terrazas panorámicas y jardines colgantes. La misma ciudad e idéntica promotora, pero distintos barrios y tipos de viviendas. Dos formas diferentes, en definitiva, de concebir el día a día de los madrileños. Y este no es un caso aislado.

Neinor, Las Rozas (norte de Madrid)
Neinor, Las Rozas (norte de Madrid)
Neinor, Valdemoro (sur de Madrid)
Neinor, Valdemoro (sur de Madrid)
ABM Arquitectos, Aravaca (norte de Madrid)
ABM Arquitectos, Aravaca (norte de Madrid)
ABM Arquitectos, Villaverde (sur de Madrid)
ABM Arquitectos, Villaverde (sur de Madrid)
Kronos Homes, Torrelodones (norte de Madrid)
Kronos Homes, Torrelodones (norte de Madrid)
Kronos Homes, Carabanchel (sur de Madrid)
Kronos Homes, Carabanchel (sur de Madrid)
Kronos Homes, Puerta de Hierro (norte de Madrid)
Kronos Homes, Puerta de Hierro (norte de Madrid)
Kronos Homes, Carabanchel (sur de Madrid)
Kronos Homes, Carabanchel (sur de Madrid)
Neinor, Las Rozas (norte de Madrid)
Neinor, Las Rozas (norte de Madrid)
Neinor, Valdemoro (sur de Madrid)
Neinor, Valdemoro (sur de Madrid)
Vía Célere, Villaviciosa de Odón (oeste de Madrid)
Vía Célere, Villaviciosa de Odón (oeste de Madrid)
Vía Célere, Las Rosas (este de Madrid)
Vía Célere, Las Rosas (este de Madrid)

La mayoría de promociones de obra nueva ofrece diferentes propuestas arquitectónicas en función de la zona geográfica de Madrid en la que se hallen. Una especie de patrón que se repite incluso en sus fachadas y materiales. Obviamente, todo esto son generalidades porque existen barrios humildes en el norte —Fuencarral o Ventilla, entre otros—, así como chalés de obra nueva en el sur. Pero incluso estos últimos tienen sus diferencias. Aedas Homes por ejemplo vende modestos adosados en Móstoles y Alcorcón, y auténticas mansiones en Boadilla del Monte.

Le preguntamos al arquitecto Juan Coll-Barreu si los madrileños del sur no pasan calor en verano y no preferirían piscinas y terrazas ajardinadas, y nos responde al instante que “los presupuestos en estas zonas son más limitados. Las promotoras piensan en el producto que van a poder vender en cada lugar determinado y los arquitectos tienen que adaptarse a estos esquemas de inversión. No quieren asumir riesgos”. Opinión compartida por Carlos de Almeida, Director Comercial de Obra Nueva de CBRE España: "En las promociones del sur y este, cuentan con zonas comunes más modestas o reducidas. En las del norte se otorga una mayor importancia a la exclusividad, el diseño y las calidades. Son compradores distintos”.

Pero lo cierto es que estas diferencias no son nuevas y no siempre han estado asociadas a los materiales o al precio del suelo. Es más, apuntan a muchos años atrás. En concreto, a 1734, cuando el monarca se mudó al Palacio del Buen Retiro y los aristócratas decidieron comprar las propiedades de la Iglesia comprendidas desde Atocha hasta el convento de Recoletos. O por lo menos eso es lo que asegura en su libro Madrid, de la ciudad ilustrada a la primera mitad del siglo XX, el historiador Carlos Sambricio, donde pone de manifiesto que a partir de ese momento se formaron dos ciudades distintas: la que llega hasta el Manzanares y que comprende el eje Hortaleza-Montera-Carretas-Toledo, constituida por pequeñas manzanas de alta densidad poblacional; y otra que empieza a expandirse hacia el norte con una mayor superficie y menor habitabilidad. “Las superficies de las viviendas de la zona de los Prados llegaban a ser veinte veces superiores a la que ocupaban algunas del antiguo Alcázar, con la diferencia de que el número de habitantes en las primeras era veinte veces menor al de las segundas”.

El día que Madrid se dividió en dos ciudades distintas

En una visita que realizó a nuestro país y reflejó posteriormente en Un viaje por España en los años 1786 y 1787, Joseph Towsend también alertó de esta escisión: “Dividí la ciudad en tres porciones correspondientes a tres períodos fáciles de distinguir: la más antigua es la más próxima al río, con calles estrechas, comprimidas y tortuosas, además de avenidas oscuras. Al norte y este, a medida que uno se va alejando, se van haciendo más anchas y los edificios ofrecen algunos grados de simetría". El inglés hacía alusión al actual paseo del Prado con sus incipientes plazas y avenidas arboladas.

Quien igualmente advirtió de este nuevo ensanche fue Mateo Antonio Barberi en su Carta sobre el embellecimiento de las ciudades:

"Los madrileños, tras la siesta, montan en sus carrozas para ir a dejarse ver en el Prado, donde los coches no van más que al paso. Cada uno mira a los que caminan en el otro sentido y saluda a sus conocidos cada vez que se cruzan. En cierta ocasión conté hasta cuatrocientos”.

Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de
            Madrid
Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de
            Madrid
Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Palacio del marqués de Salamanca. Fuente Biblioteca Digital
            Archivo de Madrid
Palacio del marqués de Salamanca. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia del marqués de Urquijo para construir una
            casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital
            Archivo de Madrid
Solicitud de licencia del marqués de Urquijo para construir una casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Manuel Mª Alvarez para construir
            una casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca
            Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Manuel Mª Alvarez para construir una casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Ramón Plá Monge para construir una
            casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital
            Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Ramón Plá Monge para construir una casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de José Mª Díaz de Cevallos,
            representante del Duque de Osuna para construir la Iglesia y
            Convento de Monjas de S. Pascual en el Paseo de Recoletos. Fuente
            Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de José Mª Díaz de Cevallos, representante del Duque de Osuna para construir la Iglesia y Convento de Monjas de S. Pascual en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Pascual Madoz para construir una
            casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital
            Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Pascual Madoz para construir una casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Antonio Terrero para construir una
            casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital
            Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Antonio Terrero para construir una casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Anteproyecto de distribución de manzanas destinadas a la
            edificación en el Real Sitio del Buen Retiro. Fuente Biblioteca
            Digital Archivo de Madrid
Anteproyecto de distribución de manzanas destinadas a la edificación en el Real Sitio del Buen Retiro. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Francisco Cubas para construir una
            casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital
            Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Francisco Cubas para construir una casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Benito Díaz del Río para construir
            una casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca
            Digital Archivo de Madrid
Solicitud de licencia de D. Benito Díaz del Río para construir una casa en el solar en el Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de
            Madrid
Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid
Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de
            Madrid
Paseo de Recoletos. Fuente Biblioteca Digital Archivo de Madrid

Crónicas sociales aparte, probablemente desde aquel entonces en Madrid exista un mapa no publicado con la valoración de las diferentes ubicaciones geográficas en función de un inconsciente colectivo. Para el arquitecto y urbanista José María Ezquiaga de hecho, precisamente “el origen de este problema es sociológico. Es por esto que el suelo tiene una distinta valoración dependiendo de su consideración, que tiene mucho que ver con nuestro imaginario histórico. La geografía manda”. Algo que continuó ocurriendo en el llamado “éxodo rural” de los años 50 —cuando en el sur se multiplicaron las zonas de cultivo y en el norte, más húmedo y con una mayor naturaleza, las nobles con fincas de caza—, y parece seguir haciéndolo hoy en día. Casas y fincas exclusivas en el norte y oeste de la ciudad, con colegios internacionales, hospitales privados y desarrollos de lujo; y un sur con una mayor densidad poblacional, industrias e infraestructuras de las que nadie quiere saber nada como el vertedero de Valdemingómez o las depuradoras del ERAR.

El propio Barrenechea achacaba, en parte, al mayor valor paisajístico del norte el hecho de que hubiese atraído históricamente a las clases altas: “Si no fuera por las sierras y sus cercanías —Somosierra, Guadarrama, Navacerrada y las cercanías abulenses de Gredos—, en contraposición con los desiertos del sur, suroeste y sureste, este viejo poblachón manchego que es Madrid capital y su área metropolitana no tendrían pulmones que les permitiesen sobrevivir a su creciente polución”. Un fenómeno que también explicaría por qué se han producido milagros urbanísticos en Pozuelo de Alarcón o Puerta de Hierro, donde antes abundaban los huertos y las casas de pueblo, y hoy en día las viviendas exclusivas; y no en Usera o Carabanchel, por poner algunos ejemplos.

¿Por qué no se prodiga el lujo en el sur de Madrid?

Que existe una clara diferencia entre el norte y el sur de Madrid es algo que también nos reconoce abiertamente Carlos Lamelas: “El comprador dispuesto a pagar más se va a ir siempre al norte y no al sur”. Pero para el arquitecto “esto es algo que se está tratando de equilibrar con proyectos como el de Madrid-Río, Matadero o la operación Calderón”. Aunque también es cierto que todos estos se incluyen dentro de la M-30, donde hay mucho potencial inversor.

Para Gonzalo Sánchez-Toscano, doctor en Urbanismo por la Universidad Politécnica de Madrid, “las promotoras venden un producto en un sitio o en otro como consecuencia de un análisis de mercado. El inmobiliario no simplemente opera en función de la rentabilidad, sino también siguiendo ciertos niveles de estatus. En este sentido y en las últimas décadas, Madrid se ha moldeado de forma muy competitiva, tendiendo hacia la segregación”.

“Ninguna oposición fáctica encuentra, ni ha encontrado hasta ahora Madrid bajo cualquier tipo de sistema político, en perseguir un objetivo distinto a que la zona norte y noroeste esté reservada a la burguesía; y la zona sur, sureste y suroeste, a las clases bajas o menos pudientes, que son, paradójicamente, las más industrializadas y numerosas” concluyó en su ensayo Barrenechea. Hoy, si todavía viviera, comprobaría que no ha cambiado ni un ápice el mapa de la segregación de la capital de España.